Luego de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmara la condena a cuatro años de prisión por la tragedia ferroviaria de Once, el exministro de Planificación Federal Julio De Vido se entregó este jueves en los tribunales de Comodoro Py donde quedó detenido.
Este mismo jueves fue a la cárcel de Ezeiza.
El exfuncionario kirchnerista deberá cumplir cuatro años de prisión por administración fraudulenta.
De Vido llegó a los Tribunales pasadas las 8 e ingresó por los accesos principales.
Su abogado Maximiliano Rusconi adelantó que hará una presentación “ante el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias (WGAD) del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU) con sede en Ginebra”.
Los argumentos de Rusconi
El abogado sostuvo que la Corte “rechazó un recurso de queja en el cual esta defensa cuestionaba la legitimidad y el monto de la pena impuesta (...) con velocidad sospechosa y oportunismo evidente”.
Además, insistió en que la sentencia contra De Vido es “injustificada y arbitraria” y que el máximo tribunal “posibilitó la ejecución inmediata de la condena”, que había sido confirmada por la Sala III de la Cámara de Casación Penal.
La situación judicial de De Vido
Con el fallo firme, el TOF 4 ordenó la detención del exministro para que cumpla la pena efectiva de cuatro años de prisión.
La condena se vincula con su responsabilidad en la administración deficiente del sistema ferroviario que derivó en el accidente ocurrido el 22 de febrero de 2012, en el que murieron 51 personas y hubo más de 700 heridos.
La defensa busca que De Vido, de 75 años, acceda a la prisión domiciliaria, una medida que ya fue solicitada en otras causas por razones de salud y edad avanzada.
Camino internacional
Rusconi adelantó que llevará el reclamo ante organismos internacionales por considerar que el proceso violó garantías judiciales básicas.
En su presentación ante la ONU, argumentará que la sentencia “fue dictada sin fundamentos y responde a una persecución política”.
Mientras tanto, el exfuncionario permanece bajo custodia, a la espera de que la Justicia evalúe su pedido de cumplir la condena en su domicilio.




























