La campaña del intendente de Córdoba, Martín Llaryora, entró en una etapa de aceleración con el gobernador Juan Schiaretti metiéndose de lleno y pidiendo el voto para el candidato de Hacemos por Córdoba. Mientras eso sucede, al mismo tiempo el llaryorismo alienta su operativo para sumar a dirigentes radicales y del PRO.
En su visita ayer a Río Tercero, Schiaretti accedió a hablar de la campaña y hasta pidió a los habitantes de esa ciudad que acompañaran a Llaryora en los comicios provinciales.
Aunque cuando le preguntaron qué día convocará a elecciones, no dio detalles. “Todavía no lo tenemos previsto”, respondió el mandatario, y de inmediato volvió sobre el pedido de apoyo para Llaryora.
“Todo este progreso de Córdoba necesita ser mantenido. Y al progreso que está teniendo nuestra Córdoba, con mi gobierno, hay que incorporarle las cosas de los nuevos tiempos. Y la persona indicada para seguir haciendo progresar a Córdoba e incorporar lo que indican los nuevos tiempos es Martín Llaryora, que es mi candidato a gobernador”, dijo Schiaretti.
“Les pido a todos los habitantes de Río Tercero que lo apoyen”, cerró.
La frase de Schiaretti fue tomada de inmediato por los llaryoristas como el comienzo más duro de la campaña, con el gobernador en el interior provincial y con pedidos para que voten a su candidato.
“Esto arrancó con Río Tercero y seguirá. La idea es que el gobernador esté en cinco o seis localidades por semana y que (Manuel) Calvo (vicegobernador) esté en otras tantas”, contó ayer uno de los hombres de confianza del intendente de Córdoba.
“Martín estará en la semana a pura gestión y saldrá al interior los fines de semana. La idea es que en forma simultánea se den estas visitas al interior provincial. Incluso se habla de hacerlas coincidir”, confió el mismo dirigente.
Mientras avanza esta estrategia con recorridos por los departamentos (en los que Llaryora comenzó a pedirles a los intendentes de Hacemos por Córdoba que unifiquen las fechas de las elecciones municipales con las provinciales) hay un trabajo más fino que llevan adelante algunos ministros con dirigentes de la mesa chica del municipio capitalino.
Se trata de un pedido de Llaryora para que en su armado provincial cuente con dirigentes radicales y del PRO “descontentos” con Juntos por el Cambio.
Los apuntados desde el PJ
Desde la vereda del llaryorismo el “operativo seducción” está en pleno proceso y el diálogo está abierto con un número estimado de 12 a 15 opositores.
Desde el radicalismo, sin embargo, aseguraron que se trata de una operación de Hacemos por el Cambio para buscar instalar una pata radical para el candidato del oficialismo.
“Hay una decena de charlas abiertas. Esto es con paciencia”, confió otro dirigente llaryorista.
“Los radicales de Córdoba capital están muy cerrados, no creemos que desde ahí tengamos un pase. Pero sí de dirigentes del interior o segundas líneas”, confió uno de los precandidatos a intendentes por el PJ provincial.
“Quizá (Myrian) Prunotto (intendenta radical de Estación Juárez Celman estará. A Carlos Briner (intendente de Bell Ville) lo veo difícil. Y con Gustavo Santos hay muy buena onda, habla con Martín, pero hasta ahí... no para ir de vicegobernador o viceintendente”, agregó el dirigente llaryorista que apuesta más bien a que se logre una pata radical del interior.
También en el entorno de Llaryora reconocieron que hay buenas conservaciones con el presidente del bloque de legisladores de Juntos por el Cambio, el radical Orlando Arduh, y que hay quienes esperan sumar a Soher El Sukaria, diputada y dirigenta del PRO por Córdoba capital.
Desde el grupo de estos referentes de la oposición negaron que existan negociaciones de cara a las elecciones. Aunque reconocieron que hay diálogos políticos e institucionales con el intendente de Córdoba.
“De este lado, la respuesta es que no hay nada. En lo electoral, nada de nada. Se habla. Gustavo como Soher son dos personas que están dentro de Juntos por el Cambio y así se expresan. Los dos con sus objetivos y proyectos. Gustavo caminará todo febrero la provincia, y Soher la Capital”, confiaron desde el entorno de los dos dirigentes del PRO más abiertos a los diálogos con el oficialismo.
“Y Orlando también está en Juntos por el Cambio”, reforzó la misma fuente.
