La vicepresidenta Cristina Kirchner sufrió el revés más duro desde su arribo al Senado, con serias consecuencias para la gestión de Alberto Fernández: cuatro senadores del Frente de Todos abandonaron el interbloque y de esa manera el oficialismo pierde la primera minoría parlamentaria a manos de Juntos por el Cambio.
El jujeño Guillermo Snopek, el entrerriano Edgardo Kueider, la puntana Eugenia Catalfamo y el correntino Carlos “Camau” Espínola, conformaron el bloque “Unidad Federal” y sumaron además a la senadora por Córdoba, Alejandra Vigo, esposa del gobernador Juan Schiaretti, que hasta el momento se mantenía como un monobloque.
Los legisladores dieron a conocer la decisión tras un encuentro en las oficinas de Catalfamo, en el cuarto piso del Senado, donde se tomaron la primera foto oficial. Fue el corolario de una serie de conversaciones que comenzaron la semana pasada y se intensificaron después del fin de semana largo.
El nuevo bloque será presidido por Snopek, enemigo acérrimo del gobernador Gerardo Morales, quien comunicó su partida en una durísima nota dirigida a Cristina Kirchner, donde confesó, sin medias tintas, que se fue por “la distancia cada vez mayor respecto al rumbo de gestión” de Alberto Fernández, “alejado de las prioridades que nuestro pueblo demanda”.
De esta manera, el interbloque del Frente de Todos (conformado por el Frente Nacional y Popular y Unidad Ciudadana, las dos subdivisiones surgidas al calor de la pelea por el Consejo de la Magistratura) quedó con 31 integrantes, mientras que Juntos por el Cambio tendrá 33, lo que altera el tablero político tanto del Senado como del Consejo de la Magistratura.
Unidad Federal se convertirá en la llave del quórum, que es con 37 presentes. Los tres aliados con los que cuenta actualmente el interbloque oficialista (el rionegrino Alberto Weretilneck, la riojana Clara Vega y la misionera Magdalena Solari Quintana) ya no serán suficientes para alcanzar el número.
“El bloque Unidad Federal viene a plantear la necesidad de crear un espacio político que le de verdadera representación a la agenda federal y de las provincias argentinas”, indica el comunicado de cinco párrafos difundido en la tarde del miércoles.
La decisión se tomó en la víspera de la sesión preparatoria que se realizará este jueves desde las 11 con el fin de renovar las autoridades del Senado. Cristina firmó la convocatoria, pero permanecerá en Santa Cruz y no estará presente en el recinto, algo pocas veces visto en una sesión de estas características.
En la notificación oficial sobre la conformación del nuevo espacio, los senadores pidieron que “la nueva conformación sea tenida en cuenta al momento de la designación de las nuevas autoridades”, con lo cual no se descarta que reclamen alguna vicepresidencia.
En clave cordobesa
La incorporación de Vigo (que secundará a Snopek en la conducción del bloque) no fue más que un nuevo movimiento de Schiaretti en su armado electoral a nivel nacional, en el que busca congregar a peronistas no kirchneristas bajo la premisa de generar un espacio por fuera de la grieta.
“Desde que Schiaretti comenzó con su armado nacional, en Córdoba entraban más llamadas de las que salían”, confiaron en el espacio. De hecho, el propio jujeño Snopek visitó la provincia durante el verano y tomó un café con Vigo.
También dio sus frutos el acercamiento de Schiaretti al gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá. Desencantado con la gestión de Fernández y retirado de la “liga de gobernadores peronistas” a raíz del proyecto para ampliar la Corte Suprema, el puntano negoció la presencia de su senadora, la joven Catalfamo, en el nuevo bloque.
En los casos de Snopek y Kueider, influyeron ciertos reclamos desoídos por la Casa Rosada. Snopek venía empujando sin éxito un proyecto para intervenir el Poder Judicial de Jujuy; y para Kueider, el detonante fue una resolución de la Secretaría de Energía que otorgó subsidios a provincias de “zonas cálidas” excluyendo a Entre Ríos.
Por último, el correntino Espínola también había amagado en más de una oportunidad con irse del bloque, disconforme con los manejos de Cristina.
Vigo, una de las principales operadores en el ámbito nacional de la candidatura presidencial de Schiaretti, ya había intentando el año pasado armar un bloque que le quitara al kirchnerismo la primera minoría en el Cámara Alta.
Schiaretti había mantenido contactos con el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, para que su senador, Kueider, se sumara a Vigo en la bancada que se llamaba Córdoba Federal, pero podía cambiar de denominación si sumaba otros integrantes.
El gobernador y Vigo también mantuvieron conversaciones con el correntino Espíndola, pero finalmente ambos senadores se quedaron en el bloque oficialista.
También desde hace tiempo, Vigo tiene conversaciones con el rionegrino Weretilneck para sumarlo al espacio antigrieta que pregona el mandatario provincial.
Es más, Schiaretti no pierde la esperanza que si Weretilneck se convierte en el gobernador electo de Río Negro, (se vota el 16 de abril y el senador nacional es amplio favorito para volver a ser gobernador) respalde su intención de ser candidato presidencial.
El tablero del Senado
La condición de primera minoría le permitirá a Juntos por el Cambio rediscutir la composición de las comisiones, donde el Frente de Todos supo imponer el número para avanzar con todos los proyectos que se propuso, incluidas las reformas en la Justicia.
Por otra parte, como Unidad Federal se constituiría como tercer espacio, se da una paradoja: tres de los integrantes del nuevo bloque (Snopek, Catalfamo y Kueider) que actualmente presiden comisiones en nombre del Frente de Todos, podrían perderlas. Son, respectivamente, las de Asuntos Constitucionales, Banca de la Mujer y Sistemas y Medios de Comunicación.
Además, la modificación del tablero político del Senado podría tener un coletazo en el Consejo de la Magistratura, donde están representadas las tres primeras minorías.
