El núcleo duro de La Libertad Avanza se reunió este martes, en el Quorum Hotel de la ciudad de Córdoba, para el tercer Derecha Fest, el evento ultraideológico que tiene como propósito reforzar el rechazo al aborto legal, la intolerancia con quienes piensan distinto, el desprecio a la comunidad LGTB y la impugnación al kirchnerismo.
En un discurso de autobombo, Javier Milei insistió en que su gobierno es “el mejor de la historia”. “Los crueles y desalmados liberales hemos sacado a 12 millones de la pobreza”, dijo el Presidente.
Llegó a Córdoba en el avión oficial Tango 10 a las 20.20, acompañado de Karina, su hermana y secretaria General de la Presidencia. Lo recibió Martin Llaryora y también participó de la recepción Gabriel Bornoroni, el jefe de bloque de La Libertad Avanza en Diputados.
En la previa, la vicepresidenta Victoria Villarruel fue el blanco de las críticas. “Javier Milei ha sido traicionado por Victoria Villarruel”, dijo Javier Negre, el dueño de La Derecha Diario, la columna vertebral del ecosistema libertario de propaganda.
En un mismo tono, se refirió a la vicepresidenta el ultraconservador Nicolás Márquez, quien fue presentado como el “autor intelectual de la batalla cultural”: él habló de “los traidores de la vicepresidencia” y luego dijo que está “la victoria que no tiene ningún principio y la Victoria Donda”.

Además, Márquez dijo que el país “está en guerra” y que el Gobierno nacional “no tiene que dialogar”, como reclaman los gobernadores.
Entre los políticos que participan del evento, estuvieron Marcelo Cossar, exviceintendente de Ramón Mestre y su mano derecha en la Municipalidad de Córdoba; el legislador provincial Gregorio Hernández Maqueda (ex Elisa Carrió); Sebastián García Díaz, asesor de la senadora Carmen Álvarez Rivero, y las diputadas nacionales Celeste Ponce, Juliana Santillán y Lilia Lemoine, entre otros.
A la misma hora que el avión Tango 10 de la flota presidencial aterrizaba en Córdoba, subía al escenario del Quorum Agustín Laje, un “prócer” para los libertarios en el marco de lo que consideran “la batalla cultural”.
Laje apuntó contra la izquierda. “Está moralmente podrida, el corazón de la izquierda está podrido”, dijo Laje, para quien el motor que la moviliza es su “envidia”. “La izquierda se basa en movilizar la pasión más desagradable que el humano puede tener: el envidioso no quiere subir, sino que quiere hacer bajar al otro”, dijo.
“La envidia es la pasión más antisocial posible; la envidia ensucia el alma y provoca infelicidad”, dijo Laje, la estrella local central de la noche libertaria. Para él, “el capitalismo libera las posibilidades de ascenso social, pero al hacerlo vuelve envidiable al que lo logra. Pero ellos no dicen que es envidia, dicen que es justicia social”. Y remarcó: “El envidioso es un peligro para la sociedad”.
En cambio, de acuerdo a la interpretación de Laje, “la derecha moviliza la pasión de la autosuperación y la pasión del amor por lo propio: la propiedad privada, la familia y el amor a la patria”, que, según él, “son las pasiones más sanas del ser humano”. “Las personas de derecha son felices, las personas de izquierda son infelices”, decretó.
La tesis de Laje es que “la ideología política determina la felicidad mucho más que la clase social”, y, en ese marco, “los más infelices de todos son los LGTB de izquierda”, prejuzgó.

Y dijo que “les han cagado la vida a las mujeres con el feminismo”. “Desde que las hicieron matar a sus propios hijos, les cagaron la vida”, agregó.
Laje fue interrumpido varias veces por aplausos y recibió una ovación al finalizar su exposición. Aunque no hubo un lanzamiento de campaña, quedó claro que, en el mundo libertario, él es favorito para encabezar la boleta.
El momento de Milei
Una hora después de llegar a Córdoba en este viaje relámpago, Javier Milei subió al escenario para leer un discurso de autobombo. “Los crueles y desalmados liberales hemos sacado a 12 millones de la pobreza”, dijo Milei.
“Estamos en una inflación anual del 10%; vaya si somos el mejor Gobierno de la historia. Decían que íbamos a entrar en una gran depresión, que íbamos a hambrear a los argentinos, y estamos creciendo al 7,7%”, dijo Milei ante el auditorio embelesado.
Además de los elogios al ministro Luis Caputo, Milei dijo que el plan de “estabilización” comenzó a sumar “las reformas estructurales”. En un mensaje al Congreso Nacional, agregó: “Con facultades delegadas hicimos el 5% del trabajo; ya fueron dos mil reformas estructurales, 2.800 si se suma el DNU. Son 28 veces más que las reformas que hizo (Carlos) Menem”.

En clave autobombo, señaló: “En un año y medio hemos borrado 100 años de dirigismo, y no vamos a parar hasta ser el país más libre del mundo. Somos reformistas extremos y estamos orgullosos de serlo”, mientras el público gritaba “¡mo-to-sie-rra/mo-to-sie-rra!”.
Respecto de las elecciones de medio término, vaticinó una sorpresa; y convalidó la lógica de “batalla cultural”. “El tercer frente de batalla, el cultural, tiene dificultades porque ahí se disputa quién tiene razón y por qué. Quien se impone en la cultura se impone en la política”, dijo.
Y apuntó contra el concepto de justicia social: “Las plagas son la justicia social y la cantidad de dinero ajeno que apela a la culpa moral. La justicia social está precedida de un robo y conduce a la miseria”.
También atacó a los derechos sociales. “El segundo parásito es la idea de los derechos sociales, que generan expectativas ilimitadas”, dijo Milei, para el éxtasis del auditorio.
Finalmente, identificó al Estado benefactor como el “tercer parásito”, y expresó su furia contra el aumento de las jubilaciones ordenado por el Congreso, que, según él, “comprometió 2,8 puntos del PIB”.
Duras críticas a Villarruel
En otro tramo, el mandatario volvió a arremeter contra Victoria Villarruel, a quien llamó “bruta traidora“. “Tenemos que lidiar con los infaltables traidores“, indicó y luego reiteró que “Roma no paga traidores“.
En ese marco, expresó que los “traidores” fueron todos aquellos “elegidos con el mandato claro de liberar a la Argentina del yugo del Estado, sólo para darse vuelta al poco tiempo de haber asumido” y que se vieron “deslumbrados por la casta política”.