En medio de la euforia por la participación de la selección argentina en el Mundial de Qatar, el gobernador Juan Schiaretti sigue trabajando para buscar una proyección nacional, que por ahora es incipiente.
En este espacio se informó que el gobernador busca una reunión con un sector de la CGT nacional. Esta semana, Schiaretti se volvería a reunir con Armando Cavalieri, quien está trabajando para armarle un encuentro con al menos dos de los tres secretarios generales de la central nacional: Héctor Daer y Carlos Acuña.
Además, los operadores nacionales del schiarettismo gestionan un encuentro del gobernador con el diputado nacional Facundo Manes, un dirigente con el cual tiene muy buena sintonía.
No hay confirmación de fechas, pero la idea sería que en un próximo desembarco de Schiaretti en Capital Federal se concreten estos dos encuentros políticos, en su anhelo de hacer pie en el escenario político nacional.
El panorama quedó ciertamente convulsionado por el renunciamiento público a ocupar cargos electivos que realizó el martes pasado la vicepresidenta Cristina Fernández, tras ser condenada por corrupción a seis años de prisión e impedida de por vida para presentarse a puestos públicos.
Un deloredista se “cortó solo” y adelantó la fecha de votación
Sorpresa (y malestar) causó en las huestes de Rodrigo de Loredo el hecho de que Gustavo Bottaso, intendente de Hernando y uno de los históricos aliados del precandidato a gobernador, convocara a elecciones municipales para el próximo 26 de marzo, despegadas de los comicios provinciales que aún no tienen fecha.
Bottaso no puede postularse para un tercer período pero, como ocurrió en Marcos Juárez con Pedro Dellarossa, será el gran elector.
En ese contexto, Bottaso explicó que su jugada no busca descalzar a su histórico aliado, sino garantizar su territorio y, ya ganador, proyectarse con la mira puesta en la lista de legisladores.
“No le pedimos a ningún intendente que se suicide y que ponga en riesgo lo que gobierna”, dijeron cerca de De Loredo, aunque admitieron que no es una buena señal hacia el resto de los intendentes radicales.
Como se recordará, La Falda, otra localidad administrada por Juntos por el Cambio, fue la primera en desmarcarse de la contienda provincial y votará en marzo. Nadie se anima a descartar una ola de intendentes radicales que anticipen los comicios.
Una duda que crece: ¿quién será la segunda autoridad de la Unicameral?
Quedan tres sesiones y, antes de que termine este período legislativo, la Unicameral de Córdoba deberá cumplir con la sesión preparatoria y elegir a las autoridades de cámara para 2023.
Con la salida de Oscar González, quien renunció como presidente provisorio y luego fue suspendido hasta tanto la Justicia se expida sobre su participación en el siniestro vial que protagonizó, se abre un nuevo escenario. En especial, sobre quién será elegido para este cargo en el último año del gobierno de Juan Schiaretti, puesto que desde hace años era confiado a González.
Dentro del bloque hay quienes aseguraron que Francisco Fortuna seguirá al frente de la presidencia del bloque de Hacemos por Córdoba.
“Fue quien estuvo al frente en las declaraciones tras la salida de Oscar; estuvo presente en las reuniones con el conflicto de Salud; es el más respetado”, confió un legislador oficialista.
La intriga está puesta entonces en si Hacemos por Córdoba sostendrá a Nadia Fernández en la presidencia provisoria, cargo que asumió tras la renuncia de González a este puesto.
“Está haciendo ‘buena letra’; sabemos en el bloque que tiene un carácter fuerte”, dijo otro oficialista. Fernández presidió el miércoles último la sesión ante la ausencia del vicegobernador Manuel Calvo, de viaje.
Si no es Fernández, hay quienes especulan con que algún ministro del Ejecutivo con licencia en la Unicameral tome el segundo lugar de importancia en el Poder Legislativo.
La jugada de ATE para tallar con más fuerza en la discusión paritaria
El conflicto salarial en los hospitales provinciales dejó entre funcionarios del Gobierno provincial una conclusión clave respecto de la próxima paritaria, que se iniciará en febrero: luego del reclamo inicial, la protesta fue fogoneada por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), un gremio que tiene personería y podría sentarse en la misma mesa que sus adversarios: el Sindicato de Empleados Públicos (SEP), que comanda José Pihen.
Para que la Provincia les coloque silla en esa mesa, ATE debería aumentar considerablemente su cantidad de afiliados en el sector Salud. Si no, la otra posibilidad sería una “decisión política” del propio gobernador, quien prefiere continuar negociando con Pihen.
ATE reclama “pluralidad sindical” en la negociación, y por eso presiona.
La estrategia del Gobierno no es nueva ni secreta: consideran que una vez que los aumentos otorgados estén en los bolsillos de los profesionales, y estos a su vez comparen lo que perciben sus colegas en la Municipalidad de Córdoba y en el sector privado, el conflicto estará políticamente resuelto y el colectivo que sostuvo la protesta, sin la pata profesional.
