La inflación no cede. A pesar de la catarata de medidas paliativas que el Gobierno de Alberto Fernández viene aplicando desde hace unos meses, en especial con la última ampliación del programa de Precios Cuidados, los precios de los productos de la canasta básica total apenas si muestran leves signos de desaceleración, tan puntuales como inocuos.
El índice de precios al consumidor sigue subiendo también a pesar de que el congelamiento de las tarifas y de los combustibles sigue activo (es más, la decisión es extender la situación hasta después del verano) y con el dólar oficial “pisado” a lo largo de todo 2021.
Este contexto de alta inflación es el principal obstáculo para que se materialice un incremento del salario en términos reales, el objetivo de primer orden que plantea el ministro de Economía Martín Guzmán cada vez que tiene un micrófono delante.
En términos interanuales, los salarios del sector privado registrado vienen subiendo desde enero. Eso es bueno. Sin embargo, el aumento del IPC, hasta julio inclusive, pulverizó ese incremento en los ingresos. Eso es malo.
Precios versus salarios: la pelea de fondo
Dicho de otra forma: hasta julio, los sueldos subieron, pero no alcanzaron nunca a los precios, que aumentaron mucho más. En agosto y en septiembre, se revirtió levemente esa lógica, pero, según explica el último informe del Centro de Estudios del Trabajo y Desarrollo (Cetyd), “la recuperación no podría calificarse más que como incipiente teniendo en cuenta la evolución que atravesó el poder adquisitivo de los ingresos de los trabajadores desde fines de 2017″.
En efecto, entre agosto de 2017 y diciembre de 2020, el salario real del sector privado registrado en Argentina se redujo un 20 por ciento, y si bien en los meses siguientes, hasta septiembre último, se produjo –con altibajos– un leve repunte, sólo recuperaron apenas dos puntos de aquella marcada contracción.
Más allá de esto, el Cetyd advierte que, por ahora, es sólo “un eventual cambio de tendencia” dada la velocidad del aumento de los precios por sobre los salarios que se produjo en la primera parte del 2021.
La suerte de los que integran el sector privado no registrado (el amplio universo de los informales) no es la misma. El índice que mide sus ingresos muestra que todos los meses desde hace casi un año pierden con la inflación. La caída real, incluso, también se manifestó en agosto y en septiembre, meses en los que el salario registrado consiguió salir a flote.
De cara al futuro, la investigación del Cetyd advierte que la prolongación de ese estado de situación (caída del salario real) durante los próximos dos años “tendría efectos económicos y sociales preocupantes”.
Además, políticamente, dice que sería una “oportunidad perdida para una coalición que asumió con el mandato de mejorar las condiciones de vida de la población y el desafío de abordar los problemas estructurales desde una perspectiva que concilie las necesidades de la macroeconomía con el bienestar social”.
Córdoba: más actividad en algunos sectores
Los últimos datos del Monitor de la Actividad Productiva difundido por el Gobierno provincial genera cierto optimismo por el lado del salario y del nivel de trabajo: 10 de 17 sectores mostraron aumentos respecto de 2020 e incluso en comparación con 2019, antes de la pandemia.
Algunos, además, exhiben una fuerte recuperación del empleo.
El sector de la producción de autopartes, por ejemplo, creció 12,4 por ciento en octubre respecto del promedio mensual del cuarto trimestre de 2019, previo a la llegada del coronavirus. Este es un rubro fuerte en Córdoba y generador de empleo de calidad. La información es de la Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes de Córdoba.
Otro dato relevante llega desde la Cámara de Industrias Informáticas, Electrónicas y de Comunicaciones del Centro de Argentina: la industria que engloba a las empresas dedicadas al diseño, la fabricación y la integración de dispositivos con circuitos electrónicos y software registró en octubre una facturación, a precios constantes, 22,1 por ciento superior al promedio del cuarto trimestre de 2020.
Los supermercados cordobeses, según la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Córdoba, mostraron en octubre la primera recuperación fuerte en unidades vendidas: 9,1 por ciento por encima de septiembre, aunque aún 19,2 por ciento por debajo de igual mes de 2019.
