La investigación sobre el colapso de la criptomoneda $Libra tuvo un importante avance este miércoles por la mañana con el congelamiento judicial de criptoactivos por un más de U$S 57 millones.
Los fondos, que se encuentran en la criptomoneda Usdc, una stablecoin con paridad 1 a 1 con el dólar, estaban depositados en dos billeteras digitales. Estas billeteras están vinculadas al estadounidense Hayden Mark Davis, a quien se le atribuye haberse quedado con alrededor de U$S 110 millones tras el escándalo.
Congelamiento de criptoactivos a Hayden Davis: los detalles
La medida judicial, según lo informado por Clarín, afecta a dos billeteras cripto. Una de ellas, identificada como 61yk, contenía U$S 44,6 millones en Usdc. La segunda billetera, conocida como Libra Team Wallet 1 (o Defc), suma otros U$S 13,4 millones en Usdc.
Es relevante destacar que esta última billetera fue una de las ocho que participaron en la creación del token $Libra. Ambas billeteras congeladas habían participado del lanzamiento de la criptomoneda y habían recibido dinero cuando el valor del token comenzó a desplomarse la noche del 14 de febrero de 2024.
Si bien no registraron movimientos desde la caída, el congelamiento busca proteger el capital que reclaman los inversores. La operación de congelamiento, según se pudo observar en la red de blockchain de Solana, se hizo efectiva.

Caso $Libra: los damnificados y el rol de la Justicia
El pedido para congelar estos fondos fue impulsado por un grupo de casi 50 damnificados. Estos inversores son representados por los abogados Nicolás Oszust y Agustín Rombolá. La solicitud judicial se basó en la investigación técnica del ingeniero en sistemas Fernando Molina, quien peritó los movimientos de dinero desde los primeros momentos del caso. Molina logró identificar las billeteras que intervinieron en la creación de la moneda, el retiro de capitales durante la caída y el movimiento final del dinero.
Los abogados enviaron un oficio a la jueza federal María Servini, a cargo del caso en Argentina, el pasado 13 de abril. Solicitaron que, a través de un exhorto judicial, se pidiera a la empresa Circle, emisora de la cripto Usdc, que congelara los fondos en las dos billeteras.
Los damnificados representados por Oszust y Rombolá incluyen a personas de Argentina y del exterior. Aunque muchos perdieron sumas cercanas a los U$S 17 mil, hay un inversor de Bielorrusia que denunció una pérdida de casi U$S 1 millón. Contrariamente a lo afirmado por otros actores del caso, sí existen inversores argentinos damnificados, con pérdidas promedio de unos U$S 8 mil. Algunas personas que perdieron dinero en Argentina temen sumarse a la acción judicial “por miedo”.
Los fondos que no fueron alcanzados por la medida
A pesar del importante monto congelado, una gran parte del dinero atribuido a Davis quedó fuera de esta medida. El congelamiento aprobado por Circle alcanza únicamente a la criptomoneda Usdc, que es la única que puede ser congelada.
El capital restante se encuentra en tres billeteras que poseen tokens de $SOL, una cripto “mucho más volátil” emitida por la plataforma Solana y cotiza alrededor de U$S 170 dólares este miércoles.
Las billeteras adjudicadas a Davis y su entorno suman en total 143.343 $SOL (equivalentes a unos U$S 25 millones), 69.275 $SOL (unos U$S 11.8 millones) y 32.045 $SOL (unos U$S 5.4 millones). El valor total de estos tokens que no fueron congelados ronda los U$S 42.4 millones a valores actuales.
Caso $Libra: cómo sigue la investigación
Además del congelamiento de fondos, la jueza Servini solicitó la semana pasada información bancaria del presidente Javier Milei, de su hermana Karina Milei, y de los empresarios Mauricio Novelli, Manuel Terrones Godoy y Sergio Morales. La justicia busca realizar un análisis sobre la evolución patrimonial de estas personas desde el año 2023 hasta la actualidad.
Paralelamente, los abogados de los damnificados están enviando solicitudes a otros exchanges de criptomonedas centralizados en busca de asociar algunas billeteras a personas físicas, en lo que describen como un esfuerzo por la “trazabilidad” del dinero.