Se sabe: en tiempos de polarización extrema, la reacción frente a hechos de alto voltaje institucional suele leerse a través del prisma de la grieta. Grieta consolidada, vale remarcarlo. Sin embargo, una reciente encuesta realizada por la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA), un actor poco habitual del debate de este tipo, ofrece un diagnóstico que rompe esquemas y deja una señal de alarma para el kirchnerismo: el 65% se manifestó a favor de la condena judicial a Cristina Kirchner.
Es una cifra llamativamente alta teniendo en cuenta el origen académico e histórico de quien la produjo, siempre más cercano a políticas relacionadas con el kirchnerismo.
La investigación, realizada por el Observatorio de Psicología Social Aplicada (OPSA) y dirigida por el doctor Gustavo González, forma parte del Monitor de Inseguridad Nº 11.
A diferencia de los tradicionales estudios de consultoras privadas, este sondeo no fue encargado por medios ni por fuerzas políticas. Es un relevamiento propio de una unidad académica pública, llevada adelante con metodología cuantitativa sobre una muestra de 1.030 personas, distribuidas en los principales conglomerados urbanos del país, incluido Córdoba.
Emociones: justicia, alivio y bronca
Cuando se pidió a los encuestados que expresaran en una sola palabra lo que sintieron al enterarse del fallo contra Cristina, los términos más repetidos fueron: “justicia”, “felicidad”, “satisfacción”, “alivio” y “alegría”.
Muy por detrás, aunque presentes, quedaron las emociones negativas como “indignación”, “bronca”, “angustia” o “injusticia”.
En las respuestas múltiples, el 47% manifestó haber sentido justicia y esperanza al conocer la sentencia, y otro 32% dijo haber experimentado alegría.
Incluso entre quienes votaron a Sergio Massa en 2023, un segmento relevante no se alineó con una visión de persecución judicial al estilo lawfare, lo que da cuenta de una fractura del consenso interno en el electorado peronista.
Uno de los ítems más reveladores del informe indaga sobre la percepción del fallo. El 54% de los encuestados considera que la condena fortalece a la democracia, contra un 36% que cree que la pone en peligro.
En sectores identificados con la oposición libertaria, ese número asciende a casi 80%, pero incluso en franjas que votaron a Massa en el último balotaje, la opción de “fortalece a la democracia” obtiene niveles relevantes.
Este dato cuestiona uno de los pilares narrativos más consolidados del kirchnerismo, que desde hace años sostiene la tesis de la persecución judicial como mecanismo de disciplinamiento político. La encuesta muestra que ese relato, al menos para una mayoría social, ya no conmueve o no convence en el país.
La sucesión: liderazgo en pausa
Otro aspecto clave abordado por la encuesta es el futuro político del espacio que lidera Cristina. Con la imposibilidad de ocupar cargos públicos y de futuras candidaturas, el estudio preguntó quién podría sucederla en el liderazgo del peronismo.
La mayoría (39%) señaló a Axel Kicillof, seguido por un 31% que respondió que “todavía no ve a nadie con capacidad para hacerlo”.
Juan Grabois aparece con un 21% y figuras como Máximo Kirchner o Sergio Massa, con apenas 3% y 2%, respectivamente.
Esto revela dos cosas. Primero, que el liderazgo de la expresidenta aún no fue reemplazado con claridad dentro de la oposición; y segundo, que la transición generacional o ideológica dentro del peronismo está lejos de estar resuelta a partir del fallo de la Corte.
Más aún, la baja adhesión a figuras que supieron estar en la primera línea del kirchnerismo parece indicar que el desgaste no es sólo de nombres, sino también de narrativa.
El valor de esta encuesta no reside sólo en los números, sino en quién los produce y desde dónde. Que un estudio con origen en una facultad históricamente afín al kirchnerismo registre esta magnitud de desaprobación ante la condena de Cristina Kirchner marca un momento de inflexión.
Porque, si en el pasado los sectores cercanos al progresismo universitario eran un bastión de defensa ante cualquier embate judicial contra la expresidenta, ahora parecen menos permeables al relato de víctima. Al menos, en los resultados de sus estudios.
No se trata de una encuesta más. Se trata de un termómetro inesperado en un escenario político que sigue moviéndose bajo las placas de una figura que, para muchos, ya no representa justicia social sino impunidad.
Por lo dicho entonces, el peronismo, y sobre todo el kirchnerismo, tendrán que leer estos números con atención si quieren entender hacia dónde se está desplazando el ánimo social. Un enigma, por ahora.
Ficha técnica
Tipo de investigación: cuantitativa.
Modalidad: encuestas online geolocalizadas.
Contactabilidad: la invitación a completar la encuesta se realiza a través de redes sociales, según parámetros de geolocalización.
Universo: población general, mayores de 18 años.
Tamaño de la muestra: 1.030 casos.
Error muestral +-3%; nivel de confianza 95%.
Cobertura geográfica: 11 grandes conglomerados urbanos.
Diseño muestral: muestra probabilística al azar simple, ponderada por parámetros poblacionales de género, edad, educación y voto en el balotage del 2023. La aleatorización se realiza a través de los algoritmos de distribución de publicaciones en redes sociales.
Fecha de campo: 12 al 14 de junio de 2025.