Pasadas las últimas noticias relacionadas con el posible gabinete económico de la presidencia de Javier Milei, que produjeron una baja en el mercado, se generó ayer un marcado rebote de las distintas versiones de dólares paralelo.
El dólar Contado con Liquidación (CCL) y el MEP, luego de la caída de los últimos días de noviembre, volvieron a superar la barrera de los $ 900, en medio de un proceso de reacomodamientos de expectativas tras el triunfo del libertario.
En el caso del CCL, luego del repunte de poco más del 8% de este viernes, se ubicó en una brecha con el oficial del 150%.
Por su parte, el MEP escaló 6% para generar un spread con el oficial del 152%.
El “blue”, en tanto, rebotó luego de seis bajas consecutivas y cerró a $ 905 para la compra y $ 955 para la venta en el mercado paralelo.
De esta forma, en la última semana antes de la llegada de Milei a la Casa Rosada, todas las versiones estarán posicionadas sobre los $ 900 y a la espera de las primeras medidas económicas.
Movimientos del dólar
El mercado paralelo del dólar había cedido algunos puntos a comienzos de esta semana, luego de que se alejara la posibilidad de una dolarización inminente.
La confirmación de Luis “Toto” Caputo en Economía, un hombre afín a los mercados, ayudó a que se conformara un escenario de más previsibilidad; al menos desde el punto de vista de los grandes inversores.
Si bien la dolarización no fue descartada (de hecho, Milei la volvió a confirmar), todo indica que no se producirá de manera inmediata.
Una de las medidas que influyó positivamente para que los dólares financieros bajaran a finales de noviembre fue la decisión del Banco Central de permitir la liquidación de divisas de exportación con un 50% al dólar oficial y el otro 50% al Contado con Liquidación.
Esto, por su parte, le otorgó más liquidez a los distintos tipos de cambio bursátiles.
Cuando el blue descendió debajo de los $ 900, numerosos operadores de la City había dicho que estaba en su “piso”, y que la creciente expectativa de una aceleración inflacionaria volvería a posicionarlo más cerca de los $ 1.000. De ahí surge algo de la explicación del rebote de ayer.
La inflación, en efecto, luego de desacelerarse en octubre, volvió a ubicarse en los dos dígitos en noviembre. Así lo reflejan los distintos relevamientos privados, cuyas mediciones ubican la variación del IPC nacional entre el 11% y el 13%.
Sólo en la semana tras el balotaje, según la evaluación del Ministerio de Economía, la suba de precios fue del 3,1%, con un sostenido avance en carnes, verduras y productos de almacén.
Las expectativas inflacionarias superiores a los índices actuales se asientan en datos como el anticipo de que Milei cerrará la Secretaría de Comercio o, al menos, que ya no habrá controles de precios, lo cual genera incertidumbre sobre lo que sucederá en diciembre, que ya es tradicionalmente “caliente” en materia de aumentos.
El propio Milei dijo que la Argentina entrará en un período de estanflación, que significa alta inflación con recesión, lo que está determinando que el mercado entienda que el dólar (oficial y paralelos) va a seguir en alza.
Por otra parte, el Central vendió ayer U$S 107 millones en el mercado cambiario y anotó su mayor saldo negativo desde comienzos de octubre, cuando entregó 120 millones.
El Merval, en tanto, rebotó –luego de iniciar con una leve caída– y afianzó el camino de suba que marcó todo noviembre.
