La que pasó fue una semana de reuniones y encuentros sorpresivos que tuvieron un denominador común: el protagonismo del gobernador Juan Schiaretti.
Si bien la que más interés generó fue la cena en la casa del exgobernador salteño Juan Manuel Urtubey, en la localidad bonaerense de San Isidro, y que reunió a un ecléctico grupo de opositores al Gobierno nacional, la charla a solas que tuvieron Jorge Capitanich y Schiaretti en el principal despacho del Panal también estuvo plagada de condimentos.
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En primer lugar, porque es infrecuente que el mandatario cordobés se muestre con dirigentes o funcionarios alineados al kirchnerismo.
El chaqueño Capitanich es en la actualidad un hombre del Frente de Todos que tiene la característica de dialogar tanto con Alberto Fernández como con Cristina Fernández. En el Panal contaron que, ante el pedido de audiencia de un gobernador colega, lo que corresponde es recibirlo.
También dejaron trascender que Schiaretti y Capitanich hablaron de la difícil coyuntura política y económica que atraviesa el país. Y que compartieron los trazos gruesos del cuadro de situación.
Sin embargo, un encumbrado miembro del gobierno provincial fue más allá. En una reunión privada que mantuvo esta semana, y ante varios presentes, lanzó: “Capitanich vino a Córdoba a buscar un plan económico”.
El mismo hombre, con responsabilidades varias e importantes en el Estado provincial, remarcó la “buena sintonía” que comienza a haber entre Schiaretti y dirigentes nacionales del radicalismo.
Ese subrayado fue hecho dos días antes del asado en la casa de Urtubey que volvió a juntar a Schiaretti con el jujeño Gerardo Morales, líder nacional de la UCR.
Fuerte controversia por la estatua a Nuccetelli en la plaza San Martín
“La Comisión Provincial de la Memoria, y Espacios de Memoria de Córdoba, expresan su más profundo rechazo al homenaje impulsado por la Municipalidad de Córdoba a Amadeo Nuccetelli, y más aún al emplazamiento de una escultura en las inmediaciones de la plaza San Martín”.
Con este mensaje difundido en las redes sociales, el principal colectivo de Derechos Humanos de la provincia cuestionó la decisión del Palacio 6 de Julio y del Concejo Deliberante de homenajear con una estatua al expresidente de Talleres en pleno centro de Córdoba.
Las organizaciones remarcaron que “por más de 40 años esa plaza fue poblada de madres y abuelas en sus rondas de los jueves”.
“Consideramos de suma gravedad y una afrenta a la lucha por memoria, verdad y justicia que el municipio tome en sus manos el homenaje póstumo a quien mancilló al fútbol cordobés poniendo su cargo de presidente de uno de los clubes más grandes de Córdoba a disposición del genocida condenado Luciano Benjamín Menéndez y del Tercer Cuerpo de Ejército durante los años luctuosos del terrorismo de Estado”, fue otro de los mensajes en Twitter, que estuvo acompañado de una foto en la que aparecen Nuccetelli y Menéndez.
El lunes pasado, la Municipalidad difundió fotos y declaraciones del intendente Martín Llaryora y de su vice, Daniel Passerini, al descubrirse una escultura al frente de la sede del club, a pasos de la plaza San Martín.
En la ocasión, Llaryora definió el homenaje a Nuccetelli como “un acto de justicia histórica” y definió al expresidente del club como “un hombre que puso su vida en defensa del deporte de Córdoba y del interior del país”.
Las organizaciones de Derechos Humanos lamentaron “que el Concejo Deliberante y el Ejecutivo Municipal, que tan claramente han expresado su compromiso con la memoria, la verdad y la justicia, hayan pasado por alto aquella complicidad”.
