El titular de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, anunciaron anoche las dos nuevas etapas de la política económica.
Tras haber logrado déficit fiscal cero en cinco meses, sobrevendrá ahora la etapa de emisión cero y, luego, la ansiada salida del cepo, señaló el ministro. Milei había prometido que con la sanción de la norma, se pondría en marcha “la competencia de monedas”.
La instrumentación de la Ley Bases demoraría unos dos meses, más allá de la inmediata vigencia del nuevo esquema de Ganancias, que alcanzará a unos 800 mil asalariados.
El articulado de la Ley Bases también impactará en las actualizaciones de los montos de facturación y de pago del Monotributo.
Mientras tanto, se postergaron los aumentos previstos para julio de la electricidad y del gas natural. No todas son rosas: en el bolsillo, pegará la suba de los combustibles, de entre 4% y 5%.
Bases: la inflación
Caputo y Bausili explicaron que “la deuda del Banco Central” será asumida ahora por el Tesoro. Así, los pasivos remunerados (pases) no generarán emisión, aunque exigirán al Gobierno un mayor esfuerzo fiscal.
Las cuentas oficiales tendrán un doble desafío: gastar menos y que el superávit alcance para cancelar las letras del Tesoro.
La tasa seguirá siendo fijada por el Central y pasará a ser positiva, aseguró Bausili; es decir, superará a la inflación.
El economista Santiago Bulat sostiene que los valores de los alimentos se estabilizaron en junio, pero en este mes y en los próximos incidirá la suba en los servicios.
Un botón de muestra: el Gobierno liberó las tarifas de internet, cable y televisión por cable.
“La inflación estará en un rango de entre 4% y 5% mensual”, afirmó Bulat al exponer en Proyectar Córdoba.
Gastón Utrera recuerda que el objetivo es llevar ese indicador al 2%, que es la devaluación mensual del peso. Caputo ratificó anoche ese mecanismo, al tiempo que descartó una devaluación.
Utrera sostiene que en varios sectores de la economía cordobesa la actividad dejó de caer entre abril y mayo, aunque el crecimiento dependerá de señales sobre la inflación y la política cambiaria.
¡Ay, el dólar!
El mayor éxito hasta ahora de la gestión Milei fue controlar el valor del dólar, ante el pronóstico agorero de ciertos economistas, que preveían en diciembre un salto a entre $ 2.000 y $ 3.000.
Sin embargo, el panorama cambió desde el 19 de abril. Ese día, el dólar blue cotizó a $ 1.015 y desde allí emprendió una racha alcista que se moderó en las últimas horas, por la sanción de la Ley Bases.
¿Cuál es el problema? Varios. Uno, que el Gobierno no cuenta con los 10 mil millones de dólares para desarmar el cepo, que forma parte de la tercera etapa de Caputo-Bausili y que aún no tiene fecha de ejecución.
Esa decisión paraliza nuevos negocios, ante la incertidumbre sobre cuál será el valor de la moneda norteamericana.
Otro problema es que el Fondo Monetario Internacional (FMI) no dio señales positivas sobre un nuevo programa, que incluye el pedido de fondos por 10 mil millones de dólares.
El FMI sugirió que el Gobierno elimine desde el próximo lunes el llamado “dólar blend” para los productos agropecuarios, que permite a los exportadores liquidar el 20% por el mecanismo de contado con liquidación.
En un posible circuito con el FMI, Caputo aseguró anoche que ese mecanismo se mantendrá en los próximos meses.
Un diccionario ahí
Los economistas acuden al diccionario para explicar cómo será la salida de la recesión.
El Gobierno apela a la “V” (fuerte caída, con fuerte recuperación); Ricardo Arriazu estima una “U” (fuerte caída, estancamiento y luego crecimiento); Guillermo Acosta imagina una “L” (fuerte caída, con una lenta expansión).
Por último, otros prevén una fuerte caída y luego un moderado crecimiento en forma de “pipa”, similar a la de la reconocida marca de deportes.
En tanto, se mantiene la preocupación de las familias por el nivel de sus salarios y el empleo, los cuales deberían potenciarse con la Ley Bases.
