El Senado bonaerense dio este martes media sanción al polémico proyecto que habilita la reelección indefinida de legisladores provinciales y concejales. También se incluye a los consejeros escolares.
Tras un empate de 22 votos a favor y 22 en contra, la vicegobernadora Verónica Magario utilizó su voto de calidad para destrabar la sesión: “A diferencia de algunos largos años en la Argentina, mi voto es positivo”, declaró ante el recinto.
Ahora la iniciativa avanza hacia la Cámara de Diputados, donde continuará el debate.
Hasta ahora, la ley bonaerense limitaba a dos mandatos consecutivos la continuidad de representantes legislativos, concejales y consejeros escolares, normativa establecida en 2016 con votos de María Eugenia Vidal y Sergio Massa.
La reforma de 2021, conocida como Ley 15.315, había suavizado estas restricciones, pero el nuevo proyecto las elimina por completo, con la única excepción de los intendentes, que siguen sujetos a restricciones en su reelección.
El artículo fue presentado inicialmente por Unión por la Patria el 15 de abril y fue impulsado por un sector del kirchnerismo que cuenta con respaldo del peronismo provincial y aliados libertarios.
Su aprobación depende de la Cámara baja, que se perfila para una discusión intensa en los próximos días.
Divisiones internas y estrategia electoral
El apoyo al proyecto no fue unánime dentro del peronismo: aunque 19 de los 21 senadores de Unión por la Patria votaron a favor, hubo disidencias importantes. La senadora massista Sofía Vanelli rechazó la iniciativa, manteniéndose fiel a la postura de su espacio; mientras tanto, Federico Fagioli (Patria Grande, cercano a Juan Grabois) no solo se opuso, sino que tampoco había dado quórum en abril, alegando que “cuando el pueblo la está pasando como el orto, no puede ser que la política se mire el ombligo”.
El cuórum se logró gracias al respaldo de senadores libertarios disidentes, de sectores radicales y del PRO, quienes, aunque votaron en contra, habilitaron que la sesión se realizara.
El voto de calidad de Magario se convirtió en la clave que desencadenó el avance de la ley.
La aprobación fue calificada por la oposición como “un retroceso institucional”, una maniobra para perpetuar privilegios legislativos. Malena Galmarini (Frente Renovador) advirtió: “Atornillados a sus sillas […] la alternancia política es base de una democracia fuerte”.
En similares términos, Florencio Randazzo lamentó que en lugares donde “la inseguridad, la educación y la salud están en crisis, los senadores se ocupan de asegurarse la reelección”
El bloque PRO también cuestionó con dureza la medida, alertando que va contra el espíritu de la ley 14.836 de 2016 y destruye el principio republicano de alternancia.
La Libertad Avanza denunció a los legisladores como “la casta”, acusándolos de usar el Senado para “votarse curros para perpetuarse en el poder”.
Un escenario electoral en ebullición
La media sanción coincide con negociaciones en el oficialismo por reformas electorales, en especial la suspensión (fracasada) de las Paso, lo que generó rumores sobre un canje entre ambos proyectos.
La discusión llegará a Diputados con el calendario electoral provincial ya en marcha: el cierre de listas está previsto para el 19 de julio, y ese apuro electoral fue citado por detractores como Federico Fagioli.