A días de dejar su banca en la Cámara de Diputados y volver al llano, Rodrigo de Loredo habla de su próximo objetivo: la candidatura por la Gobernación de Córdoba.
Entrevistado en La Voz en Vivo, el radical confía en poder liderar un frente amplio del que participe su partido, La Libertad Avanza y el Frente Cívico de Luis Juez.
El radical se muestra convencido de que la construcción territorial no admite medias tintas y avisa a los intendentes de la UCR que trabajen con el peronismo que tendrán candidatos propios compitiendo en sus localidades. También fue duro con Ramón Mestre, quien lideró la boleta del partido en los últimos comicios.
–El 10 de diciembre deja su banca en Diputados. ¿Qué es lo que viene, la candidatura provincial? ¿Ese va a ser su principal trabajo y objetivo?
–Sí, va a ser el decidido y determinante. Creo que es un trabajo que no puede ser part-time. Parte de lo que yo razoné cuando decidí no seguir siendo diputado es porque creo que no se puede ser gobernador desde los canales porteños; no se puede ser gobernador de una banca legislativa; no se puede pretender ser gobernador porque se vaya a nacionalizar una elección provincial. Hay un nivel de subestimación de la gente al creer que son arriados por aparatos. Va a haber una elección provincial en Córdoba muy fuerte. Y el cordobés, así como no se comió ninguna curva y supo que la elección nacional era nacional y que las otras opciones no iban a ningún lado, cuando venga la elección provincial, va a ser provincial.
–Es decir que estará en campaña hasta las elecciones.
–Yo arranco ahora 24 por 7. Van a ver, y perdón que lo diga en estos términos, probablemente una de las campañas más intensas, con mayor despliegue territorial, con mayor conversación con todos los actores de la provincia de Córdoba durante este año y medio. Y vas a tener la plena certeza y seguridad de que, pase lo que pase, caiga quien caiga, suceda lo que suceda, en el 2027, cuando a Llaryora se le ocurra votar –porque ponen las fechas cuando quieren–, vas a entrar al cuarto oscuro y vas a ver una boleta que diga “Rodrigo de Loredo, candidato a gobernador por Córdoba”. Esa es una decisión absolutamente tomada.
–¿Por qué la candidatura tan temprano? ¿Cuál es la estrategia? ¿A quién le habla?
–El ciudadano está inmerso en una multiplicidad de problemas y a duras penas escucha a los políticos y dirá: “No sé de qué están hablando”. Pero me gusta la pregunta porque no quiero que esto se convierta en la aspiración de uno… Yo he tratado de demostrar que no corro atrás de los cargos. Entonces la pregunta es por el tiempo. Queda un año: queda poco tiempo. Poco tiempo si uno quiere armar un proyecto para transformar Córdoba; un proyecto en el cual uno pueda ganar la gobernación de Córdoba y llevar inmediatamente a la Legislatura un conjunto de reformas que la provincia necesite. Y voy a decir más: yo creo que que el peronismo se va a dedicar –y está en su derecho, lo viene haciendo– desde hoy hasta esa fecha a intentar que no nos unamos.
–Si De Loredo sí o sí va a estar en la boleta, ¿cómo van a hacer para ponerse de acuerdo con los otros que aspiran a lo mismo?
–Yo voy a hacer todos los esfuerzos, todos los que estén a mi alcance, para que presentemos un frente unificado.
–Juez dijo que si la oposición no compite unida no hay forma de ganar. ¿Comparte?
–Creo que Luis, a quien le tengo un afecto muy grande, con la única persona con la que no se ha peleado es conmigo. Yo confío en que va a ser así y en que vamos a estar unidos. Pero te voy a decir más: si eso no pasara, lo que ya está claro es que al peronismo le entró agua de una forma como no le venía pasando hace 20 años.
–Juez dijo que buscará la misma candidatura que usted.
–Luis es un peleador. Creo que ha pasado momentos muy ingratos. Creo que se defiende con uñas y dientes. Creo que es un tipo honesto. Y confío que él, llegado el momento, va a corresponder el gesto que recibió de mi en 2023, y que vamos a estar unidos. Si estamos juntos ganamos con absoluta claridad, pero si no llegáramos a estar juntos yo no veo a un peronismo que saque más de 35 puntos y yo empiezo a trabajar a partir del 10 de diciembre por tener mis 36 puntos en Córdoba. Y ya hubo un caso, en 2007, y Luis fue el actor central de esa elección en donde le empató a Schiaretti y el radicalismo terminó en 20 puntos. 36, 36, 20. Voy a ir hacia ahí. Voy a hacer todos los esfuerzos porque La Libertad Avanza decididamente tiene que estar acá. Se ha abierto una oportunidad de cambio. Hay una aceptación a reformas grandes en el país que nos da una oportunidad inmensa. Creo que tenemos que tener la responsabilidad de que eso mismo que está pasando nacionalmente se traduzca en Córdoba y que cambiemos. Gabriel Bornoroni ha demostrado que fue subestimado y demostró un trabajo titánico.
–Se lo mencionó como posibilidad para el gabinete nacional. ¿Aceptaría un cargo en el Gobierno de Milei?
–Hubo sondeos en ese sentido previo a la elección. El Gobierno nacional estaba viendo, especulando con qué resultados iba a tener. Me parece que esa idea de gobierno coalicional, a esta altura, quedó descartada. Lo de Santilli me parece que es un buen cambio. Si viene un ofrecimiento de ese tipo, yo tendría que verlo: no tomo decisiones solo. Yo arranco ahora 100% focalizado en darle una opción para gobernar la provincia.
–¿Qué evaluación hace del resultado de la UCR de Córdoba en las elecciones de octubre pasado?
–Mestre fue uno de los candidatos de Llaryora. Punto. Así le va a un partido cuando su candidato se lo elige el adversario. Además, la incursión del juez federal Vaca Narvaja va a quedar como uno de los episodios más bochornosos. En mi celular tengo cantidad de mensajes de gente azorada por la intromisión de la Justicia en decisiones que unánimemente tomamos nosotros unánimemente.
–¿Lo van a llamar a Mestre para sumarlo?
–Mestre no es un problema mío. Tengo 20 años rivalizando contra un dirigente que gobernó pésimamente. Está en las antípodas de lo que yo represento, de mis valores y de mis comportamientos políticos.
–¿Que van a hacer con los intendentes? Hay un grupo que jugó para Provincias Unidas e hizo campaña para Schiaretti.
–Creer que porque un intendente le diga al habitante de su pueblo cómo tiene que votar, va a votar así... Está lleno de dirigentes políticos que hacen sus análisis de ese lugar. Peleo todo el tiempo contra eso. Si no que me expliquen el fenómeno Milei. Sin un solo gobernador, sin un solo intendente. Distinto es cuando el proceso amalgama las elecciones. Cuando el intendente va conjuntamente y pegan las boletas. Ahí sí se pone en valor lo colectivo. Yo conduzco un espacio colectivo, no tomo decisiones solo. Ya dejamos, casi como en un experimento, pasar esta elección para que se visualice lo que pasa cuando un partido se mira hacia adentro en vez de mirar hacia afuera. Sacó dos puntos. ¿Cuántos sacó? Tres puntos. ¡Desastre! Nosotros ahora vamos a ser muy claros con Marcos Ferrer, que es el presidente del partido. Esta es la decisión que vamos a tomar: el que quiera estar coqueteando con otros, muchachos, muchas gracias. Con nosotros no. Tendremos otro candidato a intendente en ese pueblo. Esa va a ser la forma de que nosotros pongamos en valor que tenemos algo muy poderoso.
