Es posible que la figura de Benjamin Franklin -incluida en los billetes de 100 dólares- siga sin ver la luz por un tiempo. Las dudas sobre las medidas del Gobierno y del futuro de la actividad se mantienen, por lo que los dólares no registrados aún permanecen en el colchón.
Los contribuyentes tienen dudas sobre revelar lo que está en el colchón, más allá del proyecto de ley de olvido fiscal y el aumento de los montos mínimos de operaciones que podrían constituir una evasión.
Lo que sucedió con los bancos en la crisis 2001-2002; el blanqueo de Mauricio Macri, que luego fue castigado con un “impuesto a la riqueza” por Alberto Fernández; las persecuciones de la ex-Afip y los operativos policiales, con infantes y perros en las calles, son un mal recuerdo.
El kirchnerismo, sobre cuyos principales funcionarios penden las grandes sospechas de corrupción, junto con cierta oposición no le harán fácil a Javier Milei la aprobación de los cambios en las leyes Penal Tributaria y de Procedimiento Tributario.
La reciente alianza de esos sectores para sancionar las emergencias en las jubilaciones y en la discapacidad, además de una nueva moratoria, generan recelo entre los grandes inversores.
Ese dinero debería llegar para explotar, por ejemplo, la mayor mina del mundo de cobre y de otros minerales, descubierta recientemente en San Juan.
Milei y su par italiana, Giorgia Meloni, firmaron anoche en Roma un acuerdo para el proyecto “Argentina NGL” (gas natural líquido, según la sigla en inglés), que permitiría en 20 años exportaciones por U$S 100 mil millones.
La explotación de Vaca Muerta parece ser la única política de Estado que sobrevive a las distintas administraciones que se suceden en el país.
Un ojo en la política
Para Milei y el triángulo de hierro (que integran, además del Presidente, Karina Milei y Santiago Caputo), la candidatura de Cristina Kirchner es una buena noticia.
Los grandes inversores desconfían: presumen que el peronismo irá finalmente unido en los comicios de la provincia de Buenos Aires, el 7 de septiembre, y en la elección legislativa del 26 de octubre.
De triunfar en ese distrito clave, las turbulencias económicas resurgirán con fuerza, luego de que la calle fuera ganada el miércoles último por una convergencia multisectorial.
Esa alianza, integrada en la práctica por jubilados, familias con discapacitados, personal del hospital Garrahan, estatales, la CGT y la izquierda, puede modificar el humor social sobre el actual plan.
El ordenamiento macroeconómico no tiene reparos entre empresarios, que con sus negocios movilizan la economía, ni entre las cámaras sectoriales.
Ese apoyo fue visible el lunes último en la conferencia conjunta que ofrecieron en Córdoba dirigentes de la Unión Industrial Argentina (UIA) y de la delegación local (UIC).
Pero las pymes industriales y del comercio tienen reparos a un esquema de exige volumen en los negocios y una rentabilidad muy acotada. Ambos parámetros pasaban inadvertidos con alta inflación.
Alimentos versus servicios
Gerardo Sánchez, asesor en economía de la Fundación Colsecor, reconoce que la inflación en alimentos de mayo puede rondar el 1%, pero alerta sobre el impacto del alto costo de los servicios –por caso, electricidad y gas–, además de alquileres.
La Fundación Colsecor es una cooperativa de cooperativas, que moviliza la actividad en unas 300 pequeñas y medianas poblaciones del país.
El dato oficial de la inflación de mayo será difundido el próximo jueves y puede resultar el más bajo desde 2008 para ese mes, si se exceptúa el parate de la pandemia.
Los récords en las ventas de autos y de viviendas, además de los viajes al exterior (más de cinco millones en el primer trimestre del año) muestran la capacidad de gasto de un sector que se estima en 30% de la población.
Existe otro grupo -que se calcula en 40%- que apoya la política económica, aunque redujo sus consumos. El 30% restante está bajo las líneas de pobreza y de indigencia.
El aumento de la morosidad en los créditos personales y en las tarjetas es un indicador que refleja la realidad de ese 70% de la población.
¿Cuánto deberá esperar para que los dólares en el colchón derramen sus beneficios y se reactive la microeconomía?
Por ahora, prima la cautela entre los tenedores. Cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía, más aún en un país tan cambiante.
