La fiscalía de feria a cargo de Andrés Godoy continúa avanzando en la investigación que lleva adelante en torno de Guillermo Kraisman, el dirigente peronista que sigue detenido por querer retirar un millón de pesos de una cuenta bancaria que no estaba a su nombre y cuya titular, según ya quedó debidamente comprobado, trabajó en la Legislatura de la Provincia sólo durante el mes de diciembre.
Quien también continúa detenida es Luciana Castro, la mujer que junto al exconcejal intentó la fallida extracción aquel jueves 16 de enero en la sucursal del Banco Córdoba ubicada en 24 de Septiembre al 100, en barrio General Paz.
Pese al hermetismo que hay en torno al caso, La Voz pudo establecer que la relación entre Guillermo Kraisman y Virginia Elizabeth Martínez, la mujer titular de la cuenta de la que se quiso extraer el dinero, se acreditaría a partir de que ambos viven en el mismo complejo de departamentos. Por el contrario, la investigación aún procura determinar cuál fue el rol de Luciana Castro, quien al igual que Kraisman está imputada por “tentativa de estafa”.
Hasta aquí la fiscalía realizó allanamientos en los domicilios de Kraisman y Castro, desde donde secuestró teléfonos celulares que están siendo peritados en búsqueda de mayores precisiones. Trascendió, además, que el fiscal Godoy no vería como necesario un procedimiento de esa magnitud en la Legislatura.
¿Los motivos? Entiende que recibió toda la documentación solicitada mediante la cual logró establecer, entre otras cosas, que Virginia Martínez fue contratada durante el mes de diciembre pero que por no cumplir correctamente sus funciones fue rápidamente dada de baja a fin del mes pasado.
Según los datos que la Unicameral aportó a la Fiscalía de Godoy, en su breve paso por el cuerpo, Martínez fue “asignada a trabajo en comisiones” con una escala salarial como asistente legislativa nivel 3 y un sueldo de 878.361 pesos. El millón de pesos que intentó cobrar Kraisman en su nombre correspondería al salario de diciembre y al proporcional de medio aguinaldo y vacaciones.
Declaratoria
El trabajo del fiscal incluyó también una extensa declaración por más de tres horas por parte de la gerenta de la sucursal del Banco Córdoba de barrio General Paz donde ocurrieron los hechos. Todo porque no dejan de llamar la atención algunos de los detalles que hay en torno al caso, como por ejemplo la versión de que Kraisman y Castro fueron quienes abrieron la cuenta a nombre de Martínez de la que luego intentaron realizar el frustrado retiro de dinero, una vez que a la ex empleada de la Legislatura le fuera depositado el único sueldo que cobró de la administración provincial.
Pese al avance de la investigación aún quedan muchos cabos sueltos por dilucidar. Uno de los más escabrosos quizás sea establecer cuáles son los nexos que aún conserva Kraisman dentro de la política de Córdoba luego de que hace meses fuera despedido de la Municipalidad de Córdoba por haber robado en un supermercado. Trascendió que su esposa cumple funciones como directora de un Parque Educativo del mismo municipio.
Además, resta establecer el grado de participación que ha tenido la titular de la cuenta, Virginia Martínez, quien ya se presentó a la Justicia acompañada de su abogado pero cuya situación judicial es indefinida. En la Fiscalía aún no determinaron si cuando declare lo hará como testigo o como imputada.
A esa resolución durante enero la deberá tomar el fiscal Andrés Godoy, aunque luego del 1 de febrero, cuando concluya la feria, la decisión recaerá en la fiscal Silvana Fernández.