Desde su prisión domiciliaria en Asunción, Paraguay, el exsenador nacional Edgardo Kueider rimpió el silencio en una entrevista exclusiva con La Nación, ofreciendo su versión de los hechos que lo mantienen bajo investigación en ambos países.
Kueider admitió haber ingresado 250 mil dólares a territorio paraguayo sin declararlos pero insistió en que el dinero no era suyo y negó rotundamente cualquier vínculo con coimas o lavado de activos.
La entrevista a Kueider
Kueider, quien reside ahora en un dúplex más apartado del centro de Asunción tras ser trasladado por quejas de vecinos, reconoció la falta de la declaración jurada, aunque sostuvo que hubo irregularidades en el procedimiento aduanero paraguayo al mezclar dinero ajeno con sus pertenencias.
“La plata no era mía”, afirmó, explicando que el dinero era de “negocios” lícitos en Paraguay, intermediados por la persona que lo acompañaba en el viaje, Iara Guinsel Costa.
Negó categóricamente que proviniera de Argentina o que fuese una coima vinculada a la Ley Bases.
El exsenador vinculó directamente su situación judicial en Argentina con su voto favorable a la Ley Bases, atribuyéndolo a una represalia política del kirchnerismo.
Recordó una advertencia directa de José Mayans: “Ya vas a estar vos con un tema judicial y te quiero ver”, luego de una votación anterior en el Senado.
Denunció haber recibido múltiples amenazas del kirchnerismo, incluso mensajes anónimos y directos sobre la quema de su casa el día de la sanción de la Ley Bases.
La denuncia en su contra y una publicación aparecieron justo una semana después de su voto.
Respecto a la causa Securitas en Argentina, que investiga el pago de coimas, Kueider se defendió afirmando que su nombre nunca apareció en ninguna de las pruebas o documentos de una investigación de cinco años.
Considera que la jueza Sandra Arroyo Salgado se está equivocando al vincularlo y está buscando por todos los medios conectarlo a una causa con la que no tiene “nada que ver”.
El caso Kueixder
La expulsión de Kueider del Senado fue calificada por él como una “decisión de política demagógica” que violentó todas sus garantías y no le permitió defenderse.
El exlegislador también lamentó el grave impacto personal de esta “pesadilla”, con sus hijos con cuentas bloqueadas y su hija sin cobrar su sueldo desde hace siete meses, además de tener prohibido salir del país para visitarlo.
A pesar de la “condena social” que siente, Kueider manifestó su confianza en la Justicia.
“Si tengo que pagar por alguna irregularidad, por alguna desprolijidad, y tendré que pagar, pero no voy a pagar por lo que no hice”, sentenció.