Juan Schiaretti esbozó este lunes algunos trazos de lo que eventualmente podría ser una propuesta de gobierno del espacio político nacional que intenta conformar junto con otros gobernadores de provincia que no acuerdan con el kirchnerismo.
Lo hizo ante empresarios, ejecutivos, dirigentes inclusive de la oposición provincial y referentes de la actividad económica en el almuerzo de trabajo inicial del año de la Fundación Mediterránea. Una delegación empresarial de Angola, que busca comprar alimentos, también compartió el encuentro.
Fue una suerte de último discurso de Schiaretti como gobernador en el primer día de actividades de la organización empresarial que, a través de su instituto de investigación, el Ieral, prepara un plan económico para ser entregado a quien triunfe en las próximas elecciones nacionales.
La participación en el escenario del exhotel Sheraton (ahora denominado “Quinto Centenario”) contó con todo el volumen que la Mediterránea le otorga a este tipo de presencias. Schiaretti llegó acompañado por el intendente Martín Llaryora y lo recibieron la presidenta de la Fundación, María Pía Astori; su vice, el pope del Banco Macro, Marcos Brito, y el titular del Ieral, el economista Carlos Melconian.
En la mesa principal también se ubicó el exministro de Economía Domingo Cavallo, y en el salón pudieron verse al senador nacional Luis Juez y a los diputados de Juntos por el Cambio Rodrigo de Loredo, Mario Negri y Soher el Sukaria, entre otros referentes de ese espacio. Incluso pudo verse una mesa “libertaria”, donde se ubicaron postulantes de esa agrupación.
Al entrar al salón, Schiaretti cruzó un saludo con Juez y luego se dirigió a la mesa principal. Astori abrió el mediodía con señales de lo que vendría minutos después. “Córdoba es una muestra de que se puede, con libertad, institucionalidad y pragmatismo, y con un gobierno que respeta estos valores, se crece”, dijo.
Remarcó que la Fundación es “la única institución que dio a la Argentina 10 años de estabilidad a través de Domingo Cavallo y todo el equipo del Ieral”. La alusión al exministro, declarado presidente honorario, fue refrendada con un aplauso.
Melconian volvió a describir los objetivos del programa “posgrietario”, según dijo, que prepara el Ieral. Esa condición, la de ponerse por arriba de la división que marca la política, fue señalada como “indispensable” para poder salir de la actual crisis.
El país normal de Schiaretti
Schiaretti, luego, coincidió con esa afirmación, remarcó que se cumplen “10 años de grieta, que inició el gobierno kirchnerista de aquella época”, y no anduvo con vueltas en el tema de la institucionalidad del país.
“Debemos respetar y conseguir nuevamente el funcionamiento institucional. No puede ser que el gobierno kirchnerista ataque a la Corte con ese pretendido juicio político. Reitero mi más absoluto rechazo al pretendido juicio político”, enfatizó.
El mandatario se preguntó: “¿Quién va a venir a invertir en un país en el que están poniendo en tela de juicio a la Suprema Corte?”, y descartó que un nuevo gobierno deba “refundar todo. “No a la fundación permanente de nuestra patria, los países crecen cuando hay acuerdos básicos”, dijo.
También pidió “terminar con las discusiones ideologistas”. “Hay que acabar con eso que dicen que el Estado debe hacerse cargo de todo, y los que dicen que el Estado debe desaparecer. En todos los países, lo que hay es un equilibrio”, aseguró Schiaretti.
“Un equilibrio entre el funcionamiento del Estado, que debe ser eficiente, presente y promotor de la inversión y el empleo; y el sector productivo privado, que es el que invierte y el que genera empleo en serio”, apuntó, con lo que arrancó uno de los siete aplausos que le dio el auditorio conformado por unas 500 personas.
Señaló el crónico déficit fiscal y el saldo de la cuenta corriente de la balanza de pagos, es decir, la falta de dólares, como los primeros responsables “de la decadencia de Argentina”.
“El país no puede vivir con el crónico déficit fiscal”, remarcó. “Se funciona con déficit mientras lo financian de afuera, pero, cuando lo dejan de financiar de afuera, y como no hay moneda, se apela a la emisión... Y eso termina en más inflación, fuga de capitales y caída de la economía”, diagnosticó.
Luego, abordó el saldo de la cuenta corriente. “Vaya si la tiene negativa ahora”, aseguró en relación con la caída de las reservas. “Y cómo será que a los empresarios del interior, al menos los que no están cerca de los despachos del Gobierno, les cuesta un Perú poder importar y hacer funcionar su empresa”, reclamó.
Fue ahí cuando mostró su carta política de cara al proceso electoral que viene en el país. “Nosotros debemos ser lo que somos en Córdoba: la expresión de la producción y el empleo; nunca la cultura del desempleo y el asistencialismo. Somos la expresión de la Argentina federal, la Argentina que quiere que todos tengan la chance de desarrollarse”, enfatizó. “Vamos juntos”, demandó en la parte final de su mensaje.
