Río Tercero. Para el intendente Alberto Martino, es inevitable que la complicada situación económica personal que viene atravesando genere discusiones y controversias. La última fue porque viajó de vacaciones una semana a México.
Martino afronta una deuda de unos cinco millones de pesos, cuyo origen ha adjudicado a malos resultados de comercios de su propiedad. Está en cesación de pagos, por un concurso preventivo de acreedores. Por esa situación, no es ilegal que siga siendo el intendente de la séptima ciudad cordobesa, que maneja un presupuesto anual de 300 millones de pesos.
En realidad, este es el segundo concurso de acreedores que afronta, ya que Martino aún está saldando deudas por otro proceso que se le inició hace un par de años (a poco de asumir como intendente en 2011) por una sociedad comercial que integró con su esposa, como informó oportunamente este diario.
Respecto de las deudas, uno de sus acreedores brindó a La Voz del Interior un dato inquietante: que en los últimos dos años, según lo publicado por el Banco Central de la República Argentina, le habrían rechazado 33 cheques por falta de fondos, de su cuenta personal y de la societaria.
La misma fuente mostró que Martino habría cubierto cheques por algo más de cinco millones de pesos, también durante los últimos dos años. La misma fuente mostró, por ejemplo, que habría cubierto cheques por 5.633.053 pesos entre el 1 de septiembre de 2012 y el 22 de febrero de 2013.
El actual proceso preventivo fue solicitado por un abogado cordobés por una deuda de 290 mil pesos, de la cual Martino devolvió 50 mil pesos. Por este caso, el intendente radical habría sufrido hasta un embargo de su sueldo.
En el proceso, surge una deuda inicial que treparía a 12 millones de pesos, de la cual sólo se certificaron judicialmente como admisibles -hasta ahora- cinco millones, en la que aparecen cuatro millones de pesos a la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) y un millón a privados (Banco Credicoop, Banco Galicia y otros).
El cronograma de este proceso judicial se extenderá hasta los primeros días de junio de 2015. Será en esos días en que Río Tercero tendrá sus elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (Paso), para definir los próximos candidatos a autoridades municipales. Martino anticipó sus intenciones de buscar su reelección por la UCR.
En la ciudad se discute el límite entre lo privado y lo público de la situación.
“No hago nada ilegal”
Abogado y con comercios en el rubro indumentaria, Martino contestó a este diario que sus deudas personales no afectan su desempeño en la gestión pública. “¿Por qué me persiguen tanto con mi situación personal?”, replicó.
Sin disimular enojo por la consulta, planteó: “No di ningún cheque sin fondos de la Municipalidad; no defraudé a la administración pública; no hice nada reprochable que esté vinculado al municipio”.
Defendió también su viaje a México, junto a un grupo de amigos. Negó que haya viajado a Las Vegas, como una versión señalaba, y aseguró que le costó “15 mil pesos”. Hasta detalló que tuvo que rendir explicaciones antes de salir del país: “Viajé tres veces al exterior, teniendo este problema personal, y ahora me pidieron autorización del juez para salir”.
Martino dijo que, además de los 30 mil pesos mensuales que cobra como intendente, tiene otros ingresos por tres negocios de venta de indumentaria, por la actividad de su esposa (nutricionista) y por el campo de su madre. En esa línea, confirmó que tiempo atrás recurrió a vender parte de ese campo para saldar deudas.
Martino prefirió no detallar de cuánto era el pasivo que mantenía e insistió en que no incurrió en ilegalidad alguna.
Admitió que los vecinos pueden preguntarse si alguien con dificultades económicas en sus negocios personales puede manejar un presupuesto municipal millonario, pero acotó: “Si al municipio lo sé administrar o no, lo evaluará la gente cuando termine la gestión o en una nueva elección”.
Evaluó, además, que por atravesar estos concursos de acreedores “no es incompatible” que sea candidato a intendente. “No estoy imputado ni denunciado penalmente. No le pegué a nadie ni robé. Tampoco estoy en quiebra, como quisieron, para perjudicarme”, enfatizó.
Finalmente, se preguntó si lo realmente reprochable no es un intendente que sale más rico de la gestión que al entrar, al contrastarlo con su caso.