El presidente Javier Milei decidió este jueves emitir un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que será remitido al Congreso Nacional para que aprueben nuevo endeudamiento en el marco del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Dicho acuerdo implicará una operación de crédito público mediante la cual el Tesoro Nacional cancelará la deuda existente con el Banco Central. El resultante neto de esta operación implicará una reducción del total de la deuda pública, señaló un comunicado oficial.
Milei modificó su postura luego que el FMI aclaró que no le exige al país que el programa que se está negociado tenga aval parlamentario, sino que es una imposición de la legislación argentina.
El presidente había anunciado en la Asamblea Legislativa que enviaría un proyecto de ley con la intención de que el Parlamente apruebe un nuevo endeudamiento. Incluso, trascendió que el texto sería enviado la próxima semana.
En las primeras horas de estmañana, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, había advertido que en caso de que los legisladores demoren o rechacen la autorización de endeudamiento el programa se caería porque no está en evaluación la opción de un Decreto de Necesidad y Urgencia.
“La posibilidad de que sea aprobado por decreto no es real, porque el Fondo no lo permitiría, ya que se requiere seguridad jurídica”, había afirmado.
Luego sobrevino una conferencia de prensa de la vocera del organismo, Julie Kozack, en la que el FMI fijó su posición.
“Asegurar el apoyo del Congreso es una decisión de las autoridades, tal como corresponde a la legislación interna argentina”, dijo la portavoz.
Con este nuevo escenario, Milei decidió acelerar los tiempos y remitir un Decreto al Parlamento que será tratado por la Bicameral de DNU.
“Este acuerdo permitirá fortalecer el Banco Central, hito esencial para consolidar la estabilidad monetaria, financiera y macroeconómica y continuar con el proceso de desinflación y liberación de las restricciones cambiarias”, añadió el comunicado de la Oficina del Presidente.
Milei afirmó que “no existe asunto más necesario y urgente que terminar con la inflación que durante años le arruinó la vida a los argentinos” y por consiguiente señaló que “aspira a obtener un compromiso urgente de parte del Congreso tal como ocurrió en gobiernos anteriores”.
El parte culmina diciendo que el “Presidente Javier Milei deposita su confianza en cada legislador nacional para con el pueblo argentino y su bienestar económico”.
De esta forma, el Gobierno busca presionar a los diputados y senadores para que se apruebe de inmediato la posibilidad de tomar nueva deuda.
El decreto, que se conocerá en las próximas horas, no incluiría los lineamientos generales del programa que se está negociando, lo cual puede generar resistencias en el debate parlamentario.
Tanto el organismo como el Gobierno sugieren que el acuerdo está en su etapa final.
“Hay un entendimiento compartido sobre la necesidad de continuar adoptando un conjunto consistente de políticas monetarias, fiscales y cambiarias, mientras, muy importante, avanzamos en las reformas para el crecimiento”, dijo el FMI.
Durante una presentación este jueves en Mendoza, Caputo afirmó que “nos pusimos de acuerdo en la continuidad del programa económico”, tras lo cual enfatizó que el “FMI no pidió ninguna devaluación”.
Dado que ambas partes comparten el rumbo, la discusión central es que grado de libertad se le dará al gobierno para que utilice los dólares que le serán enviados.
Caputo estimó que dado el trámite parlamentario y la burocracia interna del FMI la firma se concretará durante este primer cuatrimestre.
En el gobierno dan por hecho que una vez que se cierre el debate en Buenos Aires, Washington hará lo suyo para que los votos positivos se den en tiempo y forma. Descuentan que tendrán la ayuda de Donald Trump, a través del secretario de Tesoro Scott Bassent, quien maneja los votos de los Estados Unidos en el organismo.