El viernes en Río Cuarto, los gobernadores de Provincias Unidas se reunirán en la Rural de Río Cuarto, y a ellos los acompañará Juan Schiaretti. Así lo confirmó Daniel Pastore, ministro de Vinculación del gobierno de Córdoba en el streaming La Voz en Vivo.
“Estamos encaminados a la elección de octubre, donde se discute un modelo de país. Y nosotros le vamos a ofrecer un modelo distinto al odio al Estado de Milei, y del amor extremo del kirchnerismo”, agregó el funcionario de Martín Llayora.
Hoy, los seis mandatarios que conforman Provincias Unidas son el anfitrión Martín Llaryora, junto a Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Gustavo Valdés (Corrientes), Ignacio “Nacho” Torres (Chubut), Carlos Sadir (Jujuy) y Claudio Vidal (Santa Cruz).
La confirmación de la reunión en Córdoba se da un día después de la convocatoria a una mesa de diálogo lanzada por el gobierno de Javier Milei.
Sobre esa invitación, Pastore aclaró que en el Centro Cívico aún no recibieron un llamado. “No recibimos nada... Hasta anoche, que estuvimos trabajando con el gobernador, no recibimos una invitación formal. Pero eso habla también de cómo trata estos temas tan serios el Gobierno nacional”, aclaró el ministro de Vinculación.
Para Pastore, el hecho de no haber recibido una invitación formal habla de la improvisación del Gobierno de Milei. “Una reunión así debería tener preparación, debería tener acuerdos para luego materializarlos. Que te convoquen por un tuit, sin temario, aunque decidiéramos ir, sería una foto vacía”, explicó Pastore.
Y remarcó: “Y ya hemo tenido varias fotos vacías. “Así como está planteada, la convocatoria es para la tribuna”, dijo.
La reunión en Córdoba surge en un contexto de reclamos sin respuesta, promesas incumplidas y una reciente derrota del oficialismo en la provincia de Buenos Aires.
La postura más explícita provino del gobernador salteño Gustavo Sáenz, quien no dudó en criticar duramente al gobierno nacional.
“No son leones, son palomas de iglesia, porque cagan a los fieles. A mí me cagaron con obras y me cagaron en lo electoral, con candidatos que me destrozan”, resumió Sáenz.
Esta es una voz entre muchas que expresan escepticismo ante la propuesta del vocero presidencial, Manuel Adorni, señalando que, tras más de un año sin estímulos, no ven motivos para acercarse a un oficialismo “a la defensiva”.
Contexto de tensión con el Gobierno
La reciente victoria de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires, con más de 13 puntos sobre La Libertad Avanza, actuó como un catalizador, intensificando la hostilidad inicial de algunos gobernadores hacia el gobierno nacional.
Poco después del anuncio de Adorni, Maximiliano Pullaro, figura con fuerte predicamento en Provincias Unidas, redobló la apuesta en X: “La gente viene hablando fuerte y claro. El gobierno sigue sin escuchar, paralizado. Hay que dejar atrás el pasado, lleno de fracasos y frustraciones. Enfrentar ya los graves problemas del presente, porque en las casas de nuestra gente todo apremia”.
La relación de Pullaro con la Casa Rosada es un claro ejemplo de la tensión generalizada. Aunque mantiene una buena relación con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, por la gestión de la crisis de seguridad en Rosario, disputa con el ala económica por fondos adeudados y es blanco de una persistente campaña agresiva en redes sociales.
Este es un “común denominador” con otros mandatarios, quienes también batallan con el Ejecutivo por recursos que, según afirman, les retienen para cumplir con sus obligaciones presupuestarias. Un gobernador, que pidió no ser identificado, lamentó: “Nos cagaron con los recursos durante un año y medio y ahora, que tuvieron una paliza en la provincia de Buenos Aires, quieren que les pongamos el hombro”.
Encuentro de gobernadores en Córdoba
A pesar de la relevancia de Kicillof en el cimbronazo político que sufrió el oficialismo nacional, la mayoría de los gobernadores provinciales se distancia del peronismo bonaerense. No desean ser arrastrados por la “interna salvaje” en la que, previsiblemente, se sumirá el Partido Justicialista.
Su foco es crear “una propuesta electoral por fuera de los libertarios y del peronismo”, con el objetivo de construir “algo nuevo, distinto y moderno, para tener un candidato presidencial competitivo para 2027”.
El encuentro del viernes en Córdoba es una “parada previa” en este proyecto de largo plazo, buscando consolidar una masa de votantes que pueda establecerse como un polo de poder con proyección nacional en las elecciones del 26 de octubre.