Qué nivel de influencia y de poder en la toma de decisiones tendrá en el gobierno de Javier Milei el expresidente Mauricio Macri, comienza a ser una pregunta cada vez más relevante y oportuna en función de los fuertes vínculos que hay entre futuros funcionarios de la nueva administración y quien encabezó el gobierno nacional entre 2015 y 2019.
A Luis “Toto” Caputo, el seguro primer ministro de Economía de Milei, y a Patricia Bullrich, que volverá a liderar el área de Seguridad (el mismo cargo que tuvo en la gestión Macri), hay que sumarles al radical Luis Petri, con apetencias de liderar el Ministerio de Defensa, y a Cristian Ritondo, que pretende convertirse en el próximo presidente de la Cámara de Diputados.
Si bien Caputo ya se mueve en privado como si estuviera ejerciendo el cargo, aún no fue confirmado por Milei.
Algo parecido sucede con Bullrich, que ya le comunicó a los suyos su nuevo-viejo rol.
De todos modos, las confirmaciones no llegarán hasta que terminen de resolverse las posiciones de Petri, su compañero de fórmula presidencial, y de Cristian Ritondo, un “halcón” del PRO de la primera hora.
Para las resoluciones habrá que esperar a que Macri retome personalmente las negociaciones con Milei, algo que pasaría este sábado o este domingo, cuando el expresidente arribe al país de un viaje por Arabia Saudita.
“La relación entre Mauricio y Milei está hoy en un impasse. Macri presiona y la gente de Milei también. Hay tensión con los libertarios porque las presiones son muchas. Se está definiendo la correlación de fuerzas internas dentro del nuevo gobierno. Todos piden. Te suben y bajan en un instante”, cuenta una fuente del sector de Macri.
En el ala macrista del PRO consideran natural y coherente que la futura administración Milei se nutra de hombres y mujeres alineados con pasado cercano al fundador del PRO.
Recuerdan lo determinante que fue el apoyo que Macri y Bullrich le brindaron a Milei apenas 48 horas después de la derrota en la primera vuelta ante Sergio Massa, el momento de mayor zozobra que pasó la novel estructura de La Libertad Avanza.
“Mauricio hizo volar por los aires a Juntos por el Cambio y ahora ve que si Milei arma un buen equipo puede tener su revancha”, suma otro “amarillo” de la línea del expresidente.
De confirmarse en los cargos los cuatro macristas mencionados anteriormente -la mayor duda se centra sobre Ritondo-, Macri se alzará con una tajada sustanciosa y clave de la futura gestión libertaria.
Esa especie de “toma de ganancias” macrista es el principal fundamento detrás de los fuertes roces internos que se multiplican entre los mileístas de la primera hora, que por estas horas se sienten amenazados y desplazados por la “casta” a la que Milei debió recurrir una vez ganada la presidencia.
Jugada en bloque
Bullrich tendría cerrado con el próximo presidente el Ministerio de Seguridad y el de Defensa, donde recalará el mendocino Petri.
La excandidata a presidenta tenía previsto anunciar su designación con una movida de prensa que se iba a realizar en la ciudad de Rosario, símbolo nacional de la criminalidad urbana atravesada por la violencia que le imprimen las bandas narcos.
La acción, sin embargo, está pausada hasta tanto Macri y Milei no terminen de cerrar un acuerdo que se negocia en bloque.
En Defensa, los libertarios resisten a través de la vicepresidenta electa Victoria Villarruel, un área que durante la campaña dijo que esperaba controlar en caso de acceder al poder. La próxima titular del Senado quiere en ese puesto al militar retirado Jorge Vives. Otra opción que maneja Villarruel es la de su mano derecha, el recientemente diputado electo Guillermo Montenegro.
Este viernes, Villarruel dio muestras de que buscará tener influencia con los sectores de las fuerzas de seguridad independientemente de los lugares que logre para su gente. La vicepresidenta electa visitó los edificios en los que funciona la Policía Federal Argentina y la Gendarmería Nacional.
En la puja general por los lugares entre el macrismo y los liberales, es muy importante el resultado por el control de la Cámara de Diputados. Macri quiere que Ritondo se quede al frente de la conducción de ese cuerpo. Milei, en cambio, se inclina por Florencio Randazzo, el excompañero de fórmula de Juan Schiaretti.
El paquete macrista también incluye el control del Banco Nación. Caputo pidió por un hombre de su confianza, lo que reduce las chances de quien hasta este viernes fue presidente del Banco de Córdoba, Daniel Tillard. El cordobés no está descartado para ese cargo, pero en el macrismo creen que lograrán imponerse.
En tanto, Hernán Lombardi, actual diputado nacional, incondicional de Macri y funcionario en la gestión de Cambiemos al frente de los medios públicos, busca quedarse con el área de Comunicación.
