Ganar con una base de unos 35 puntos de los votos. Ese es el plan “posible” que ronda en la cabeza de los estrategas de campaña de Juan Schiaretti y de Martín Llaryora. “Hace algunos meses no teníamos chances; ahora sí, aunque seguiremos siendo cautos hasta el final”, aseguran en el Gobierno provincial.
La polarización que muchos esperaban entre las dos principales fuerzas –Provincias Unidas y La Libertad Avanza– parece que no tendrá la potencia que se auguraba meses atrás. Todo apunta a que será una compulsa en la que los votos se dividirán en tres canastas de tercios similares: la del peronismo cordobés, la de los libertarios y la del resto de las otras 16 fuerzas que compiten. En esta última cesta sobresale la figura de Natalia de la Sota, la postulante de Defendamos Córdoba, que aparece en su debut consolidada como tercera fuerza en la provincia para estos comicios.
Cuánto logre en soledad la hija del exgobernador será uno de los datos destacados de la noche del domingo 26. Ya abundan las especulaciones sobre qué representará en el tablero político provincial esa nueva ficha en caso de que logre –como se espera– renovar su banca en Diputados.
En Provincias Unidas hablan de una elección de final “parejo”, pero con el aire suficiente para marcarle una diferencia a la lista de Milei en Córdoba. El “ganar por un voto” se impone por estas horas como lema para no bajar los brazos en el sprint final. También se afirma desde ese sector que la elección aún “no decantó”, lo que significa que el partido está abierto. La cautela impera en Provincias Unidas. Schiaretti evitará hablar en tono triunfalista, pese a que se descuenta que duplicará la cosecha de bancas de hace cuatro años. Ganar, para Schiaretti, es imponerse sobre Roca. No hay otra lectura interna en el PJ.
Un sondeo recién salido del horno, realizado por una consultora de Buenos Aires contratada por el schiarettismo, volvió a ratificar una diferencia de dos dígitos sobre La Libertad Avanza. Pero cerca del exgobernador y de Llaryora creen que ese margen se achicará cuando el grueso de la gente decida su voto en los próximos días. El techo que imaginan en Provincias Unidas es de 35/37 puntos. No más de eso.
En el búnker schiarettista vivieron con alivio que la foto entre el presidente Milei y su par norteamericano Donald Trump, en Washington, saliera movida. En esas huestes se temía que el combo de respaldo total del republicano al libertario, sumado a la fuerte movida de campaña que desplegará el mileísmo en el tramo final de la fase proselitista la semana próxima en Córdoba –con el propio Milei otra vez en la Capital–, terminara inclinando la balanza en favor de ese tercio que dan por descontado en el Panal, el que tiene asegurado de arranque la boleta que lidera el libertario Gonzalo Roca. El condicionamiento electoral para “desenfundar dólares” explicitado por Trump, y que volvió a intranquilizar a los mercados, fue leído también en el cordobesismo como un paso en falso del Gobierno nacional.
También hay una respuesta de Provincias Unidas para el escenario de polarización que instauró Trump al advertir que sólo habrá apoyo para Milei en tanto y en cuanto, dentro de dos domingos, los argentinos respalden al líder libertario. “Eso es un cliché y lo vamos a romper el 26 a la noche. El plan económico de Milei fracasó; vamos al Congreso a cambiar lo que está mal”, repiten cerca de Schiaretti.
La expectativa libertaria
En el campamento de La Libertad Avanza el semblante ha mejorado en los últimos días. El escándalo Espert menguó, al menos en la conversación pública, aunque el impacto real se conocerá cuando se cuenten los votos bonaerenses. Además, y aunque a un ritmo lento, el conocimiento de Roca ha comenzado a mejorar. ¿Alcanzará? Para acelerar ese proceso, Milei estuvo en Córdoba la semana pasada y, desde el lunes, habrá funcionarios nacionales que lo acompañarán en recorridas y en medios de comunicación. “Caminatas, contacto con la gente y medios” es la apuesta para los últimos días de campaña.
El número que aparece como nuevo objetivo recalculado respecto de semanas atrás entre los violetas cordobeses es 32 puntos. Creen que es un resultado alcanzable, aunque reconocen que hoy están por debajo de ese nivel. Como sucede en el búnker de Provincias Unidas, nadie menciona la palabra “ganar” en el mileísmo. Estiman que sumar cuatro bancas es posible. Hace dos meses decían que lograrían seis, y el triunfo parecía asegurado.
En filas mileístas preocupa el desempeño del libertario Agustín Spaccesi, especialmente porque la propuesta del legislador provincial ocupa la primera columna de la boleta única, con colores violetas y una estética que podría confundir a los votantes. Hay una estimación del oficialismo nacional que cifra en cuatro puntos el posible desempeño de Spaccesi, dolorosísimo para La Libertad Avanza si llegara a confirmarse en la práctica.
Otros que le comen votos a Milei en Córdoba son el radical Ramón Mestre y el vecinalista Aurelio García Elorrio. El exintendente necesita un cierre a todo vapor para entrar al Congreso. En el Panal sueñan con que eso suceda: sería otro cimbronazo profundo para el principal partido de oposición provincial.
Falta una semana exacta de campaña. Y hay números finos para una elección que ni Schiaretti ni Milei pueden darse el lujo de perder.