Según la Real Academia Española, una adivinanza es un “enigma que se propone como pasatiempo”. Los cuatro principales políticos cordobeses están enfrascados en este juego, pero no precisamente como un pasatiempo. Buscan sacarse alguna ventaja.
Las fechas de las elecciones provinciales, la simultaneidad o no, y las candidaturas opositoras son los grandes enigmas que por estos días sobrevuelan la política provincial. Enigmas que alimentan los oficialistas Juan Schiaretti-Martín Llaryora y los opositores Luis Juez-Rodrigo de Loredo.
El binomio gobernante tiene la lapicera para poner fecha a ambos comicios. De una negociación entre el gobernador y el intendente capitalino y candidato oficialista saldrá la confirmación de las fechas que romperá una de las mayores incertidumbres: cuándo se votará.
No es un dato menor que de las provincias que votarán antes de las Paso presidenciales del 13 de agosto, Córdoba es la única que aún no oficializó el día de votación. El PJ juega a fondo con la incertidumbre, dentro del margen que le permite la ley electoral.
En la otra vereda, Juez y De Loredo vienen sembrando dudas desde hace meses, pero en los últimos días dieron indicios concretos sobre cómo resolverán la principal candidatura opositora.
En un escueto comunicado, ambos dirigentes confirmaron que la semana que viene saldrá humo blanco de la imaginaria chimenea del “vaticano” opositor.
Juntos por el Cambio tiene aún muchas cuestiones por resolver, pero todo indica que entre jueves y viernes de la próxima semana se sabrá quién enfrentará al peronista Llaryora en la disputa por el poder provincial.
Un dato desde el interior
En este contexto, entre peronistas y opositores hacen un gran esfuerzo por conseguir un dato preciso sobre qué harán sus rivales.
No se necesita ser detective para conseguir algunas pistas sobre cuándo se votará a nivel provincial. Un dato llegó desde el interior. El intendente de Colonia Caroya, Gustavo Brandán, convocó para elegir a su sucesor el domingo 2 de julio.
La Carta Orgánica de esa localidad impide que los comicios municipales coincidan con los provinciales y nacionales. Brandán es un llaryorista puro, amigo personal, además de su afinidad política. Y probablemente tenga información privilegiada de que el primer domingo de julio no se votará para elegir gobernador.
A ese dato hay que atarlo con otro. En el oficialismo hay coincidencia sobre que la fecha de los comicios provinciales no sale del 25 de junio o el 2 de julio. En ese marco, la convocatoria del intendente llaryorista alimenta la posibilidad de que el cuarto domingo de junio se elija al nuevo mandatario provincial.
Por su parte, en Juntos por el Cambio pasó la tormenta de tensiones por una interna. Ambos referentes anunciaron que una encuesta definirá quién será el candidato a gobernador.
No es de ahora. Desde hace tiempo en el PJ no tienen dudas, por los números que manejan, que si es por encuestas, el senador será el rival provincial.
Como De Loredo confirmó a sus más cercanos que jugará en este turno electoral, si no es candidato a gobernador la lógica marca que irá por la Intendencia de Córdoba.
En este caso, los peronistas sí tienen dudas: no descartan que el radical integre la fórmula provincial. En el Centro Cívico generó intrigas un video que De Loredo publicó esta semana, en el cual se lo ve abrazado y sonriente con Juez. “Ese video es el de una fórmula; no hay otra”, concluyó un miembro de gabinete provincial.
Con este escenario, este fin de semana Schiaretti y Llaryora se reunirán otra vez (ya lo hicieron el viernes pasado) para tomar la decisión sobre las fechas de los comicios.
Cuándo oficializarán el anuncio, es un tema a discutir. ¿Esperarán a que los opositores muestren sus cartas?
Ya se ha dicho que el gobernador prefiere comicios desdoblados y el intendente capitalino, simultáneos. Como las encuestas del PJ indican que Juez y De Loredo se potencian en una misma boleta única, lo más probable es que se imponga la estrategia de Schiaretti.
La oposición viene mostrando muchas debilidades. La principal es que aún no arrancaron la campaña, ni definieron nada, por sus disputas internas.
El PJ tiene fortalezas que surgen de ejercer el poder: la potestad de decidir las fechas de los comicios, gestiones con alta imagen pública, y muchos recursos para la campaña.
Claro que si decide desdoblar los comicios, el oficialismo dejará asomar una debilidad: la precaución de no enfrentar a Juez y a De Loredo en una misma jornada electoral. “No es temor: es la lógica de elegir el escenario electoral que más nos convenga”, argumentan los schiarettistas.
Llaryora se resiste a mostrar ese flanco. El candidato oficialista recorrió el interior durante todo el verano, sin tomarse vacaciones, para pedirles a los intendentes peronistas que peguen los comicios locales con los provinciales. Desdoblar los de la Capital sería contradictorio con esa prédica.
En la intimidad de su renovado despacho municipal, Llaryora desborda optimismo. Sus funcionarios más cercanos aseguran que está desentendido de las idas y vueltas de la oposición y se muestra convencido de que el PJ ganará ambas elecciones en cualquier escenario y ante cualquier rival.
El optimismo del candidato oficialista parece contagioso. Aun en medio de las indefiniciones, Juez y De Loredo también se muestran confiados. Sólo hay mirar sus cuentas en las redes sociales.
Optimismo e incertidumbre, casi una radiografía de políticos en campaña.
