Diego Güelar, quien se desempeñó como embajador argentino en Estados Unidos y en China, habló este lunes con La Voz En Vivo y manifestó su sorpresa y preocupación por la decisión del Gobierno nacional de hacer pública la negociación por asistencia financiera especial con el Tesoro de los Estados Unidos.
Güelar calificó esta gestión como “muy difícil” debido a que los antecedentes son “muy escasos” y que el mecanismo es “muy difícil de obtener, muy excepcional”. El diplomático recordó dos casos previos de asistencia directa del Tesoro estadounidense.
Uno fue para México, en 1995, en el contexto del “Efecto Tequila”. Se otorgaron 20 mil millones de dólares de asistencia directa. Güelar aclaró que la situación de Argentina no es comparable, ya que México es el “sur de los Estados Unidos” y el comercio bilateral asciende a 500.000 millones de dólares diarios.
El otro fue para Uruguay, en 2002. Hubo un adelanto de 1.500 millones de dólares por un periodo de 30 días, sirviendo como puente mientras se demoraba el ingreso de fondos comprometidos por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Según Güelar, los antecedentes indican que esta negociación “no es fácil, más bien imposible”, aunque expresó su deseo de que se concrete si la decisión americana es fortalecer a su “principal aliado en la región”.
“Crisis política”: la causa del aumento del dólar
El exembajador fue enfático al señalar que la crisis actual que impacta a la economía argentina no es financiera. Güelar sostuvo que la disparada del dólar, el aumento del riesgo país y el enfriamiento de la economía se deben a una “falta de confianza política”.
Güelar consideró que el Gobierno está confesando la gravedad de la crisis pero no la está “pudiendo procesar políticamente”. La falta de confianza política se debe, aseguró, a la debilidad del sistema de alianzas del presidente.
En su análisis, marcó que el expresidente Macri perdió 2 millones de votos en la Provincia de Buenos Aires luego de “absorber al pro”, y esos votos no fueron al kirchnerismo, sino que simplemente no fueron a votar. Güelar, quien se definió como un “oficialista no libertario”, afirmó que la inmensa mayoría de quienes sostienen el rumbo no son libertarios, por lo que el presidente necesita “ampliar su base política”.
Acuerdos de gobernabilidad
Güelar destacó que armar una coalición en política es una “necesidad”, no solo una voluntad, citando ejemplos regionales como Chile, Uruguay y Brasil. Para el diplomático, existen dos acuerdos políticos clave que generarían calma en el mercado y son vitales para evitar que la crisis se convierta en otra de las “recurrentes crisis” que vienen ocurriendo desde el Rodrigazo.
En primer lugar, consideró que se necesita un acuerdo de gobernabilidad interna. Dijo que el presidente debe ampliar su base de sustentación política, descartando la idea de “pintar a la Argentina de violeta” (un objetivo que ya fracasó, según Güelar). La solución viable es hacer un gobierno “multicolor” conducido por el presidente.
A su vez, un acuerdo de convivencia con la oposición dura. El político consideró indispensable negociar con figuras que tienen representación política, como el gobernador Kicillof, quien surgió como emergente en la batalla interna del kirchnerismo.
Güelar enfatizó que si el Gobierno no maneja bien la crisis, “nos va a ir mal a todos”.
El costo geopolítico: la cancelación del Swap con China
Consultado sobre las posibles demandas de Estados Unidos a cambio de ayuda financiera, Güelar señaló que el Secretario del Tesoro había planteado previamente en Buenos Aires la necesidad de cancelar el swap con China.
Este swap asciende a 13 mil millones de dólares y es crucial, ya que se contabiliza como reservas del Banco Central, aunque no se puedan tocar.
Güelar insistió en que la decisión de hacer pública la negociación fue irresponsable. El riesgo de la diplomacia pública es que la política es una sola: el desmanejo de la interna se traslada al desmanejo de la externa, lo que dificulta que, a la hora de contar “las nueces”, se encuentre el apoyo real, más allá de los comunicados diplomáticos de “éxito”.




























