El Fondo Monetario Internacional (FMI) mantiene su proyección de crecimiento del 5,5% para Argentina en 2025 a partir de los “datos positivos” que se observaron en los primeros meses del año.
Petya Koeva Brooks, del cuerpo de jefes de Economía del FMI, señaló que, a pesar del ajuste fiscal, hubo un aumento en la confianza, lo que permite sostener el pronóstico.
No obstante, el FMI alertó sobre el aumento de los riesgos para que se concrete esta expansión, debido a las mayores “restricciones financieras” derivadas de la actual coyuntura global y a los “efectos en los precios”.
En el contexto de una rueda de prensa sobre la situación global, donde se destacó la incertidumbre generada por la política arancelaria de Donald Trump y la consecuente ralentización de la economía mundial, el FMI consideró que algunas economías emergentes, podrían verse beneficiadas por un nuevo ordenamiento del comercio internacional.
El organismo también instó a “restablecer la estabilidad de las relaciones comerciales” y subrayó que “la política monetaria debe ser ágil” y que “la independencia de los bancos centrales es fundamental” como objetivos para reencauzar la economía a nivel global.
En este contexto recortó medio punto la proyección de crecimiento global a 2,8%.
Si bien el FMI pronostica un crecimiento del 1,8% para Estados Unidos en 2025, también admitió un aumento en las posibilidades de recesión para ese país.
A pesar de la desaceleración global, el FMI mantiene su perspectiva de crecimiento para Argentina debido a los datos positivos observados y al aumento en la confianza tras el ajuste fiscal.