El discurso del presidente Javier Milei en Davos pareció un extracto del libro La rebelión de Atlas, escrito por la filósofa y novelista ruso-estadounidense Ayn Raid, conocida por su defensa del individualismo, del egoísmo racional y del laissez-faire capitalista.
En ese texto aduce que el papel del Estado debería limitarse principalmente a la protección de los derechos individuales, a la seguridad nacional y a la administración de un sistema de justicia.
Raid rechazaba la intervención del Estado en la economía, en la redistribución de la riqueza o en la regulación excesiva de la actividad económica, como así también de los bancos centrales, a los que veía como una amenaza para la estabilidad económica y la libertad individual.
Ella prefería un sistema monetario basado en un estándar de oro o algún otro mecanismo que limitara la capacidad del gobierno para imprimir dinero y manipular la moneda. Esta filósofa y novelista escribió el libro en el contexto de la posguerra –Guerra Fría–, de la Red Scare (temor al comunismo) y del macartismo (investigaciones y persecuciones a personas sospechosas de tener simpatías comunistas o de estar involucradas en actividades subversivas).
Recientemente se publicó la encuesta “¿Qué le preocupa al mundo?”, realizada en diciembre de 2023 por la consultora internacional Ipsos en 29 países relacionada a las inquietudes más importantes de cada sociedad. Los principales problemas que actualmente ocupan la mente de la gente son la inflación, el crimen y la pobreza.
Como el libro de Raid, el discurso que pronunció Milei aparece alineado al contexto actual y desalineado de la agenda de los organismos internacionales, como el mismo Foro Económico Mundial, cuyos temas principales se encuentran relacionados con la seguridad y cooperación en un mundo fracturado, o con la estrategia para el clima, la naturaleza y la energía tendiente a conseguir un consumo de carbón neutro para 2050 buscando consenso y voz para alcanzarlo.
