La explosiva interna de La Libertad Avanza en el Congreso nacional tendrá impacto en el escenario político cordobés. El encumbramiento del empresario cordobés Gabriel Bornoroni como titular del bloque oficialista en Diputados, impulsado por la influyente secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, es un dato político fuerte en esta provincia, en la cual Javier Milei le sacó la mayor diferencia al oficialista Sergio Massa, en los pasados comicios presidenciales.
El ascenso político de Bornoroni ya es tema de análisis en el oficialismo provincial que encabeza el gobernador Martín Llaryora. También en la oposición cordobesa, especialmente en el entorno del senador Luis Juez.
La pulseada libertaria en el Congreso sobrepasa los límites del oficialismo y repercutirá en Córdoba. Milei arrasó en esta provincia, sin poder territorial. Ningún intendente respaldó de manera pública al entonces candidato libertario.
En este contexto, el ascenso de Bornoroni a la presidencia de la bancada oficialista en la Cámara baja, es el segundo capítulo de un viaje sorpresivo que el pasado 4 abril realizaron a Córdoba la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem.
La presencia de los referentes nacionales tuvo como objetivo dejar sentado ante la justicia federal electoral que Bornoroni era el único representante local de La Libertad Avanza. Fue una movida en detrimento de Rodolfo Eiben, legislador del Parlasur y referente del Partido Demócrata, que intentó quedarse con el sello del partido de los hermanos Milei.
Que Bornoroni se haya convertido en el jefe del bloque en Diputados, lo transforma en el principal referente político libertario en Córdoba, algo que estaba bajo signos de interrogación.
Karina Milei se hizo cargo del armado de la estructura política libertaria en el interior, incluida esta provincia. En este trabajo territorial, la hermana del Presidente se respalda en Martín Menem, su primero Eduardo “Lule” Menem y Sebastián Pareja, que fue rescatado por Karina Milei, del ostracismo político momentáneo.
Pareja, junto a Carlos Kikuchi, fueron los armadores políticos más fuertes de Milei en el decisivo distrito de la provincia de Buenos Aires.
Poco antes del balotaje, Kikuchi desafió el poder de Karina Milei, lo que le costó quedar en el camino, cuando parecía destinado a ocupar un cargo importante en una eventual gestión libertaria.
En tanto, por fuera del oficialismo, Juez construyó una relación personal con Milei. Por ahora, el senador descarta convertirse en libertario, pero hoy es el cordobés con más contactos con el Presidente, incluso por encima de Bornoroni.
Juez almorzó -a solas- con Milei, el 27 de marzo pasado. “El cambio que creíamos representar nosotros, para la gente lo representó Milei. Por eso es el Presidente”, describe el senador, sin anestesia.
Se especulará sobre la relación entre Milei y Juez, hasta el año que viene, cuando se definan las estrategias electorales para las elecciones legislativas de medio término.
Por su parte, en el Centro Cívico no ven con malos ojos que Bornoroni se convierta en la principal referencia libertaria, en Córdoba.
Funcionarios cercanos al gobernador Llaryora ya pronosticaban que Juez pegaría otro salto político para convertirse en el “hombre del Presidente”.
En reuniones políticas reservadas, Llaryora ya no habla de su posible proyección nacional. Se refiere al PJ cordobés como un “partido provincial”, marcando el rumbo para las próximas elecciones nacionales legislativas: el PJ local irá con candidatos propios, ante una oposición que el gobernador espera se presente dividida.
La máxima aspiración de Llaryora es que Juan Schiaretti encabece la lista de candidatos a diputados. Aunque el exgobernador no se pronunciará sobre su futuro político hasta ver cómo evoluciona el ahora convulsionado escenario cordobés, con la intervención directa de los Milei.
