El peronismo es la expresión más fuerte de oposición del gobierno de Javier Milei. La expresidenta Cristina Fernández levantó su perfil y aspira a mostrarse como la contracara de los libertarios, aunque su liderazgo ya no es absoluto dentro del PJ.
La crisis interna del peronismo se refleja en su conducción. Hoy el partido no tiene presidente, luego de la renuncia de Alberto Fernández, tras el escándalo de presunta violencia de género contra su pareja Fabiola Yañez. Hay una convocatoria a elecciones de renovación de autoridades, que tiene fecha el 17 noviembre, pero nadie cree que se votará para elegir al nuevo titular partidario.
En una carta publicó en sus redes sociales, el pasado 6 de septiembre, para cuestionar a la gestión de Milei, la expresidenta también le dedicó un párrafo a su partido. “Hoy tenemos un peronismo torcido y desordenado. Hay que discutir una reforma laboral, educativa, fiscal y de la seguridad para tener chances de ser alternativa de gobierno”, reconoció la dos veces presidenta.
Cristina Kirchner sigue teniendo centralidad en el PJ, aunque su poder hoy está casi reducido a la provincia de Buenos Aires, donde tiene una pulseada política con el gobernador Axel Kicillof.
La mayoría de los gobernadores peronistas hacen “la suya”. Algunos, como el catamarqueño Raúl Jalil, y el tucumano Osvaldo Jaldo, están cerca de la Casa Rosada. Cristina Kirchner ya no ejerce un liderazgo indiscutido, y eso es parte de la crisis del PJ.
Hacemos y el “partido cordobés”
Mientras que el PJ de Córdoba, que desde la crisis con el campo en 2008, rompió su vínculo con el partido hegemonizado por el kirchnerismo, a se ve afuera del peronismo.
Tanto, que Juan Schiaretti está armando el partido Hacemos en todo el país, con el objetivo de fundar un nuevo espacio moderado, de centro, junto a dirigentes de otros partidos: peronistas no K, radicales y exmacristas.
En Córdoba, el gobernador Martín Llaryora impulsa el “partido cordobés”, que es el reflejo local de Hacemos que impulsa Schiaretti a nivel nacional.
Algunos peronistas le cuestionan a Schiaretti y a Llaryora la decisión de no disputar la conducción del PJ, ahora que el poder de Cristina Kirchner está más debilitado.
Al respecto, el diputado nacional Carlos Gutiérrez, uno de los dirigentes de confianza de Schiaretti, brindó los argumentos sobre esta decisión de tomar distancia del PJ.
“El peronismo fue colonizado por el kirchnerismo desde hace 20 años, cuando se anuló la posibilidad de cualquier discusión interna. Nosotros nunca nos fuimos del peronismo, nos echaron los que impusieron sus posturas sin ningún tipo de debate”, aseguró el dirigente riocuartense.
Todo indica que para las elecciones legislativas del año próximo, el kirchnerismo armará su propia lista en Córdoba, sin negociar con el gobernador Llaryora, que al igual que Schiaretti, no quiere saber nada con el kirchnerismo. Gabriela Estévez y Federico Alesandri son los dirigentes que tienen contacto directo con la expresidenta.
Quintela, quiere
En medio de la crisis del PJ nacional, el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, es el único peronista que ha dicho que quiere presidir el partido.
Es probable que se convierta en el próximo titular del partido, con el aval de Cristina Kirchner y de Axel Kicillof. Quintela era un cristinista paladar negro, pero ahora se muestra más cercano a Kicillof, que aspira a ser candidato presidencial en 2027.
La interna del PJ nacional se resolverá, cuando acuerden Cristina Kirchner y el gobernador bonaerense.
