El dólar mantuvo la tónica alcista durante toda la semana y cerró en un nuevo máximo nominal de $ 1.260 desde la salida del cepo cambiario.
Las razones son diversas e incluyen tanto temas estacionales como algunos ruidos macroeconómicos, todo en medio de la renovada discusión por el atraso cambiario.
El dólar oficial saltó en la semana $ 55 y este viernes terminó en $ 1.245 para la compra y $ 1.260 para la venta. De la misma manera, el precio para los minoristas en los bancos se ubicó en $ 1.214 y $ 1.260, para ambas puntas.
En tanto, el mayorista subió en los últimos cinco días $ 51 y se ubicó en $ 1.231 y $ 1.240, el máximo valor nominal desde el 14 de abril. En ese segmento, la jornada tuvo una actividad restringida con un volumen de negocios de apenas U$S 237 millones, dado que era feriado en Estados Unidos.
Por su parte, el MEP avanzó $ 48 hasta $ 1.246 y el contado con liquidación quedó en $ 1.249
La curiosidad del mercado es el precio del “blue” que en la plaza paralela culminó las operaciones en $ 1.210 y $ 1.230, respectivamente, y se mantuvo como el más bajo de todas las alternativas disponibles.
Las reservas internacionales cerraron en U$S 41.739 millones, con una leve alza de U$S 6 millones.
Este aumento del dólar es en promedio superior a 4%, lo cual en muy pocos días destruyó toda inversión de “carry trade” que especuló con un dólar planchado.
Entre los motivos de este comportamiento aparece una mayor demanda luego del cobro de los aguinaldos y la perspectiva de que el tipo de cambio se verá presionado una vez que se agoten los dólares de la cosecha.
Este viernes se dio por finalizada la de soja, que oficialmente fue de 50,3 millones de toneladas, un 15% por encima del promedio 2018-2023. Si bien aún hay una ventana de 10 días en los que tienen que entrar dólares por la avalancha de despachos inscriptos antes del 1° de julio cuando venció la rebaja de retenciones, pasado ese plazo la oferta de dólares caerá sensiblemente y el mercado se estaría anticipando a ese escenario.
Algunos analistas también sugieren que el gobierno aflojó su intervención sobre los dólares futuro y dejó deslizar el tipo de cambio.
Por otro lado, la semana próxima habrá un fuerte impacto en las reservas cuando el Tesoro Nacional pague U$S 4.400 millones de vencimientos a bonistas privados.
Todo en un contexto de ampliación del debate por el atraso cambiario y reuniones encriptadas con el FMI que no hacen más que alentar todo tipo de especulaciones.
A mitad de semana, el ministro de Economía, Luis Caputo, desafío a quienes consideran que el dólar está “barato”: “Comprá, no te la pierdas, campeón”, dijo en una charla llena de histrionismo. Desde ese momento la divisa subió otros $ 30.
Casi al mismo tiempo, el exministro de Economía, Domingo Cavallo, se sumó a la discusión pidiendo la completa liberalización del cepo, algo que el gobierno posterga justamente por miedo a que compras de empresas disparen el precio de la divisa.
En tanto, el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza el Banco Central mostró un ajuste al alza del precio del dólar para lo que resta del año.
Los más de 40 profesionales que participaron de la encuesta ajustaron al alza sus previsiones sobre el valor de la divisa que llegaría a $ 1.324 a fin de diciembre. Las subas nominales son de entre $ 18 y $ 25 en cada mes hasta fin de 2025.
Cabe apuntar que la recolección de datos se dio antes de la escala del dólar de esta semana, con lo cual en la próxima medición puede haber nuevas correcciones al alza.
Respecto de la inflación, los analistas la calcularon entre 1,5% y 1,8% durante el segundo semestre, sin llegar a estar cerca de quebrar el piso de 1%.
Las previsiones de crecimiento de la economía se mantienen en la zona de 5%, en línea con los últimos datos que publicó el INDEC.