Empoderado por Karina Milei y Martín Menem, Gabriel Bornoroni lleva en su valija el sello que más cotiza en estos días: La Libertad Avanza. Para otorgarlo, el jefe del bloque oficialista en Diputados y terminal de la estructura que comanda la Anses y el Pami reclama “lealtad absoluta y coherencia total con las ideas de Javier”.
El plan de Bornoroni choca de frente con el de Agustín Spaccesi –legislador y libertario desde antes de la irrupción de Milei–, quien pide una “construcción política inteligente” y, sobre todo, “leal a las ideas de la libertad”. “No somos manada”, dice Spaccesi y reclama una “competencia libre” para posicionar candidatos del liberalismo en el marco de una “coalición de ideas” de los partidos del liberalismo argentino, incluyendo entre estos a La Libertad Avanza, pero no como única escudería.
Bornoroni dice que no hay posibilidades de posturas intermedias en el oficialismo nacional. “No hay lugar para los grises, la tibieza no llevó a esta Argentina. La Libertad Avanza, el partido del Presidente, defiende las ideas y convicciones de Javier Milei. Acá no se puede votar ‘lo que me parece’”, dice Bornoroni al defender su estilo de construcción política convalidad por Karina Milei, quien hace una semana le levantó la mano como proyecto de gobernador para 2027.
Bornoroni, de campaña
“Ya estoy recorriendo la provincia con el objetivo de que LLA tenga candidatos propios en toda la provincia, para darle a los cordobeses la posibilidad de votar lo distinto; una alternativa real para cambiar la provincia”, dice Bornoroni a punto de entrar a un mitin en Alta Gracia.
“Javier Milei tendrá la posibilidad de decirle a los cordobeses ‘estas son las personas que aporto desde mi partido, La Libertad Avanza, para cambiar Córdoba’”, promete Bornoroni, reacio a la construcción de coaliciones con otros sellos, como el Frente Cívico o la UCR, pero tampoco con los liberales con “prácticas de la vieja política”.
Para Spaccesi, en cambio, el “unicato” que representa Bornoroni y su estructura –Andrés Bauzá y Marcos Patiño Brizuela, sus socios “de confianza”, conducen la Anses y el Pami en Córdoba– es “un error” para la construcción política. “No hay ningún caso en que se pueda armar una estructura sustentable con un único delegado; nos sorprende que se haga una maniobra tan poco inteligente”, dice el legislador libertario.
Quienes resisten la comandancia de Bornoroni resaltan el nexo de Andrés Bauzá, hijo de Eduardo Bauza, quien ocupó cargos clave durante los gobierno de Carlos Menem, con los primos Martín y “Lule” Menem, sobrinos del fallecido expresidente. En otras palabras, rebajan la capacidad de Bornoroni a la de un delegado de los Menem.
La coalición libertaria
Un día después de que Bornoroni bloqueara el ingreso de otros libertarios al acto con Karina Milei, Spaccesi inauguró “La casa de la Libertad” en la histórica casona de Deán Funes 228, donde funcionó durante años la Ucedé y, luego, el PRO y hasta la junta electoral del extinto Juntos por el Cambio.
Ahora, el consorcio del inmueble lo integran, además de la Ucedé, el Partido Libertario de Spaccesi; el Partido Demócrata y la Fundación LiberAR. Hay una invitación para que se sume Republicanos Unidos.
Con esa “usina” liberal-libertaria, Spaccesi reclama un mecanismo de competencia por las candidaturas. “Estamos en un problema si los liberales no queremos competir”, dice con ironía.
“No es un mérito haber llegado al liberalismo mucho antes que Bornoroni, nuestro mérito es haber sostenido la coherencia de las ideas desde que comenzamos en política, en 2017; y la vamos a seguir sosteniendo. Estábamos acá mucho antes del cierre de las listas”, dice Spaccesi.
No es menor en el mundo libertario el impacto que tiene la diatriba de “El Presto”, el youtuber que encara Eduardo Prestofelippo, cercano desde siempre a Spaccesi. Hace algunos días publicó en su canal de casi 500 mil suscriptores el video “La Libertad Avanza y los polémicos personajes que Karina Milei mete en las listas”. No se habló de Córdoba, sino de El Dipy, pero la señal crítica hacia “el Jefe” fue clara.
“Las candidaturas se definirán en su momento”, anticipa Bornoroni, con la confianza que da tener la lapicera del partido del Presidente. “No estoy para decir lo políticamente correcto, sino par decir la verdad: estamos por las ideas de Javier, no para usar la marca de La Libertad Avanza”, dice el diputado nacional.
Es un tiro por elevación a Spaccesi quien en las elecciones provinciales del año pasado se postuló por La Libertad Avanza, aparentemente sin el aval de Karina Milei, y logró apenas el 2,5 por ciento de los votos.
A diferencia de Bornoroni, Spaccesi sí cuestiona decisiones políticas (no las económicas) de Milei. “La lealtad absoluta que reclama Gabriel (Bornoroni) no es propia del liberalismo, pero es lógico que él no lo sepa”, chicanea el legislador provincial respecto de la estrategia del bendecido por Karina. Spaccesi preferiría que de la política también se encargue el Presidente. “Desprecia lo partidario, pero eso genera problemas en el Congreso”, dice Spaccesi.
Juez, De Loredo y los nuevos libertarios
“Acá no hay espacio para ‘este es mi límite’”, dice Bornoroni, el responsable de La Libertad Avanza en Córdoba. Es un mensaje directo a Luis Juez y a Rodrigo de Loredo, quienes en el Congreso expresaron su rechazo a los ajustes sobre jubilaciones y el presupuesto universitarios, pero coquetean con el jefe del Estado y estimulan un acuerdo electoral.
Para Bornoroni, la “lealtad” debe ser la columna de la construcción del mileísmo, y los “dialoguistas” no cumplen con esa condición sine qua non. “Hay que dejar de decir lo políticamente correcto para decir la verdad”, les pide Bornoroni, quien no cierra la puerta a un acuerdo.
Pese a la interna libertaria, Juez es un límite infranqueable para Spaccesi: ”Él estuvo enfrentado durante décadas con las ideas de la libertad, alcanza con repasar su discurso cuando votó a favor de la expropiación de YPF”, chicanea. En cambio, es permeable a un acuerdo con De Loredo: “No es liberal, no es libertario, pero sí es razonable”, dice Spaccesi del jefe radical.
Para Spaccesi, el “límite” con los radicales lo constituyen “los amigos de Mestre”, en referencia al exlegislador y exfuncionario municipal Marcelo Cossar, quien ahora busca un acercamiento con Milei y celebra los logros del Gobierno nacional respecto de la inflación.
Gregorio Hernández Maqueda, histórico delegado de Elisa Carrió en Córdoba hasta hace algunos meses que se declaró seguidor de Milei, también genera polémica en el mundo libertario cordobés. ”Ahora se quieren subir a La Libertad Avanza algunos que hasta hace algunos meses trataban a Milei de ‘fenómeno barrial”, dice Bornoroni refiriéndose a los ex Juntos por el Cambio, aunque sin hacer ningún nombre propio.
“Este es un partido nuevo, con mucha gente que no viene de la política, por lo que debe haber una directriz clara respecto de la conducción y el liderazgo; acá es blanco o negro, no como en la vieja política”, dice Bornoroni, jefe de La Libertad Avanza en Córdoba por decisión de Karina Milei. .
