El próximo martes será el “día D” para la CGT-Regional Córdoba. En esa jornada desembarcará en la provincia el delegado de la CGT nacional para reunirse con los gremios cordobeses. El ultimátum es concreto: en caso de no haber unidad en la conducción de la central obrera local, podría llegar una intervención.
La semana próxima volverá a Córdoba Horacio Otero, delegado normalizador de la Secretaría del Interior de la CGT nacional.
El 2 de mayo pasado, Otero mantuvo una reunión con los distintos sectores del sindicalismo cordobés. José “Pepe” Pihen, actual secretario general de la CGT local, participó del encuentro. Allí surgió la fecha del 31 de mayo como límite para presentar una conducción consensuada.
En las últimas tres semanas, distintos sectores del sindicalismo mantuvieron conversaciones, pero aún no alumbró la unidad.
Hay dos grupos que mantienen una pulseada por la conducción de la CGT Córdoba: el que lidera Pihen, actual titular, y el Movimiento de Trabajadores de Córdoba (MTC), que encabezan Pablo Chacón (Comercio) y Rubén Urbano (Unión Obrera Metalúrgica).
Ambos grupos tienen posturas enfrentadas. Pihen asegura tener el respaldo de más de 70 gremios.
Mientras, desde el MTC argumentan que la conducción no puede estar en manos de un gremialista estatal, como lo es el titular del Sindicato de Empleados Públicos (SEP).
Hay otros gremios que no están en ninguno de los sectores que pugnan por conducir la histórica CGT local.
Luz y Fuerza y Surrbac (recolectores de basura) integran la alicaída CGT “nacional y popular” Rodríguez Peña, de perfil kirchnerista.
Por su parte, también comenzó a terciar el poderoso gremio de los Camioneros, que mantiene diálogo con todos los que participan de la interna sindical.
El gremio que a nivel nacional comanda Hugo Moyano integró la CGT Rodríguez Peña hasta que el dirigente nacional tuvo un duro enfrentamiento con Mauricio Saillén, del Surrbac.
En los últimos tiempos, Edgar Luján, titular de los Camioneros en Córdoba, se acercó a Pihen. Dos meses atrás, el propio titular de la CGT anunció que el gremio se había incorporado a la central obrera oficial. Hoy, Luján mantiene diálogo tanto con Pihen como con Chacón y con Urbano.
En medio de esta pulseada, hay una coincidencia que puede habilitar un acuerdo: los sectores enfrentados no quieren que haya una intervención desde la central obrera nacional.
Posible solución
En este escenario, por la puja entre los distintos grupos, no se avizora que pueda haber un acuerdo para que un dirigente quede al frente de la CGT Córdoba.
Como no se cortó el diálogo entre los distintos referentes, una conducción colegiada aparece como el camino más probable para evitar la intervención nacional.
Es lo que ocurrió en la CGT nacional, que tiene una conducción tripartita: el albertista Rodolfo Daer (Alimentación), José Acuña (empleados de estaciones de servicios), un dirigente que responde al gastronómico Luis Barrionuevo, y Pablo Moyano (Camioneros), representante de Hugo Moyano, aunque padre e hijo ahora están distanciados.
En Córdoba, la conducción también podría ser de tres miembros. Y, como los sectores en pugna son tantos, no habría que descartar que finalmente sea una cúpula de cuatro integrantes.
Pihen podría seguir, aunque ya no como único conductor. El metalúrgico Urbano es el propuesto por el MTC. El camionero Luján podría ser la tercera pata de la conducción.
Casi con tono de chicana, desde el MTC dicen que si Pihen está tan convencido de que Luján es un dirigente de su sector, que se baje él y proponga al dirigente camionero para integrar una eventual cúpula colegiada.
También está en análisis reservar un lugar para la CGT Rodríguez Peña, que podría ser para el lucifuercista Gabriel Suárez.
En los próximos días, seguirán las conversaciones entre los distintos sectores internos para tratar de encontrar un consenso. Pero, una conducción de varios miembros aparece como la única salida para la interna que existe en el sindicalismo local, apuntando a que el delasotista Pihen no siga como único líder de la central obrera cordobesa.
