“Nos movilizamos por la lealtad a Perón y su doctrina, levantando las banderas del Desarrollo, la Producción y el Trabajo”, empieza diciendo el documento de la Confederación General del Trabajo, dado a conocer recién, en la multitudinaria marcha realizada a ocho cuadras de la Casa Rosada, en lo que es la segunda jornada de conmemoración del Día de la Lealtad Peronista. Ayer, el PJ nacional, movimientos sociales, La Cámpora, y diferentes agrupaciones kirchneristas se movilizaron a la Plaza de Mayo.
“Queremos a Perón, vivo en su legado y su doctrina; queremos a Perón, impulsor de una Patria Socialmente Justa, Económicamente Libre y Políticamente Soberana; queremos a Perón, porque la verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés, el del pueblo”, dice el documento que fue leído en el Monumento al Trabajo, sobre el Paseo Colón. La marcha convocada por la CGT no solo implica el apoyo explícito al gobierno nacional del Frente de Todos de cara a las elecciones del 14 de noviembre, sino que refleja la unidad sellada entre todos los sectores cegetistas -con la inclusión del moyanismo-, proceso que se plasmará el 11 de noviembre, cuando la central obrera elija a la nueva conducción.
En el tercer párrafo, la central obrera sostiene que representa “a la inmensa mayoría de los trabajadores sindicalmente organizados de nuestro país” y de inmediato sigue la hoja de ruta que plantea la conducción: “la defensa del aparato productivo nacional; la demanda de políticas económicas que promuevan la generación de empleo genuino; el fortalecimiento de los sistemas de seguridad social y de Salud; el acceso universal a una educación de calidad; el desarrollo con equidad que posibilite un proceso de movilidad social ascendente y una justa redistribución de la riqueza; el reclamo de un compromiso de responsabilidad social empresaria que le cabe a los sectores de mayor concentración económica y la reconstrucción de un Estado presente, regulador de la economía y promotor del desarrollo económico y social”.
“A 76 años del 17 de Octubre, fundacional e histórica, la CGT RA y la totalidad de sus organizaciones sindicales confederadas, nos movilizamos, unidas, por la lealtad a Perón y su doctrina, levantando las banderas del desarrollo, la producción y el trabajo”, afirma el documento.
La CGT planea que debe ser “el peronismo” el que promueva “la alianza entre la producción y el trabajo, única fórmula que garantiza un crecimiento sostenible con justicia social”.
La central obrera plantea como “imprescindible” la necesidad de “profundizar el diálogo social institucionalizado”, capaz de “elaborar en conjunto los consensos que nos permitan poner el empleo productivo en el centro de las políticas públicas para superar la situación que hoy margina a los sectores más desprotegidos, que profundiza las desigualdades sociales y condiciona el crecimiento uniforme y equitativo de nuestro país”.
La alusión a la marginación de “sectores más desprotegidos” hace referencia a los movimientos sociales. En esta oportunidad, la CGT invitó a participar al Movimiento Evita y a los trabajadores de la Economía Popular (UTEP)”.
La CGT no tomó distancia del gobierno que preside Alberto Fernández: “La Argentina y nuestro gobierno afrontan una instancia decisiva para superar la crisis económica y social heredada y agravada dramáticamente por los efectos de la pandemia”, dice el documento.
“La profundidad de la crisis actual requiere de señales muy claras. Por eso marchamos como la expresión de unidad de las y los trabajadores, como símbolo de unidad del Movimiento Obrero organizado y con vocación de sostener la unidad del peronismo”, afirma la CGT.
Por último, la central obrera indica las urgencias del momento político: “Llegó la etapa de poner en marcha políticas que sienten las bases de la transformación económica y social de nuestro país. Es tiempo de Justicia Social, compromiso irrenunciable y militante del Movimiento obrero argentino”, dice el párrafo final, que se firma con fecha del “17 de Octubre”.
La concentración de la CGT mostró a su conducción, liderada por el co-secretario general, Héctor Daer, junto a Pablo Moyano, líder del grupo que hace un par de años tomó distancia del Consejo Directivo. Ahora, todos los sectores reafirmaron la necesidad de unidad cegetista.
Distintas versiones dan como posible la conformación de un triunvirato, integrado por Daer, Pablo Moyano y el metalúrgico, Antonio Caló, dirigentes sindicales aliado de Alberto Fernández y muy respetado por al vicepresidenta, Cristina Kirchner.
