Luego del rechazo del Senado a la piedra fundacional de la gestión de Javier Milei, el DNU 70/23, el presidente de la Cámara Baja, Martín Menem, lanzó una fuerte advertencia de cara al debate en Diputados: “Acá no hay avenida del medio, no hay lugar para tibios; cualquier decisión en contra del DNU es hacerle el juego al kirchnerismo”.
“Cuando se debata el DNU en la Cámara Baja veremos quiénes quieren continuar con el kirchnerismo y quiénes quieren ir hacia otro lado. Un retroceso con el DNU sería hacerle el juego al kirchnerismo, mientras que ratificarlo sería dejar el kirchnerismo atrás, en el pasado, que tanto daño le ha hecho a la Argentina”, condenó.
En diálogo con Radio Rivadavia, el diputado libertario se mostró optimista respecto al debate parlamentario. “Se puede dar que esté el número para aprobar el DNU, hay más de 130, 135 diputados que creen que el contenido está bien y tienen la voluntad de ir hacia adelante”, aseguró.
En tanto, consideró que el traspié del DNU en el Senado fue algo “que se había podido prever” y completó: “Esperamos en Diputados a ver cómo se mueve la política, y si van en consonancia con lo que eligió la gente. Estamos cumpliendo el mandato que nos dio la gente”.
El “megadecreto” recibió el jueves pasado 42 votos en contra, 25 a favor y 4 abstenciones, y ahora su suerte depende de la Cámara de Diputados o de un fallo de la Corte Suprema de Justicia.
Menem apuntó contra Lousteau por el DNU
Por otra parte, Menem habló sobre la polémica con el senador Lousteau, que se diferenció de la UCR y votó en contra de que se postergue el tratamiento del DNU en el Congreso.
“No me extraña, fue empleado de Cristina. Llevó al país al borde de una guerra civil en 2009 con la 125 y fue embajador de Macri. Está pensando en su carrera política y se olvida de la gente que lo votó. Lousteau eligió seguir siendo parte del kirchnerismo, creo que nunca dejó de serlo”, condenó.
“Hay una intención de entorpecer -por un sector de la política- el avance del cambio y la transformación que va a destruir algunos kioscos. Está a la vista, es parte de un proceso de cambio”, consideró Menem.
“Se están removiendo las bases de la Argentina y eso genera ruidos, sinsabores para algunos que estaban prendidos de la teta de las regulaciones y ahora pierden lugares de privilegio”, concluyó.