Alberto Fernández, en su condición de titular partidario, reunirá esta tarde al Consejo Nacional del Partido Justicialista (PJ), donde el kirchnerismo peronista ya dejó en claro que irá a pedir definiciones sobre las candidaturas y el manejo de la crisis económica.
Desde la CGT, ayer también se encendieron -finalmente- las alarmas y se alertó que “ya no hay más margen de deterioro económico sin riesgo de descomposición social”. Los consejeros sindicalistas también esperan ser escuchados en la cumbre peronista.
Fue el ministro Eduardo “Wado” De Pedro el que avisó con qué ánimo irá el kirchnerismo a la reunión en la sede de Matheu 130, en el barrio porteño del Once.
“Vamos a ir al consejo del Partido Justicialista a discutir, a debatir, a buscar una solución, una definición y empezar a ordenar nuestra fuerza política en función de una coyuntura que urge tomar decisiones para que la sociedad tenga una alternativa ante estos discursos desmoralizantes y anti argentinos”, dijo el ministro del Interior, dirigente de La Cámpora.
La anterior cumbre importante del oficialismo fue a mediados de febrero y estuvo ampliada a todos los sectores del Frente de Todos. La discusión demandó más de cuatro horas y allí pareció quedar en claro la intención de Alberto Fernández de ir por la reelección.
Por aquellos días, el Presidente ocupaba las semanas con dos y hasta tres visitas a provincias, con actos oficiales e inauguración de obras públicas. Un despliegue propio de un posible candidato. Hace un mes, las apariciones en el interior se espaciaron. Las versiones dicen hoy que Fernández buscaría otro candidato para competir en las PASO contra el kirchnerismo. Daniel Scioli ya está anotado y busca su propio camino, a la espera de las definiciones del resto.
“Trabajo para que sea un peronista el próximo presidente”, empezó a responder Alberto Fernández desde fines de marzo a la pregunta de si buscará la reelección. Ayer, el Presidente llamó a mirar “hacia el futuro para que la derecha maldita nunca más vuelva a gobernar la Argentina”.
“La división nuestra sólo permite que otra vez se frustre la construcción del Canal Magdalena, que no se generen puestos de trabajo y que Argentina una vez más vea postergada sus ilusiones”, dijo Fernández en el acto que compartió con el gobernador Axel Kicillof, y en el que se anunció la licitación del Canal Magdalena, una vía clave para mejorar el tráfico entre los puertos del Río de la Plata y las provincias del litoral. El mensaje de unidad anticipó el espíritu con el que Fernández abrirá hoy la reunión del Consejo Nacional del PJ.
En medio de una semana que conjugó tensión cambiaria, un déficit comercial de poco más de mil millones de dólares en marzo y operaciones internas que sacudieron el Gabinete, la Casa Rosada se empeñó ayer en calmar las aguas.
La salida el martes del (efímero) jefe de asesores presidenciales Antonio Aracre echó a correr variadas versiones. Algunas de ellas hablaron de un deterioro en la relación entre el presidente y el ministro de Economía. Ayer por la mañana estuvieron ambos reunidos en la Quinta de Olivos. Se difundió una foto: “Interna encarnizada”, tituló, con discutida ironía, la vocera presidencial, Gabriela Cerruti. En la imagen Fernández y Massa aparecen sonriendo.
Horas después, la CGT ratificó el duro pronunciamiento que filtró previamente para alertar sobre la gravedad de la situación que vive el país. Aunque sin plantear una medida de acción concreta, la cúpula sindical reiteró que “ya no hay más margen de deterioro económico sin riesgo de descomposición social”.
La voz cegetista se sumó así a los crecientes pronunciamientos de distintos referentes oficialistas, coincidentes en sus quejas por la gestión del gobierno nacional y la falta de respuestas para revertir la crisis económica.
“Se aproxima la elección y hay barullo en la política, pero no olvidemos que debemos estar más unidos que nunca”, insistió ayer Fernández.
¿Se puede ganar aún la elección presidencial?, se le preguntó a De Pedro en radio El Destape. El ministro respondió que sí, pero antes dejó una definición que posiblemente sea planteada en la reunión del PJ: “El acuerdo con el Fondo fue inflacionario y hay que rediscutirlo”.
La CGT, entre los 11 puntos que fijó como hoja de ruta, aludió en uno a “recuperar la independencia económica para evitar que nuestras decisiones soberanas no sufran los condicionamientos de metas y de intereses ajenos a la nación”.
La CGT, que se reunió presidida por el triunvirato Héctor Daer, Pablo Moyano y Carlos Acuña, convocó a “un gran consenso político, económico y social que permita alcanzar acuerdos básicos para el diseño de un programa de mediano y largo plazo”. Después, en conferencia de prensa, Daer admitió que el país vive “momentos de dificultad mayúscula con operaciones especulativas”.
