Es conocido que la volatilidad de los últimos días del tipo de cambio, junto con el fuerte revés del Gobierno en el Congreso por los vetos presidenciales, llenan de incertidumbre a las empresas y paralizan decisiones proactivas para su funcionamiento.
En el ambiente de los dueños de Pyme y ejecutivos, la postura generalizada pasa por levantar la guardia y ponerse a la defensiva, a la espera de la evolución de los acontecimientos.
Como suele señalar el presidente de una automotriz radicada en Córdoba: “Si tiene solución, no es un problema. Si no tiene solución, hay que convivir con el problema”.
Pero, en este berenjenal de la economía existen situaciones puntuales que se agregan al desconcierto y suman inquietud.
Fue el caso de un empresario cordobés que el miércoles pagó la importación de un producto que comercializa con habitualidad en el mercado argentino, baterías para automóviles.
La Voz pudo acceder a este hecho particular pero que tendría otros “perjudicados” en el sector mayorista.
Si bien las cifras están modificadas por cuestiones de confidencialidad, el comerciante debía pagarle U$S 90.000 a su proveedor brasileño, para lo cual esperaba que el banco (el de la Cruz de Santiago de Compostela) le cotizara al valor del dólar divisa del miércoles.
Ese precio del dólar para importar era de 1.474,5 por unidad de dólar. Hechas las cuentas, el debito debería haber sido de $ 132.705.000. Pero, grande fue la sorpresa cuando recibió el comprobante con la liquidación y en realidad la percepción era de $ 135.900.000.

La diferencia parece menor pero no lo es para una sola operación. El banco en cuestión había cotizado el dólar a $ 1.510 pesos, un valor que ni siquiera se alcanzó este jueves, con un fuerte aumento de los tipos de cambio por la volatilidad que produce la situación política.
La diferecia entre un precio y el otro es de 2,4%. En este punto, vale explicar que las importaciones no se pagan a dólar oficial, tampoco al dólar mayorista (con el cual funcionan las bandas cambiarias que impuso la actual gestión), y menos aún al dólar blue, sino al denominado dólar divisa.
“En el banco nadie lo sabe explicar, me gustaría saber si es hay que denunciarlo”, se preguntó el comerciante cuyos datos se mantienen en reserva. Y agregó decepcionado: “No me lo pueden explicar, parece que tienen un dólar propio”, reflexionó.
La Voz consultó el tema con fuentes de la entidad, pero tampoco pudo obtener precisiones.
La cuestión no queda solo en el precio del dólar fijado para la operación, sino también en el monto de las comisiones, algo sobre lo cual el empresariado se ha quejado amargamente a lo largo de años.
Por esa operación de $ 135.900.000, la entidad se queda con el 0,3% neto. Son $ 392.000 más IVA por la acción de comprar los dólares y girarlos al exterior. Algo no cierra si la idea pasa por bajar los costos.