El ministro de Economía, Luis Caputo, les apuntó a los bancos por la suba del dólar en un intento por defender una operación financiera que tenía como objetivo la continuidad del saneamiento del Banco Central.
El plan de gobierno es que los bancos cambien sus inversiones en títulos públicos denominados LeFI, por LECAPS que son responsabilidad del Tesoro Nacional. Esto implica que esos bonos en lugar de ser pagados con emisión se cancelan con superávit primario, aunque al capitalizarse los intereses impactan en un aumento de la deuda pública.
Las LeFi fueron creadas hace un año por el Tesoro Nacional, sólo la podían suscribir bancos y tenían como objetivo regular la cantidad de pesos disponibles en el sistema a diario. Su administración está a cargo del BCRA y su plazo de vigencia vence este jueves 17 de julio.
En lugar de renovar este instrumento, que deriva en una emisión del BCRA, el gobierno decidió que al vencimiento no se renovarán las LeFi, donde los bancos tenían depositados sus excedentes de liquidez y que con su administración manejan su disponibilidad día a día. Todo este proceso se inició el jueves 10 de julio y finaliza este jueves 17 de julio.
De esta forma, cerca de $ 10 billones quedaron libres en el mercado lo cual provocó una baja de la tasa de interés y en consecuencia hubo mayor presión sobre el precio del dólar. Esto afectó tanto a los bancos como a los minoristas, dado que ante la presencia de más pesos en la plaza las entidades redujeron la tasa de interés para plazos fijos, lo cual agregó también un incentivo a los ahorristas a pasarse al dólar.
Algunos analistas interpretaron la jugada como una forma de forzar a los bancos a inyectar más pesos en la economía vía créditos, ante la necesidad del gobierno de movilizar la actividad de cara a las elecciones.
Pero en principio la jugada generó una mini crisis financiera que obligó al gobierno a llamar una licitación de urgencia este miércoles para absorber parte de los pesos que se habían liberado.
Presionado por la circunstancia desfavorable, el ministro de Economía, Luis Caputo, eligió las redes sociales para dar su visión de la situación y cargó contra los bancos.
“Las LEFIs se suponía que los bancos las iban a canjear por LECAPS.
Pero los bancos, temerosos de perder la liquidez diaria, no fueron con todo y prefirieron hacer numerales (encajes)”, dijo Caputo.
El ministro explicó que “al sobre encajar todos al mismo tiempo, estaba claro que eso iba a derivar en una baja de la tasa corta, por lo cual el Banco Central empezó a absorber esa liquidez excedente”.
En este caso el BCRA reimplantó los pases pasivos a un día, donde los bancos colocan su liquidez a un día de plazo para contar los fondos de giro diario. El BCRA tuvo que pagar una tasa de 35% para atraer esos fondos.
En otra declaración cuanto menos llamativa, Caputo reveló que la licitación de apuro que se realiza este miércoles fue “a pedido de los bancos”.
“La absorción vía licitación del Tesoro es mejor opción, pero en el mientras tanto, ya que esos pesos liquidan el viernes próximo, el BCRA absorbió $ 5 billones en los últimos tres días hábiles, siendo que la prioridad siempre fue, es y será, que no sobren pesos, de manera de consolidar el proceso de desinflación que estamos transitando”, completó el ministro.
Con este cimbronazo desatado, el gobierno intervino en el mercado de bonos para controlar la tasa de interés y también en el dólar futuro con la intención de que no se escape la cotización de la divisa.
En la apertura de este miércoles se observó una plaza más distendida. El Banco Nación redujo la cotización oficial a $ 1.220 y $ 1.270 para compra y venta respectivamente. A su vez, el mayorista también se acomodaba a la baja con puntas en $ 1.240 y $ 1.249. Para los minoristas el precio promedio es de $ 1.242 y $ 1.288. En tanto, el “blue” cae a $ 1.310.