El diputado nacional Rodrigo de Loredo (UCR) fue la voz de la oposición para pedir, este lunes, la renuncia del ministro de Seguridad de Córdoba, Juan Pablo Quinteros, y del jefe de Policía, Leonardo Gutiérrez, en medio de la escalada de casos de corrupción que salpican a la cúpula policial de la provincia.
Lo hizo acompañado del intendente de Río Tercero, y presidente de la UCR, Marcos Ferrer, y de diputados nacionales y legisladores radicales, y con fuertes declaraciones que también cuestionan al gobernador Martín Llaryora por su inacción ante una situación que, según planteó, se volvió estructural.
“El primer concepto que para nosotros es determinante y prioritario es definitivamente comprender que los niveles de inseguridad que padece el ciudadano de a pie... y que superan en distintas estadísticas a otras provincias con las que nos podamos comparar”, señaló De Loredo.
“El que vive en cualquiera de los barrios de esta ciudad, el que habita cualquiera de las ciudades de esta inmensa provincia lo sabe. Cuando un laburante sale y lo roban en la puerta de su casa, cuando llega y lo esperan y le chorean el auto, cuando lo matan, cuando lo apuntan, cuando lo persiguen, cuando vuelve a estudiar sus hijos…”, describió el diputado.
Para De Loredo, la raíz del problema está en la corrupción dentro de las propias fuerzas de seguridad. “El brutal nivel de inseguridad, que es el principal problema que tiene Córdoba, se vincula directamente a que los altos mandos de las fuerzas policiales a los que nosotros les pagamos para que nos cuiden, nos roban”, acusó.
El legislador denunció una lógica donde los encargados de garantizar la seguridad ciudadana están en connivencia con el delito: “Es la primera vinculación, porque si no estamos hablando de uuna idea mágica de que uno es jefe de Policía y es deshonesto en su casa, pero después se pone el uniforme y pasa a ser honesto. ¡Le toman el pelo a los cordobeses!”.
Además, atribuyó esa connivencia a una corrupción enquistada durante décadas de gobiernos peronistas: “Si no existiera esta corrupción estructurante que es el resultado de 26 años del peronismo en Córdoba y que involucra al Servicio Penitenciario, a la Dirección de Bomberos, a la Fuerza Provincial Antinarcotráfico, a la subjefatura de la Policía y la Caminera, tendríamos una mejor seguridad”, dijo.
Pedido de renuncia
En ese marco, De Loredo fue terminante: “Nuestro espacio político va a pedir el apartamiento del ministro de Seguridad y del jefe de la Policía”.
Y aclaró que no se trata de una solución mágica: “Saben lo que opinamos del ministro de Seguridad, pero esto parece verdaderamente una anécdota. El tema es que de ninguna manera creemos que corrido el ministro se va a resolver el problema. Es muchísimo más grave”.
También fue muy crítico con la actitud de Llaryora: “Es gravísimo este modus operandi del silencio permanente del gobernador de la Provincia sobre los hechos más graves. Es muy grave también las excusas retóricas sistemáticas”, aseguró.
Apuntó directamente contra la estrategia del oficialismo de despegarse de los jefes policiales cuestionados: “Ya no le va a alcanzar al gobierno de la Provincia con echarle la culpa a Juan Schiaretti. Esta idea de que se trata de jefes policiales designados por administraciones pasadas no va. Hoy de ninguna manera alcanza, porque el subjefe de la Policía Mercado, y el jefe de la Caminera Ochoa fueron designados por esta administración y hace muy poco tiempo”.
Frente a ese escenario, De Loredo ratificó la decisión de su bloque de avanzar con medidas institucionales. “Vamos a pedir el apartamiento del ministro de Seguridad y del jefe de la Policía, y vamos a llevar al recinto esto, por más que lo van a resistir en una Legislatura que han anulado prácticamente, el juicio político respectivo”, dijo. Y agregó: “Esperemos que pueda prosperar, los números los iremos a buscar”.
Intervención
Mientras tanto, propuso una intervención directa de las fuerzas de seguridad. “Una de las ideas que he escuchado y que nos parece valedera, puede haber otras, pero es indefectible y necesario. Es casi una ingenuidad cuando uno advierte los niveles de vinculación de estos altos jefes policiales con las actuales autoridades. Nos hace imposible pensar que esto se puede resolver como se viene sucediendo”, afirmó.
Y planteó una salida concreta: “Creemos que tiene que ser intervenida la fuerza de seguridad. Y una idea puede ser con exjefes de la Policía que han tenido prestigio, que han terminado su carrera, que ninguno haya estado salpicado por episodios de estas características y que mientras tanto tomen a cargo la conducción de las fuerzas”.
Las declaraciones de De Loredo se inscriben en un contexto de crisis institucional para el área de Seguridad del Gobierno provincial, tras una seguidilla de escándalos y detenciones que afectaron a altos mandos de la Policía, del Servicio Penitenciario y de la Fuerza Antinarcotráfico. Y que el viernes pasado, terminaron con el jefe de la Caminera preso.