Gustavo Castellano, el abogado de Virginia Martínez, desmintió este lunes a Myrian Pruntto al asegurar que su clienta nunca fue ni trabajó en la Legislatura tal como había afirmado la vicegobernadora.
“Jamás ha ido a la Legislatura. Jamás pidió, ni por ella ni por terceros, un cargo o puesto. Nunca ha trabajado en la administración pública municipal, provincial o nacional. Así que esta es una maniobra aparentemente pergeñada por el señor Kraisman”, afirmó en declaraciones a Telefé Córdoba.
El abogado explicó que tampoco sabe cómo se abrió una cuenta bancaria en Banco a nombre de su clienta ya que Martínez tiene en su poder el DNI original. “Y nunca se lo prestó a nadie”, afirmó.
En ese sentido, el letrado dijo que como Martínez jamás había tenido cuenta en el Banco de Córdoba, y que desconocen cómo la institución le abrió una, también “cuestionarán” a Bancor.
Castellano aclaró que su clienta “no es parte del proceso” sino que los imputados son Kraisman y Luciana Castro. “Ella sería la damnificada. Por eso, la semana pasada hicimos una presentación ante la fiscalía para ponerse a disposición para declarar y aclarar todas las circunstancias”, dijo el abogado.
Tareas
También desmintió a Prunotto en relación a la tarea de Martínez (la vicegobernadora había dicho que era “dirigente social”). “Es ama de casa, casada. No ha estado jamás en la política”, aclaró Castellano.
Prunotto había dicho que Martínez había sido contratada por la Unicameral (entró por el bloque del peronismo) y que había concurrido un par de veces a la Legislatura. Aunque luego, el 31 de diciembre pasado, fue dada de baja.
Sobre su relación con el exconcejal, el abogado dijo que Martínez conoce a Kraisman “por una cuestión de vecindad”, agregó.
Según Castellano, Kraisman vive en barrio Ampliación San Pablo, de Córdoba capital, en un edificio en el que la madre de Martínez vive en el primer piso.
“Mi clienta se va a presentar como querellante”, adelantó Castellano.
El caso
El caso se inició, hace dos semanas, cuando Kraisman intentó extraer dinero con un DNI de Martínez en una sucursal del Banco de Córdoba. En un primer momento se dijo que era contratada en la Legislatura.
Kraisman y Castro habían intentado extraer un millón de pesos de una cuenta que no les pertenecía a ninguno de los dos.
Con el paso de las horas se conoció que la damnificada era Martínez, quien - se sabría luego - figuraba como contratada del Poder Legislativo.
Entre otros datos del escándalo, se sabe que Kraisman y Castro, que permanecen detenidos acusados de tentativa de estafa, fueron personalmente hasta la sucursal del Banco Córdoba ubicada en 24 de Septiembre al 100 de esta capital para abrirle la cuenta a Martínez sólo un día antes de intentar llevar a cabo la estafa.