Diego Santilli asume esta tarde de martes como ministro del Interior, una cartera cuyo poder político fue recortado con el traspaso de áreas clave a la Jefatura de Gabinete y al Ministerio de Seguridad.
Javier Milei le tomará juramento a las 15, en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, ceremonia a la que fueron invitados un reducido grupo de familiares y amigos. No está prevista la presencia del expresidente Mauricio Macri, líder del PRO, espacio por el que Santilli fue elegido diputado nacional.

Pero la administración libertaria recibió al “Colo” marcándole la cancha de entrada. Las dudas sobre el alcance del radio de acción que le darían quedaron despejadas esta mañana con la publicación en el Boletín Oficial de cambios en el organigrama del Poder Ejecutivo.
Las modificaciones acotaron el ámbito de competencia de la cartera y en forma paralela les dieron más poder a Manuel Adorni y a Patricia Bullrich, quien será reemplazada desde el 10 de diciembre por su segunda, Alejandra Monteoliva. Como para no dejar dudas del nuevo alineamiento, Adorni compartió una foto con Bullrich durante un “desayuno de trabajo” esta mañana.
Mediante una serie de decretos, Milei le traspasó a Seguridad el manejo de la Dirección Nacional de Migraciones y el Registro Nacional de las Personas. A su vez, la Secretaría de Turismo, Ambiente y Deportes –que encabeza Daniel Scioli– deja el ámbito del Ministerio del Interior y pasa a la órbita de la Jefatura de Gabinete.
Más poder para Manuel Adorni
En otra decisión plasmada mediante decreto, Milei decidió pasar la secretaría de Comunicación y Medios de la Presidencia de la Nación a la de la Jefatura de Gabinete. De esta forma, Adorni mantiene bajo su control la comunicación del Gobierno.
No obstante, ya avisó que se discontinuará la habitualidad de las conferencias de prensa que ofrecía en la Casa Rosada y solo comunicará decisiones oficiales o acciones de gobierno que así lo ameriten. En síntesis, restringe la posibilidad de recibir preguntas.

Por otra parte, Adorni le aceptó la renuncia al Secretario de Asuntos Estratégicos, José Vila, y se descuenta la salida del subsecretario secretario de Relaciones Parlamentarias e Institucionales, Oscar Moscariello, ambos eran hombres de Guillermo Francos, quien finalmente no fue reubicado en ninguna área del Gobierno, tal como se especulaba.
De esta forma, Santilli llega a la cartera con muy pocos lugares disponibles para ubicar a gente de su entorno y con márgenes de poder muy acotados, lo cual es toda una señal de la administración libertaria. Uno de los lugares clave que sí le queda por definir es el de secretario de Provincias y Municipios.
Las modificaciones dejan claro que si bien el nombramiento busca dar una imagen de apertura del Gobierno, en la práctica hay una poda de atribuciones para quien viene de afuera y una concentración mucho mayor en los violetas más puros.
Santilli y gobernadores
El nuevo esquema sugiere que el principal, y casi exclusivo, objetivo de Santilli será articular la relación con los gobernadores.
Tras recibir a un grupo de mandatarios en forma presencial en Balcarce 50, el ministro tiene previsto salir a recorrer el país para encontrarse con al menos una decena de los jefes provinciales que se sentaron en aquella primera reunión que encabezó Milei a pocos días del triunfo electoral.
Santilli estrenará su cargo oficial visitando este miércoles Entre Ríos, provincia afín al oficialismo nacional y donde el triunfo electoral fue contundente. Aún no están definidas las próximas visitas, pero se hilvanarán con cierta intensidad en los próximos días.

Al momento, la evaluación de las primeras reuniones con gobernadores –entre las que se incluye la que ayer mantuvo con el cordobés Martín Llaryora- es positiva.
La intención primaria en esta etapa es conocer cuáles son las principales demandas de los gobernadores y a partir de allí realizar una evaluación de los reclamos en común y poder avanzar en una propuesta que los unifique para de esta manera obtener los votos necesarios para la aprobación del presupuesto.
El factor común de todos los reclamos es la necesidad de más fondos y de obra pública.
De allí que Santilli también tiene en agenda una reunión con el ministro de Economía, Luis Caputo, dado que, además de manejar “la caja”, tiene incidencia directa en la asignación de la obra pública.
Una herramienta adicional para negociar con los gobernadores son los avales que la Nación les puede dar a las provincias para que obtengan créditos de organismos multilaterales o incluso de fondos privados.
Si el Gobierno logra aunar las voluntades, se planea una nueva reunión conjunta en la Casa de Gobierno para reforzar la imagen de gobernabilidad que le exigen desde el exterior.
Al momento, la Casa Rosada no tiene previsto tender ningún puente con los gobernadores justicialistas más radicalizados y con los cuales no ve posibilidades de acordar. Ellos son Axel Kicillof (Buenos Aires), Gildo Insfrán (Formosa), Ricardo Quintela (La Rioja) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego).























