Ex funcionarios y especialistas del sector apuntan a la decisión del Gobierno nacional de suspender una serie obras de generación eléctrica como una de las causas que demorará la solución del sistema energético.
La cancelación del plan se tomó en julio de este año y pone en debate la forma en que el Gobierno nacional alcanza el superávit fiscal que celebra.
Pese al escenario planteado, la Secretaría de Energía a cargo de Eduardo Chirillo optó por no responder las consultas de la prensa.
El informe que devela la fragilidad del tramo de generación de energía eléctrica circula por los despachos oficiales desde principios de julio. Fue realizado por CAMMESA (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima), que es la empresa que regula el sector y que el Gobierno pretende reformular su funcionamiento.
De allí que también surgieron diferentes versiones sobre los motivos que llevaron al jefe de Gabinete, Guillermo Francos a reconocer que el próximo verano puede faltar energía.
“Si viene un verano de mucha temperatura, puede haber una demanda muy alta de electricidad. Lamentablemente no han habido inversiones, va a faltar generación y vamos a tener que programar algún corte, sobre todo hacer algunos acuerdos con los sectores industriales”, admitió Francos durante el fin de semana.
Una de las primeras contestaciones surgió de la ex secretaria de Energía y Minería, Flavia Royón, quien enfatizó que los cortes anunciados ya habían sido advertidos, y que si no se hizo algo para evitarlo fue porque se dio de baja una licitación para adquirir mayor generación.
“La situación estaba advertida y es crítica”, dijo la salteña Royón, quien ocupó la secretaría de Energía durante la administración de Sergio Massa como ministro de Economía, y luego en la presidencia de Milei, hasta el 9 de febrero, cuando se le pidió la renuncia por el fracaso de la Ley de Bases que rompió acuerdos con gobernadores provinciales.
“Se estudió el sistema, se analizaron los nodos críticos, pero la licitación se dio de baja porque la nueva administración entiende que tenía involucrados contratos a largo plazo y quieren modificar el sistema; y no presentaron un plan alternativo”, explicó.
El ex titular de ENARSA, Agustín Geréz explicó a La Voz del Interior que el proyecto incluía la construcción de obras ubicadas estratégicamente que permitían liberar líneas para dirigir un mayor flujo de energía a las zonas críticas.
Gerez, remarcó que “cuando uno no cree en la planificación y piensa que las cosas las resuelve el mercado, las consecuencias están a la vista”. Gerez precisó que el proyecto desestimado preveía incorporar 3.000 megas térmicos al finalizar todas las obras previstas, y aclaró que alguna de ellas podía haber entrado en funcionamiento este año y suplir parte de los 3.000 megavatios que le faltarán al gobierno.
“Es un anuncio que preocupa porque todavía falta bastante para el verano y que no lo haya dicho la Secretaría de Energía, sino que lo mencionó el jefe de Gabinete como a la pasada es más preocupante”, señaló a La Voz del Interior, el especialista Nicolás Gadano.
El economista puso énfasis en remarcar que “este no será el primer verano del gobierno” con lo cual ya cuenta con cierta experiencia. Además se lamentó de que se produzca luego de un aumento de tarifas y “más teniendo en cuenta que había una licitación que había organizado el Gobierno anterior para incorporar potencia y que este gobierno dio de baja, con lo cual se podía pensar que la planificación indicaba que no era tan necesaria”.
En tanto, el ex secretario de Energía, Daniel Montamat explicó a La Voz del Interior que hay dos razones clave para la falta de oferta energética: una menor hidraulicidad por falta de lluvias y la parada de técnica de Atucha I.
Montamat rescató que “se esté hablando de este tema en septiembre” cuando años atrás se hacía cuando los cortes ya eran inminentes.
Explicó que la previsión para el verano es de una demanda de 30.700 megavatios y señaló que el sistema entra en estrés cuando se superan los 29.000 megavatios.
Añadió que la salida de Atucha I quitará unos 360 megavatios que se suma a la caída en la oferta que provocará el menor caudal hídrico que se espera sobre las represas por escasez de precipitaciones.
Montamat sostuvo que esta falta puede suplirse parcialmente con importaciones desde Paraguay y Brasil y eventualmente con un swap de energía con Uruguay pero dependerá de la situación climatológica en la región
El especialista también reveló que se están haciendo algunas inversiones para recuperar máquinas antiguas que podrían sumarse a la generación.
Asimismo, se pronunció a favor de implementar planes de incentivos para disminuir la demanda, como por ejemplo premiar con un descuento de 10% a los sectores que consuman un 10% menos de energía respecto de diciembre del año pasado.
“Hay que concientizar a la población que con todos los aires acondicionados funcionando se le demanda al sistema 6.000 megavatios y por eso es importante que se utilicen a 24 grados”, remarcó.