“Hay funcionarios que no funcionan”, parafraseó Gustavo Valdés, gobernador de Corrientes al referirse al accionar del ministro de Ambiente de la Nación, Juan Cabandié, quien le respondió irónicamente desde Barbados que, cuando ellos decidan tener brigadas propias, “cuenten con ellos”.
Pero mientras tanto, Corrientes se quema: 335 mil hectáreas rurales ardieron por unos incendios que comenzaron por la sequía prolongada, pero que no se apagaron porque los recursos llegaron tarde. Aun cuando la cartera de Ambiente de la Nación maneja $ 3.058 millones en presupuesto.
Según publicó Clarín, durante los primeros días el Ministerio movilizó a la provincia ocho brigadistas, luego reforzó con otros 30. Los aviones hidrantes llegaron tiempo después porque, según Cabandié, Corrientes había rechazado su ayuda.
Después surgieron los cruces políticos, uno dice y el otro responde. En tanto, la tierra se arrasa y los animales se mueren. Cabandié viajó a Barbados. Cuando le consultaron por qué lo había hecho en medio de los incendio, desde Ambiente explicaron que “el viaje estaba previsto con antelación”.
El daño en los esteros del Iberá es incalculable: la Nasa llegó a difundir fotos de los incendios desde el espacio.
El alivio llegó recién este jueves después de que lograran controlar gran parte de los focos, según el jefe de Operaciones de Defensa Civil, Orlando Bertoni, aunque aclaró que “la situación puede variar en cualquier momento”.
¿Y los recursos para los incendios en Corrientes?
Desde Corrientes apuntan contra Nación por el envío tardío de recursos, aun cuando el Ministerio de Ambiente maneja una caja importante: se solventa con fondos provenientes de una prima que cobra cada póliza de seguro y que le gira la Superintendencia de Seguros de la Nación cada tres meses.
En números: el Plan de Manejo del Fuego recibió 833 millones de pesos en el primer trimestre del año, según los registros oficiales que publicó Clarín.
Según informó el Gobierno nacional, la asistencia para los incendios en Corrientes alcanzó los 400 millones de pesos; y envió un helicóptero, cuatro aviones hidrantes, junto a 80 brigadistas y personal de apoyo.
Por su parte, Marcelo Rozas Garay, ex funcionario que estuvo a cargo del manejo de los desastres naturales durante el gobierno de Macri, apunta a una decisión política.
“El Sistema de Manejo del Fuego estaba en manos del ministerio de Seguridad. Pero con la llegada de Alberto pasó a manos de Medio Ambiente. Así, Cabandié se quedó con el manejo de las contrataciones de aviones hidrantes, del despliegue de brigadistas, del manejo de los bomberos voluntarios”, explicó Rozas Garay.
Y apuntó: “Sospecho que lo usan políticamente. A Valdés, le retacearon la ayuda por una cuestión partidaria. La urgencia se atendió de un modo político”, sostuvo el exfuncionario, quien agregó: “¿Loteo para La Cámpora? Han creado una torre de Babel para coordinar la gestión del riesgo de desastres”.
Detrás del conflicto político hay consecuencias para el medioambiente y 335 mil hectáreas quemadas.
