El Gobierno de Estados Unidos ofreció este lunes una recompensa de hasta 10 millones de dólares por información para identificar o ubicar a Sanaullah Ghafari, el líder de Estado Islámico-Khorasan (EI-K), la rama afgana del grupo yihadista Estado Islámico (EI) que reivindicó un atentado en el aeropuerto de Afganistán que dejó cientos de muertos durante la retirada estadounidense del año pasado.
“Ghafari es responsable de aprobar todas las operaciones de EI-K en todo Afganistán y de organizar los fondos para llevar a cabo las operaciones”, anunció en un comunicado el Departamento de Estado, y presentó una recompensa millonaria para obtener más información sobre él.
Esta suma será también para quien aporte cualquier dato que ayude a arrestar o condenar a los responsables del “ataque terrorista al aeropuerto de Kabul” de agosto de 2021, una acción reivindicada por el EI-K que dejó más de un centenar de muertos, entre ellos 13 soldados estadounidenses, informó la agencia de noticias AFP.
El ataque tuvo lugar cuando Estados Unidos llevaba adelante su caótica retirada de Afganistán y la evacuación de los afganos que huían tras la toma del poder por parte de los talibanes.
Según Washington, Ghafari, también conocido como Shahab al Muhajir, fue nombrado jefe de EI-K en junio de 2020.
En noviembre, Ghafari fue incluido en la lista negra estadounidense de terroristas extranjeros.
El EI-K fue responsable de algunos de los ataques más mortíferos en la región en los últimos años, masacrando a civiles en Afganistán y Pakistán, en mezquitas, santuarios, plazas públicas y hospitales.
Aunque los dos son grupos islamistas radicales sunnitas, los talibanes y el EI-K mantienen una profunda enemistad.
El grupo yihadista fue duramente golpeado en Afganistán tanto por los talibanes como por las fuerzas lideradas por Estados Unidos y estaba perdiendo influencia, pero sus ataques se intensificaron desde que los talibanes llegó al poder.