Destacados economistas, entre ellos tres exministros de Economía, se pronunciaron en contra de producir una devaluación en este momento sin un programa de largo plazo que la contenga porque agravaría la delicada situación del país.
Durante la 5ª edición del ciclo en la ciclo Democracia y Desarrollo que organizó este martes el Diario Clarín Domingo Cavallo, Jorge Remes Lenicov, Alfonso Prat Gay, Ricardo Arriazu y Carlos Melconian, expresaron su visión sobre la situación argentina y coincidieron en que el actual escenario debe encararse de forma integral con medidas debidamente ajustadas e implementadas con un fuerte consenso político e institucional.
La postura de los profesionales tomó relevancia porque se da en un momento de tensión en la relación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), dado que el organismo se muestra reticente a cerrar el acuerdo con la Argentina.
Según la hipótesis que se maneja en ámbitos políticos y económicos, la demora en la firma del nuevo convenio obedece, entre otras cosas, a que el organismo estaría exigiendo que el gobierno devalúe el peso y además dejé de intervenir en el mercado de cambio.
De las exposiciones de los economistas se desprende que el actual gobierno no está en condiciones de llevar adelante un programa que sea consistente con una devaluación de allí la inconveniencia de que sea aplicada como una medida aislada.
Durante uno de los paneles del ciclo que se realizó en la mañana del martes en el Malba ubicado en la Ciudad de Buenos Aires, Arriazu fue contundente: “Hacer lo que pide el FMI de devaluar y no intervenir sin reservas y sin confianza es un salto al vacío. Es inevitablemente ir a un Rodrigazo y a una hiperinflación”.
A lo largo de su presentación, Arriazu sostuvo que el principal objetivo que debe proponerse el próximo gobierno es “recuperar la confianza” para desde ese punto de partida reordenar la macroeconomía.
Para lograr este objetivo propuso una serie de medidas que debieran tomarse en simultáneo: eliminar el déficit fiscal; emitir lo que demande de base monetaria; estabilizar el tipo de cambio nominal; romper la indexación, y armar un fondo anticíclico.
Pero al mismo tiempo fustigó a la clase dirigente: “Lo importante es no dejar que los políticos vuelvan a arruinar la oportunidad que tiene Argentina”.
Otro de los expositores fue el ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, quien también alertó sobre el riesgo de modificar el tipo de cambio sin un abordaje integral de los problemas de la Argentina.
“Devaluar sin unificar el mercado cambiario y sin liberalizarlo no sirve para nada, puede producir un ‘Rodrigazo’”, enfatizó. Al mismo tiempo remarcó como “fundamental”, “la secuencia” en la que se toman las medidas.
Al ejemplificar este concepto criticó a su compañero de panel Prat Gay por la forma en que salió del cepo a poco de la asunción a la presidencia de Mauricio Macri: “El error fue liberar el cepo sin tocar el esquema de tarifas y después tuvieron que subir las tarifas”, lanzó Cavallo.
Prat Gay eligió no recoger el guante. Previamente el ex funcionario de la administración de Cambiemos sostuvo que no sólo es necesario un plan para “estabilizar” la economía sino también que se requiere un programa “desarrollo”.
“Cuidado con la idea de que vengo con un programa de estabilización cerrado y ya está. La pobreza no es exclusividad de los desempleados y de la informalidad porque hoy hay asalariados que son pobres. No hay margen para ajustes. Con el plan de estabilización tiene que venir un plan de desarrollo”, subrayó.
Prat Gay también aprovechó la oportunidad para fustigar al actual titular de Hacienda, Sergio Massa, al que acusó de estar realizando un ajuste en las jubilaciones y ampliando la planta estatal, con el consecuente impacto en el gasto público y las trabas que eso supone en la toma de posteriores medidas de ajuste.
“Desde que asumió las cuentas fiscales están más ordenadas por la inflación y por el atraso en el que se ajustan algunos gastos como las jubilaciones. Las jubilaciones perdieron 2 puntos del PBI y así terminas ajustando en donde no hay que ajustar”, afirmó el economista.
A su turno, Remes Lenicov, coincidió con las visiones previas: Tiene que haber un plan integral. Devaluar en este contexto no tiene ningún sentido”.
El ex colaborador de Eduardo Duhalde, propuso un plan con tres ejes: control de la inflación; estrategia de desarrollo, y búsqueda del equilibrio entre lo económico y lo social.
En tanto, Carlos Melconian se sumó a esta posición al plantear la necesidad de implementar un programa económico amplio -sobre el viene trabajando junto al IERAL y la Fundación Mediterránea- que otorgue estabilidad política y desarrollo.
“Lograr la estabilidad macroeconómica lo antes posible es lo que nos va poner en la ruta del crecimiento lo antes posible”, afirmó el economista.
Melconian remarcó que “nosotros estamos pensando en un cambio de régimen. Estamos trabajando en un conjunto de ideas que tienen que estar listas antes del 10 de diciembre”.
La apertura del ciclo estuvo a cargo de Pablo Gerchunoff quien mostró una óptica medianamente optimista aunque condicionada por el contexto argentino: “Ahora la Argentina tiene una oportunidad productiva. Existe una probabilidad no menor de que las cosas salgan bien”.
Con esta visión coincidió Daniel Artana, quien a su turno también resaltó que “Argentina está delante de una gran oportunidad”, dado el escenario que se le avecina.