Al criptogate le siguió la entrevistagate. El gobierno libertario no tiene paz en los últimos días, cuando los números de la macroeconomía le sonríen. A la inexplicable intervención del presidente Javier Milei en el resbaladizo negocio de la criptomonedas, del viernes pasado, le siguió el escándalo por la filtración de la entrevista acordada, de dimensiones impensadas, sobre todo en el inabarcable mundo de las redes sociales, en el cual el gobierno libertario siempre se sintió como pez en el agua.
El jefe del Estado intentó el lunes una defensa mediática su de derrape cripto, con una entrevista pactada con el periodista Jonatan Viale, del programa ¿La ves?, de TN, que terminó por disparar otro escándalo mediático de proporciones quizás más fuerte que el embrollo inicial en el cual se metió Milei.
La difusión –aparentemente accidental– del “crudo” (sin editar) de la entrevista de Viale a Milei mostró una inoportuna intervención del influyente asesor presidencial Santiago Caputo, quien interrumpió la grabación, ante una pregunta que consideró incómoda para el Presidente.
Esta situación que se viralizó generó una inesperada interna en el corazón de la gestión libertaria, entre el vocero Manuel Adorni y Santiago Caputo, en una área muy sensible, la comunicación oficial, que hasta el momento venía invicta, utilizando un lenguaje boxístico.

El Gobierno les ganaba por nocaut a sus opositores, detractores y enemigos en el campo de la comunicación, que incluye a las activas redes sociales.
Desde la exitosa campaña electoral de los libertarios, Santiago Caputo fue el cerebro de la comunicación, primero de La Libertad Avanza y ahora del Gobierno.
Algunos periodistas, como el reconocido columnista de La Nación Carlos Pagni, bautizaron a Caputo como “el Mago del Kremlin”, en alusión a las similitudes entre su estilo y el personaje Vadim Baranov de la novela homónima, inspirado en Vladislav Surkov, estratega del presidente ruso Vladimir Putin.
Ya con el Milei en el poder, el aparato de comunicación, con activa participación en las redes sociales, siguió siendo un factor decisivo en favor del Gobierno.
Caputo y Manuel Adorni son el cerebro y el corazón de la exuberante actividad comunicacional de la gestión libertaria.
El vocero presidencial es quien más pone la cara por el Gobierno, mientras que Caputo maneja todo desde las sombras, desde su extraño lugar sin cargo oficial: es empleado con factura (“facturero”, en la jerga laboral) de la Secretaría General de la Presidencia que conduce la dominante Karina Milei, hermana y brazo ejecutor del Presidente.
En los pasillos de la Casa Rosada, siempre se comentó que el asesor presidencial y el vocero nunca se llevaron bien.
Caputo se recuesta más en Karina Milei, aunque el Presidente siempre le dispensó una confianza absoluta, desde el año 2021, cuando el consultor se convirtió en el ideólogo de su disruptiva campaña como candidato presidencial.
Mientras que Adorni, un economista, que en los últimos años había incursionado mucho en los medios de comunicación, llegó al sensible cargo de vocero presidencial por la relación personal que construyó con Milei, precisamente, en los pasillos de los medios de comunicación.
Al igual que Milei, Adorni era un asiduo invitado a los programas televisivos y radiales de debate político y económico.
En ese ámbito, conoció a quien luego sería presidente, y quien lo llevaría a la cúpula del poder en la Casa Rosada.
Trayectorias
Santiago Caputo –porteño de nacimiento, de 41 años– siempre cultivó el bajo perfil. Comenzó su ascendente carrera como consultor político de la mano del ecuatoriano Jaime Durán Barba, el consultor que acompañó e influyó para que Mauricio Macri pasara de la presidencia de Boca Juniors hasta la quinta presidencial de Olivos.
Luego de independizarse de Durán Barba, Caputo armó su propia consultora, junto con su socio Guillermo Garat, un empresario y dirigente muy cercano al cristinismo, sobre todo a Eduardo “Wado” de Pedro.
Por su parte, Adorni –nacido en La Plata, cumple 48 años el 28 de febrero– es licenciado en Economía, aunque siempre trabajó en los medios de comunicación, además de tener su carrera como asesor de distintas empresas.
Tal vez el aspecto que más le atrajo a Milei de su perfil fue la activa participación del economista en los debates en las redes sociales.
En el año 2023, Adorni recibió el Martín Fierro al “mejor tuitero” de ese año. El propio Milei alguna vez admitió que ese título honorífico fue lo que lo impulsó a ofrecerle –nada más y nada menos– ser el vocero de su gestión presidencial.
Por ahora, sin cambios
En su conferencia de prensa de este martes, Adorni tiró dardos contra Santiago Caputo, pero en todo momento trató de quitarle dramatismo a la situación. El objetivo del vocero es que no escale el escándalo para salvaguardar al Presidente, no a su asesor.
“La interrupción de Santiago Caputo fue innecesaria, porque no había sucedido nada para interrumpir la entrevista, pero me parece que no es un tema tan grave”, argumentó Adorni.
El vocero presidencial descartó “por ahora” cambios en el gabinete. De todos modos, aclaró –por si hiciera falta– que el Presidente “es el dueño de las decisiones”.
“El equipo de asesores es una decisión del Presidente, porque son sus colaboradores directos. Entiendo que por ahora no tiene pensado hacer cambios”, dijo un lacónico Adorni, sin ejercer ninguna defensa sobre el influyente Santiago Caputo.
Unos minutos antes de las declaraciones públicas de Adorni, el diputado Miguel Ángel Pichetto, jefe del bloque Encuentro Federal, fue picante en un diálogo con radio Rivadavia, apuntando al entorno íntimo presidencial.

“Espero que el Presidente haga alguna depuración. Hay que tirar a alguno del camión”, aseguró Pichetto, un viejo zorro de la política, con más 40 años en cargos estatales.
El veterano dirigente peronista no dio nombres, pero no habría que descartar que hubiera apuntado a Santiago Caputo, quien, según el propio Milei ha reconocido, siempre le aconseja que se aleje de la casta. Pichetto es un fiel representante y no perdió la oportunidad de pasarle una factura al hoy debilitado consultor.
Nadie sabe adónde terminará el escándalo de las criptomonedas. Tampoco, cómo se resolverá la interna entre Caputo y Adorni. Lo cierto es que estalló una interna, entre el cerebro y el corazón de la hasta ahora exitosa política de comunicación libertaria.