Pese a los esfuerzos del Gobierno nacional en instalar la solidez de las variables macroeconómicas los agentes financieros siguen reclamando señales concretas de cómo se desarmará el cepo cambiario y ante la incertidumbre fortalecen la estrategia de dolarizar carteras.
Este comportamiento se observa tanto en el mercado blue como en el oficial y operan diferentes razones.
En la plaza marginal aparecen compras de oportunidad de quienes optaron por resguardar el aguinaldo en moneda dura, que se une a la demanda de billetes para turismo.
Así la divisa subió $ 35 y cerró en $ 1.500 en la City porteña, mientras que en Córdoba se pagó $ 1.515.
En tanto, en la plaza financiera el MEP subió hasta 1.422 y el Contado con Liquidación avanzó a $ 1.434.
El dólar oficial mayorista fue fijado en $ 922,50 y de esta forma la brecha se amplió hasta el 62,6%.
Este spread es el más alto de la presidencia de Javier Milei y marca un deterioro en las expectativas del mercado, ya que cabe recordar que supo achicarse hasta un 10%.
Este movimiento “revivió” el dólar tarjeta cuyo valor ahora es de $ 1.504 y vuelve a ser opción para los pagos de servicios en moneda extranjera.
Dentro de lo reducido que significa el mercado del blue –se estima unos U$S 2 millones diarios- la compra de billetes para turismo se llevaba una porción importante porque la brecha llegó a ser del orden de 40% a principios de marzo cuando el blue se había hundido a $ 985 y el “Turista” costaba $ 1.385 (este dólar se conforma del precio oficial más impuestos). Por ende era más conveniente comprar los billetes y usarlos en el exterior que hacer los pagos con el dinero plástico.
De mantenerse esta situación quienes salgan del país por estos días se encontrarán con esta opción o disyuntiva.
La presión sobre el tipo de cambio parece estar contabilizada en el Gobierno y por el momento no se evalúa ninguna medida. Es más desde el Ministerio de Economía se insiste en que no habrá cambios.
Incluso el propio Milei advirtió que “la Argentina se pondrá cara en dólares”, avisando que el proceso de apreciación del peso continuará sin que se modifique el rumbo.
Por cuestiones de estacionalidad, está computada una pérdida de U$S 3.000 millones en este trimestre y una recuperación de U$S 1.000 millones en el último.
En este contexto el seguimiento de la evolución de las reservas cobra cada día mayor trascendencia.
Este viernes el Banco Central pudo comprar U$S 44 millones, con lo cual en lo que va de julio captó U$S 154 millones.
La cuestión climática jugará un rol fundamental ya que un invierno más crudo demandaría más dólares por importaciones de energía.
Como se dijo otro de los puntos cruciales es la liquidación del agro. El ahora ex secretario de Bioeconomía dio a entender que su salida pudo estar vinculada a esta situación.
“Vamos a ver si en 30 o 60 días lo logran”, contestó a una pregunta periodística que le planteó esa posibilidad. Pero incluso en la respuesta fue más allá al señalar que hay medidas macroeconómicas que impulsan a los productores agropecuarios a no vender “suficiente material” y están relacionadas a “una expectativa de una posible devaluación” o a “un anuncio de acercamiento de la brecha entre el precio real del dólar y el que reciben los productores”. “Eso es lo que hace que se muevan, no la figura de un secretario, esa es una decisión que va a una escala presidencial o ministerial”, enfatizó.
En otras palabras Vilella reconoció que los productores no liquidan porque no les sirve el actual tipo de cambio.
Pelea con los bancos
Si bien no tiene impacto directo en el mercado, la pelea que instaló Milei con el banco Macro siguió escalando y ayudó a que el clima se enrarezca.
El presidente de la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA), Javier Bolzico salió en defensa de uno de sus representados.
“El Presidente Milei consideró “golpista” a un banco por venderle títulos al BCRA, ejerciendo un contrato de put. Esa afirmación es injusta e incorrecta, además genera dudas sobre la libertad de comercio. No se debe banalizar el término, considerando la historia de nuestro país”, señaló Bolzico.
Caputo había intentado ponerle paños fríos a esta pelea, pero lejos de bajarle el tono el presidente redobló la apuesta lo que motivó la reacción del banquero.
