El tema preocupa en la Casa Radical. Y hay conciencia de que en los próximos meses el debate se instalará fuerte.
Sucede que la discusión por la re-reelección se viene, y en el radicalismo buscan unificar posturas, para evitar fisuras como la que tuvo lugar a finales del año pasado en torno al debate por la legalización del juego online.
Hace unas semanas, en una conversación cuyo contenido se mantuvo en reserva, integrantes del Foro de Intendentes Radicales se comprometieron ante legisladores provinciales del partido a no pedir públicamente la derogación de la prohibición del límite de doble mandato consecutivo para los gobiernos locales sin carta orgánica.
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Hay más de 50 jefes comunales e intendentes de ese espacio que en 2023 no podrán presentarse como candidatos por efectos de la ley que se votó en 2016.
El peronismo carga con casi 200 funcionarios en esa situación, y hay una fuerte presión para derogar la normativa vigente.
La especulación del Gobierno es compartir con los radicales el costo de modificar la ley, como lo hizo, por ejemplo, la provincia de Buenos Aires en diciembre pasado.
El ámbito en el que ya se habla informalmente del tema es la Mesa Provincia-Municipios. Precisamente, el compromiso del Foro de Intendentes de la UCR ante legisladores de su partido es de no presentar en esa mesa un petitorio formal para cambiar la norma.
El tema de la “re-re” también atañe a los intendentes del PRO. Como los radicales, en principio, la idea es no compartir el costo político de plantear cambios, sino que sea el PJ el que cargue con eso.
Así quedó establecido en las reuniones que la semana pasada mantuvo Patricia Bullrich con dirigentes locales “amarillos”.
Gestiones políticas por el PPP en el Congreso
Natalia de la Sota presentó su primer proyecto como diputada nacional. Se trata del Programa Primer Paso (PPP), un histórico plan de capacitación laboral que hace 20 años creó su padre, el entonces gobernador José Manuel de la Sota.
El programa fue elogiado por el entonces ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo, quien ahora también es diputado nacional por Buenos Aires. El radical Rodrigo de Loredo también prometió en la campaña impulsar una propuesta similar.
Natalia de la Sota dijo que ya está trabajando para conseguir el respaldo de sus pares del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio. La hija del exgobernador tiene algunos contactos que le pueden jugar a favor: su buena relación con Sergio Massa, presidente de la Cámara de Diputados, e incluso con el presidente Alberto Fernández.
El propio jefe del Estado ha dicho que su intención es reformular los planes sociales para los desocupados. El PPP demostró en Córdoba ser una buena herramienta.
Pero la diputada peronista cordobesa tiene una gran contra: el cristinismo duro la identifica con el gobernador Juan Schiaretti, el peronista más opositor al Frente de Todos. No obstante, Natalia de la Sota muestra en privado un gran optimismo de que el proyecto sea finalmente convertido en ley nacional. Su gran desafío es convencer al cristinismo y a muchos legisladores de Juntos por el Cambio.
Primera incursión de Llaryora en el interior
La excusa fue la invitación del intendente Juan Manuel Llamosas para que Martín Llaryora participara en Río Cuarto del encuentro musical Otoño polifónico, que se realizó el viernes pasado. Sin embargo, el dato político es que fue la primera incursión del intendente capitalino en el interior, con su inocultable traje de candidato a gobernador por el oficialismo provincial.
Antes del encuentro musical, Llaryora se reunió con intendentes de los departamentos Río Cuarto y Unión. El gestor del encuentro fue el diputado nacional Carlos Gutiérrez, una de las espadas políticas del gobernador Juan Schiaretti.
También estuvo el diputado nacional Ignacio García Aresca, un llaryorista puro, quien tendrá mucho que ver en el armado político en el interior de la candidatura provincial del intendente capitalino.
Las fotos y los gestos de buena sintonía entre Llaryora y Llamosas también alimentaron las versiones que ya circulan en el PJ y que indican que el intendente riocuartense es uno de los peronistas que tiene muchas chances de ser compañero de fórmula.
No obstante, los llamosistas dicen que el riocuartense se lanzará pronto como precandidato a gobernador.
Otro dato político traspasó la frontera del evento musical: en el concierto participó la Sinfónica de Villa María, que tiene el respaldo del municipio villamariense, gobernado por Martín Gill, otro peronista que ya se anotó en la carrera por la sucesión del gobernador Schiaretti.
Como ya lo está haciendo con el área Metropolitana del Gran Córdoba, a partir de la gestión municipal Llaryora busca consolidar su imagen como el sucesor “natural” de Schiaretti.
Detrás de la gestión, asoma con fuerza la estrategia de instalación provincial de Llaryora, pensando en 2023
La grieta piquetera, presente en la marcha del 24 de marzo
Son conocidas las diferencias entre las agrupaciones piqueteras a nivel nacional y también en Córdoba. Esas posturas quedaron reflejadas el jueves pasado en la multitudinaria marcha de repudio al golpe militar de 1976, que se concretó en el Centro de la ciudad de Córdoba.
El Polo Obrero –brazo piquetero del Partido Obrero– encabezó una columna con banderas y cánticos en contra tanto del Gobierno nacional como del Gobierno de Córdoba.
El Movimiento Evita, en tanto, aportó más de dos mil militantes a la columna del PJ que encabezó Alejandra Vigo, junto con varios funcionarios provinciales y municipales, y legisladores oficialistas.
El “Evita” integra formalmente Hacemos por Córdoba y suele ser centro de las críticas de las agrupaciones locales de izquierda.
Las diferencias son tan importantes que el Movimiento Evita y los dirigentes del PJ provincial acompañaron a los organismos de derechos humanos hasta la esquina de Colón y General Paz, evitando de ese modo encontrarse con las agrupaciones de izquierda, que concretaron su acto en la plaza frente al Patio Olmos.
“Si se encontraban en las calles, podía haber problemas, porque no se pueden ni ver”, explicó un dirigente peronista sobre la tensa relación que mantiene “el Evita” con las agrupaciones de izquierda.
