Delegados de todos los hospitales provinciales designarán este sábado una mesa ejecutiva para comenzar a dialogar con el Gobierno provincial, en el marco del conflicto en los hospitales públicos.
Con esta acción buscan acelerar la conformación de una mesa de negociación “amplia”, tal como hicieron trascender de manera informal desde la cartera de Salud.
“Una vez designados los delegados quedará claro que esta protesta está asentada en las bases de los hospitales, y que hay una organización para encauzar una negociación”, dice Gastón Vacchiani, de la Unión de Trabajadores de la Salud (UTS).
La expectativa de los autoconvocados y los gremios que no acatan el acuerdo salarial firmado entre el Gobierno y el Sindicato de Empleados Públicos (SEP) es que a la mesa estén sentados, además de la ministra de Salud, Gabriela Barbás, funcionarias y funcionarios con poder de decisión desde lo salarial, que es el hilo conductor del reclamo.
Una muestra de las complejidades de este conflicto es lo que ocurrió en Río Cuarto, donde se inició la protesta: los médicos de guardia aceptaron la oferta (el plus de 70 mil pesos, además de la recomposición salarial general), pero se mantienen las asambleas en distintos servicios del hospital San Antonio de Padua.
“De los 13 médicos que renunciaron, seis se reincorporan; el 50 por ciento decidió no regresar. El gobierno dio lugar a los demás puntos que pedíamos y prometió que, antes de fin de año, supuestamente van a analizar escalafón y pisos salariales, porque de alguna manera se están dando cuenta de que nuestro reclamo de reconocimiento es legítimo”, explicó Jorge Moyano, uno de los emergentólogos que estuvo a punto de dimitir.
Con este bono de entre 50 mil y 70 mil pesos para emergentólogos la Provincia logró desactivar el conflicto en las guardias, donde se desempeñan unos 1.600 profesionales de la medicina.
Pese al acuerdo, el de Río Cuarto es uno de los 21 hospitales donde están decretados paros que mantienen la atención resentida por este conflicto. En otros 17 hay asambleas. Ese conteo es el que hacen quienes participan de las asambleas. En las últimas horas, además, hicieron marchas por las inmediaciones de distintos hospitales.
Aunque hay particularidades en cada especialidad, el reclamo general es un incremento del 120 por ciento al básico (lo que impactaría en los recursos críticos –cirujanos, obstetras, anestesistas, entre otros especialistas–, quienes cobran el doble.
Además, piden que los profesionales con un título de grado sean equiparados con médicas y médicos. En esta situación están profesionales de enfermería, psicología, fonoaudiología y trabajo social, entre otros.
También entienden que debe haber un reconocimiento a camilleros y choferes de ambulancias, considerados administrativos en el escalafón.
Son ítems generales, porque, como ya se explicó, el conflicto es multicausal.
Residentes
Ahora, el grupo que parece tensionar más la cuerda es el de residentes y concurrentes, un colectivo de aproximadamente 600 médicos, médicas y otros profesionales de la salud que transitan un tramo formativo de cuatro años en hospitales públicos y privados.
Este grupo ya se reunió con la ministra Barbás, aunque no sirvió para calmar las aguas: a la salida del encuentro, exigieron una mesa de negociación con una propuesta concreta para el próximo miércoles, o declararían un paro de actividades por tiempo indeterminado, tanto en hospitales públicos como privados.
“Dicha medida se llevará a cabo sin prestación de servicios de atención médica en guardia central, salas de internación, terapia intensiva y servicios afines a partir de las 8 del 24 de noviembre”, señaló el colectivo en una carta enviada al Ministerio de Salud.
No dejan de ver lo que ocurrió con sus colegas de la Ciudad de Buenos Aires, donde obtuvieron un salario de 200 mil pesos tras 21 días de conflicto.
El reclamo en Córdoba es para percibir un salario equivalente a cuatro salarios mínimos, vitales y móviles, lo que equivaldría a 231.600 pesos, y le eliminación de la figura del “concurrente”, quien no recibe ninguna compensación ni beca.
En general, residentes y concurrentes realizan atención de 8 a 16, una guardia semanal durante semana y dos guardias mensuales durante los fines de semana.
