Con el objetivo de sumar al menos 15 votos por mesa, unos 135 mil en la cosecha final, el comando de campaña de Sergio Massa en Córdoba habilitó de hecho dos canastas para captar a los votantes peronistas: la clásica, que impulsa el voto lista completa y con la que hizo en agosto la magra cosecha de 126.200 votos (Juan Grabois tuvo 51.300); y la que contempla el plan “tijerita”, con el corte Massa presidente y el schiarettista Carlos Gutiérrez diputado nacional.
Aunque no avalan explícitamente el corte de boleta a favor, cerca de Massa entienden que “todos los que quieran votar a Sergio deben tener un canal de expresión para hacerlo”, una premisa que quieren aplicar particularmente en Córdoba.
“El que puede ganar la elección es el que sacó 27 puntos, no el que sacó 4″, dicen como principal argumento para apuntalar al voto útil para bloquear la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada.
Con Juan José Álvarez metido de lleno en la campaña cordobesa, el massismo busca el apoyo de los “primos” cordobeses, “ese peronismo que votó por Martín Llaryora y Daniel Passerini”.
En ese sentido, los peronistas nacionales les recuerdan a los cordobeses que en aquellas elecciones locales, particularmente en la capitalina, “no especularon” a la hora de encolumnarse detrás de las candidaturas de Llaryora y Passerini.
“Debe primar el mismo espíritu: la pelea no es Schiaretti–Milei, por eso deben apoyar a Sergio”, es el eje del discurso massista.
El llamado al “voto racional” es extensivo a los sectores socialdemócratas del radicalismo, que no se sienten identificados en Patricia Bullrich y su discurso de mano dura. El mensaje es “no votar a Sergio es votar a Milei”.
El plan “tijerita”
Aunque no hay formalmente una campaña para impulsar el corte de boleta a favor de Massa (y en perjuicio de Schiaretti), un grupo de intendentes cordobeses sí la está haciendo. La cara visible es Edgar Bruno, el delasotista que fue reelecto en Canals con casi el 70 por ciento de los votos. La idea central es “adelantar a octubre el voto que el peronista cordobés hará en un balotaje Massa–Milei”.
“Tenemos la meta de que Sergio Massa llegue a los 15 puntos el 22 de octubre”, dice Bruno al blanquear la expectativa.
Sería un porcentaje altísimo para el peronismo nacional en Córdoba que viene en una caída sostenida de votos: cosechó 658.400 en las elecciones presidenciales de 2019; bajó a 205.500 en las legislativas de 2021; y en las Paso de este año rompió el piso y cosechó apenas 126.200.
Para lograr esa performance, dice Bruno, “muchos intendentes e intendentes electos están trabajando en el corte de boleta Massa–Gutiérrez, que es el voto útil para Córdoba porque Schiaretti no tiene chance de meterse en el balotaje”.
“Córdoba siempre tuvo su independencia en el Congreso, y este voto garantiza que el peronismo de Córdoba tendrá dos diputados nacionales (Gutiérrez y Alejandra Torres) y contribuirá al triunfo de Sergio Massa”, dice Bruno.
Los orgánicos de la lista completa
En el esquema nacional no convalidan públicamente el corte Massa–Gutiérrez, y promueven la lista completa que encabeza Gabriela Estevez En ese sentido, será interesante ver el próximo domingo si ambos candidatos a diputados nacionales del peronismo se cruzan en el debate que organizan La Voz y El Doce, que se trasmitirá desde las 19.30, en la previa del debate de candidatos presidenciales.
En ese marco, otro grupo de intendentes peronistas juega de manera orgánica, con la lista completa. Allí está Agustín González, de Cruz Alta. Para este grupo de intendentes, “cortar la boleta es una mentira”.
“Votar a Schiaretti es votar a Milei”, dice González siguiendo las directrices nacionales. “El peronismo es un movimiento nacional, no cordobés. Hoy, el peronismo tiene un rol histórico porque lo que está en juego es la democracia, no se puede estar especulando en un diputado más o uno menos”, argumenta.
Aunque la estrategia de González a la hora juntar votos para Massa es distinta a la de Bruno, ambos coinciden en las críticas al gobernador saliente. En palabras de González: ”No se entiende como un gobernador que transformó Córdoba puede elegirse irse así, midiendo dos o tres puntos”.
Algo similar piensa el intendente de Canals, quien no esconde sus críticas a Juan Schiaretti respecto de cómo condujo el peronismo cordobés tras el fallecimiento de José Manuel de la Sota: ”Esperamos que Llaryora se deje ayudar y que le devuelva la pasión al peronismo. Hoy el peronismo de Córdoba está apagado”, dice Bruno al abrir una interrogante sobre el rol del próximo gobernador en el tramo final de la campaña de Schiaretti.
