Por ahora, la cuestión no pasó de las quejas que se expresaron en un par de reuniones virtuales. Intendentes del interior que abrevan en el espacio del Frente de Todos marcan que son “discriminados” por el Gobierno provincial en el reparto de programas sociales y de obras.
Aunque tampoco brindan nombres, legisladores provinciales y dirigentes que están en el espacio albertista que conduce el senador Carlos Caserio advierten sobre la “caída” de contratos de agentes que les responden.
“Si quieren guerra, hay que pedirle al Gobierno nacional que nos defienda, porque la Casa Rosada está mandando mucha plata a Córdoba”, se quejó un intendente del sur en una de las reuniones por Zoom.
En este contexto, no sorprendió que un mes atrás, en un acto en la ciudad de Córdoba, Caserio hasta amagara con armar un bloque propio de legisladores del Frente de Todos.
En la interna del PJ, dicen que se trató de un mensaje del experimentado dirigente de Villa Carlos Paz hacia el Centro Cívico para que cesaran estas supuestas prácticas de “apretar” a los intendentes y legisladores que responden al Gobierno nacional.
En la Legislatura, hubo conversaciones entre legisladores schiarettistas y caseristas para tratar de que la sangre no llegue al río, porque aún falta mucho para las elecciones e incluso para las definiciones de candidaturas.
Hasta el vencimiento del plazo para inscribir alianzas, se mantendrá la incógnita sobre si habrá una o dos listas peronistas en la provincia para las elecciones legislativas.
Por ahora, son amagues. La “guerra” entre peronistas cordobeses podría venir más adelante.
Una reunión que cayó mal en la nueva conducción de la UCR
“Podrían haber esperado a que asumiéramos”. La frase le pertenece a un negrista que no ocultó la molestia que les causó que representantes de Sumar dejaran trascender una reunión que mantuvieron con Luis Juez, días atrás, antes de que Marcos Carasso tomara control del Comité Central de la Unión Cívica Radical.
Del cuestionado encuentro participaron Juez, su hermano Daniel y, por los radicales de Sumar, Rodrigo de Loredo, Javier Bee Sellares, Orlando Arduh y el angelocista Javier Fabre.
“No lo esperábamos. Estamos buscando acercar posiciones y nos encontramos con esta reunión. Priorizan juntarse con nuestros socios externos en lugar de con su propio partido”, se quejaron.
Cerca del negrista Marcos Carasso consideran que este tipo de cuestiones son señales que el partido no debería dar.
“Primero tenemos que unirnos nosotros, recobrar la confianza y luego negociar con los socios sobre las listas legislativas”, analizó un hombre con trato directo con el diputado Mario Negri.
Entre los negristas, sin embargo, predomina la creencia de que ese sector del radicalismo jamás cerraría un acuerdo con el líder del Frente Cívico.
La interna del PJ también divide aguas en el gremialismo local
La probable pulseada electoral entre el PJ cordobés y el Frente de Todos también divide aguas en el gremialismo cordobés, sobre todo entre los estatales.
José Pihen, titular del SEP y de la CGT-Regional Córdoba, está dentro del peronismo oficial y trabajará para los candidatos schiarettistas.
Lo mismo ocurre con Domingo Ovando, jefe de los empleados jerárquicos provinciales. En una reunión virtual con sus afiliados en los últimos días, el gremialista jugó fuerte a favor de Juan Schiaretti, en la diferenciación de este con la Nación.
“Podemos discutir fuerte en las paritarias, pero en lo político tenemos que respaldar a nuestro gobernador en su disputa con el kirchnerismo. Yo nunca voy a estar con un gobierno que quiere liberar a los corruptos presos”, dijo Ovando.
En la otra vereda, Juan Monserrat, titular de la UEPC –el gremio más numeroso y díscolo con el Gobierno provincial– integra el espacio que lidera el senador Carlos Caserio.
En diciembre pasado, en un acto del Frente de Todos, Monserrat fue muy duro con Schiaretti. “No podemos entender que un gobernador peronista extorsione al Gobierno nacional pidiendo plata para la Caja para respaldar leyes que necesita nuestro presidente”, dijo el sindicalista docente.
En tanto, el massista Pablo Chacón y el metalúrgico (UOM) Rubén Urbano, que juntos comandan el Movimiento de Trabajadores de Córdoba, están más cerca del Gobierno nacional, pero por ahora no militan en el Frente de Todos.
Los liberales, en pausa con el armado
Republicanos Unidos, espacio que integran Ricardo López Murphy y Yamil Santoro, paralizó negociaciones para armar un frente electoral hasta que el economista José Luis Espert aclare su situación, tras ser relacionado con “Fred” Machado, empresario acusado de lavado de dinero que le facilitó un avión y cayó preso en Neuquén.
Machado fue detenido hace dos semanas, en un operativo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Está acusado de presunto lavado de dinero y tráfico de estupefacientes en Estados Unidos, país del que se habría escapado.
Es un empresario que fue vinculado a Espert durante la campaña de 2019, cuando el economista se postuló para presidente.
Fue visto en un acto suyo en Río Negro y le facilitó un avión para trasladarse. Desde el entorno del economista, aseguran que no existe relación alguna entre ambos.
Los liberales piensan en armar una gran interna para ir a una lista de unidad que les dé mayores chances electorales este año y de cara a 2023.
Y aseguran que cuando esto pase, avanzarán para llegar unidos a octubre (o noviembre), cuando se hagan las elecciones.