Los límites del alambrado “alto” del PJ cordobés
Luego de la incursión del gobernador Juan Schiaretti por Capital Federal, donde participó de una cena reservada con dirigentes opositores y de un evento público con Horacio Rodríguez Larreta y Omar Perotti, entre otros, se volvió a hablar sobre la eventual proyección nacional del mandatario cordobés.
Un peronista que conoce a Schiaretti desde hace más de cuatro décadas se mostró pesimista sobre el futuro político del gobernador, aunque elogió su gestión.
“‘El Gringo’ es un gran gobernador y ganó con gestión la alta valoración que tiene entre los cordobeses. Pero no le veo proyección nacional por varios motivos. El primero es personal. No sé si tiene ganas de hacer una campaña nacional. Y segundo, por su fuerte oposición al Gobierno nacional; en el PJ le picaron el boleto: lo consideran casi un macrista”, evaluó el dirigente, hoy alejado de las discusiones de poder en el oficialismo provincial.
El peronista remató su análisis con una frase del expresidente Eduardo Duhalde, dicha en una sobremesa en un restaurante porteño hace ya varios años, cuando aún vivía José Manuel de la Sota.
“‘El Gallego’ (De la Sota) y ‘el Gringo’ (Schiaretti) alambraron tan alto al PJ cordobés que quedaron atrapados en la provincia. Me parece que esa frase definía la situación de De la Sota y ahora la de Schiaretti”, concluyó el experimentado peronista, antes de pedir la cuenta en un concurrido café de Nueva Córdoba.
Movimientos en el radicalismo cordobés
Quien recuperó actividad rosquera en las últimas semanas es Mario Decara, defensor del Pueblo de la Provincia.
Aunque está impedido de participar en política, siempre es un dirigente de consulta en el radicalismo, no sólo porque está al frente del principal organismo estatal que hoy tiene la oposición; también incide el diálogo permanente que mantiene con los funcionarios peronistas de su generación.
En diversas reuniones reservadas, Decara analizó el escenario electoral.
“Está entusiasmado, ve una posibilidad cierta”, dice uno de sus colaboradores más estrechos al describir de qué habla Decara con sus comensales. Aunque el colaborador del defensor lo niega, otros dirigentes del radicalismo ven la sombra de Decara detrás del proyecto Córdoba Abierta, un núcleo en formación que comanda Fernando Montoya.
En una nota publicada en La Voz, Montoya aseguró que la intención de quienes integran el incipiente núcleo no es competir, sino “juntar a los radicales”.
Sin embargo, dirigentes de este espacio en formación aseguran que en caso de que haya que ir a internas, Montoya buscará convencer a Decara de que deje la Defensoría para ponerse al frente de una candidatura a gobernador que esperan nutrir con intendentes.
Gremios estatales, a la carga por efectivizaciones
Los gremialistas veteranos tienen un olfato especial para anticiparse a los hechos políticos. Este año no es electoral, pero se sabe que en el Gobierno provincial ya están trabajando para poner en marcha el aceitado aparato del PJ cordobés pensando en asfaltarle el camino para la candidatura a gobernador al intendente Martín Llaryora.
En ese contexto, Domingo Ovando -titular del gremio de los jerárquicos Unión del Personal Superior (UPS)- ya comenzó el reclamo para la efectivización de los contratados que pertenecen a su entidad.
“El Estado provincial debe terminar con la precarización de sus trabajadores. Los contratados deben ser por un período muy corto. La efectivización es un derecho de cualquier buen trabajador”, dijo el gremialista, quien siempre tiene buen diálogo con el Centro Cívico pero que percibe cuándo es el momento para reclamar, especialmente en los umbrales de un año electoral.
Otro veterano gremialista que tiene lectura política para presionar es José Pihen, legislador provincial y titular del SEP.
El 30 de marzo pasado, Pihen le puso la firma a un documento en el cual su gremio reclamó que sean “reubicados” todos los contratados que cumplieron tareas en los vacunatorios públicos que comenzaron a cerrarse ante la baja de la cantidad de contagios de Covid.
