Si se cumplen las versiones que salen del seno del Panal, los cordobeses elegirán gobernador en el amanecer de 2027. Eso adelanta todos los tiempos. Por consecuencia, desde la mitad del año próximo y hasta que se vote se vivirá un estado de campaña permanente.
El triunfo libertario de este domingo es un llamado de atención para los planes de reelección que tiene el gobernador Martín Llaryora.
El proyecto libertario de Milei es resistido tanto por Llaryora como por Juan Schiaretti –“el plan económico fracasó”, aseguraron a coro durante la campaña–, pero hay una mayoría de cordobeses que lo avalan, al menos en el plano nacional.
En ese contexto, para Milei el gobierno de Llaryora es claramente opositor, con lo cual el libertario intentará dentro de dos años poner un gobernador cordobés alineado a su proyecto de cambio.
El diputado nacional Gabriel Bornoroni es la referencia nacional en Córdoba. Ahora, Gonzalo Roca, flamante ganador y nueva figura libertaria en la provincia, será un sostén para esa construcción política alejada de los cánones tradicionales, pero que avanza por el empuje nacional de Milei.
Es un escenario novedoso para la oposición cordobesa. También para el oficialismo, que empieza a temer que estos libertarios terminen asociados a los opositores de siempre, conformando una alianza de todos contra uno, que Llaryora seguramente intentará evitar.
El impulso que logró Milei también es una buena noticia para Luis Juez. El líder del Frente Cívico celebró anoche. En el comando de campaña libertario, están más que satisfechos con el compromiso mostrado por el senador nacional. “Cumplió con su palabra. Se portó muy bien. No era su elección, pero igual se puso a disposición”, le agradecen cerca de Bornoroni.
Juez ya está encaminado a una nueva postulación provincial. Lo dijo ayer luego de votar de manera pública y se lo dejó en claro la semana pasada, cuando al encabezar un acto con sus fiscales y ante la presencia de Bornoroni, dijo que inicia su cuarta carrera en busca del Panal.
Es el mismo plan que tiene el radical Rodrigo de Loredo. El diputado nacional celebró anoche la magra cosecha de Ramón Mestre con la lista 3. Sin embargo, en su entorno no paraban de lamentarse. De haber encabezado la propuesta libertaria, como pretendía antes de perder la disputa judicial a manos de Mestre, hoy sería candidato puesto para pelearle el poder a Llaryora.
Ahora, sus expectativas están en ser parte del gobierno de Milei y desde allí competirle a Juez y a Bornoroni por el traje de contrincante de Llaryora.
Luego de varios procesos fallidos y divisiones que le entregaron en bandeja el triunfo al peronismo, en la oposición hay certeza y convencimiento de que la única chance para destronar al peronismo del poder es en unidad. Claro que ese desafío de cara a 2027 es aún más complejo que el que se planteó en 2023. Serán tres las fuerzas y los intereses que deberán entenderse. Es un panorama que requerirá de mucha paciencia, pero no es imposible. El Panal sabe que hay un riesgo en crecimiento.
Más aún si Milei logra en su segunda parte de gestión estabilizar la economía y generar crecimiento sostenido. En política, perder nunca es bueno. Y Llaryora y Schiaretti perdieron. Ahora buscarán proteger el proyecto provincial en 2027. Tendrán adversarios de sobre, que si se convierte en uno, puede ser jaque mate.
























